Carbono 14 y la falsificación del whisky

Un grupo de científicos de la Universidad de Glasgow ha utilizado el método del carbono 14 para detectar las falsificaciones.

Con una técnica utilizada en la antropología y en la arqueología, ahora se descubre la falsificación de esta bebida.

Entre los consumidores de whisky hay toda una “cultura”, en la que caben sobre todo subastas de botellas de whisky de extraordinario sabor, y de extraordinario precio, pero que en ocasiones son falsificadas.

Una anécdota muy conocida ocurrió a mediados de 2017. Un joven chino entró al bar de un hotel muy famoso, el Waldhaus, en St. Moritz, Suiza, y pidió una copa de whisky, pero no de cualquiera sino de un Macallan 1878.

El dueño del hotel le dijo que esa botella no estaba a la venta. Como el cliente insistió, y después de consultar con su padre, le abrió la botella y le sirvió su copa.

Por el trago de dos centilitros, el joven pagó 9999 francos suizos, aproximadamente 7600 libras. Lo más extraordinario fue que meses más tarde se comprobó que el whisky era falso.

Desde hace años, los fabricantes de whisky están preocupados por la venta de whisky en cuya etiqueta se afirma que ha sido destilado en el siglo XIX o a mediados del siglo XX, pero que es falso, o que simplemente no es whisky.

Frente a este panorama, un equipo de científicos de la Universidad de Glasgow, dirigidos por Gordon Cook, ha utilizado el método del carbono 14 para detectar las falsificaciones.

En los años 50 y 60 del siglo pasado se hicieron numerosos ensayos nucleares los cuales arrojaron enormes cantidades de isótopos de carbono 14 a la atmósfera, que fueron absorbidos por los seres vivos.

El carbono tiene tres isótopos naturales –carbono14, carbono 13 y carbono 12–, de los cuales, el carbono 14 es radiactivo, se desintegra o decae a una tasa conocida; por lo tanto, una muestra de material orgánico puede ser fechada con exactitud al medir cuánto de su carbono es carbono 14.

En muestras de whiskies de diversas marcas destilados en el lapso que va de 1950 a 2015, el equipo del profesor Cook midió el carbono14, el carbono 13 y el carbono 12. De acuerdo con los investigadores, se detectaron muchos fraudes, uno de los cuales fue un whisky del que se afirmaba que se destiló en 1863, pero que fue fabricado entre 2007 y 2014.

Como buen escocés, el profesor Cook disfruta de un trago de buen whisky, lo único que pide es que sea auténtico y del año impreso en la etiqueta.

Por cierto, el dueño del hotel voló a Pekín para regresar al joven –Zhang Wei, de 36 años, escritor de novelas sobre artes marciales publicadas en internet– lo que había pagado por un shot de whisky falso.

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