Bicentenario del Plan de Iguala

Constitución, Congreso y Poder Ejecutivo separados, entre los puntos de su articulado

Alfredo Ávila. Fotos: Francisco Parra.
El México independiente en el que vivimos, que tiene una Constitución, un Congreso y un Poder Ejecutivo separados es el resultado del Plan de Iguala, promulgado hace 200 años por Agustín de Iturbide.

Alfredo Ávila Rueda, del Instituto de Investigaciones Históricas, destacó que cada uno de los anteriores puntos estaban plasmados en diversos artículos del plan, cuyo nombre fue tomado de la ciudad donde se proclamó.

23 artículos

El 24 de febrero de 1821, el coronel Agustín de Iturbide promulgó el Plan de Independencia de la América Septentrional, en la población de Iguala, Guerrero, el cual contiene 23 artículos resultado de negociaciones políticas con casi todas las partes sociales de la Nueva España.

“El Plan de Iguala otorgó a los distintos sectores de la sociedad de la Nueva España y a la Monarquía española, alguna demanda bajo una serie de principios que son lo que conocemos como las Tres Garantías, que son religión, independencia y unión de todos los que habitaban el territorio”, detalló el ganador de la Beca Eulalio Ferrer, otorgada por la Universidad de Cantabria en 2018.

A la Iglesia y al Ejército les garantizó fuero y privilegios; a los afrodescendientes, acceso a la ciudadanía y derechos; a los insurgentes en general el derecho a la independencia; a España, la corona del imperio mexicano, porque propuso que viniera a reinar el rey de España Fernando VII o algún miembro de la casa Borbón.

Posteriormente, recordó, muchos ayuntamientos comenzaron a exigir esos derechos; Puebla, por ejemplo, pidió tener su propia asamblea local o diputación como se llamaba entonces, algo que las autoridades españolas le habían negado, pero que Iturbide lo concedió.

Respecto a los insurgentes, Ávila Rueda dijo que hacia 1820 se había promulgado en España la Constitución de Cádiz, una ley liberal que abrió las puertas a todos los descendientes de españoles y de indígenas americanos, pero excluyó a los afroamericanos.

“Sabemos que Vicente Guerrero había insistido en que él no podía aceptar el nuevo régimen español, aunque se proclamara liberal, porque quedaría sin derechos; recordemos que él era afrodescendiente y sabía que la nueva Constitución lo dejaba fuera y también a muchas personas”, comentó.

Cuando Guerrero unió fuerzas con Iturbide, este último consiguió, de manera inmediata, el control de una región enorme del país, todo lo que se llamaba entonces tierra caliente que corresponde al actual estado de Guerrero, pero también a la parte más austera de Oaxaca, Michoacán e inclusive de Jalisco.

Además, debido a que Vicente Guerrero se adhirió al Plan de Independencia, otros personajes también lo hicieron, como Nicolás Bravo, Manuel Mier y Terán y Carlos María de Bustamante, aunque ya habían sido indultados, añadió Ávila Rueda.

De las tres garantías, explicó, la religión oficial se eliminó desde 1857, en tanto que la unión se modificó, para conservarla sólo dentro de México, pero ya no con España debido a que dicha nación dejó pasar una década antes de reconocer a nuestro territorio como independiente.

El académico, galardonado con el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos 2007, aclaró que “Iturbide imaginaba que dicha Constitución y gobierno serían monárquicos, y el resultado fue que el Congreso y la Constitución fueron republicanos y federalistas”.

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