Catarro común, el futuro de Covid-19

Puentes de vida y cultura entre naciones, lema de la reunión internacional que se realiza en la sede UNAM-Tucson

Es muy poco probable que en los próximos años se pueda erradicar en el mundo el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19. Seguirá con nosotros, pero la percepción será diferente. A largo plazo se convertirá en otro coronavirus causante de catarro común, produciendo una enfermedad manejable, con morbilidad y mortalidad más reducida, consideró Carlos Federico Arias Ortiz, investigador del Instituto de Biotecnología.

“Cuando tengamos un nivel de inmunidad de 70 a 80 por ciento en la comunidad, el virus circulará con baja intensidad y el número de nuevos casos y muertes disminuirán”, previó el virólogo.

Durante la charla ¿Cómo Llegamos al Covid-19 y Qué Esperamos para el Futuro?, afirmó que es de suponerse que los países de altos ingresos hayan vacunado a una alta proporción de su población para 2022, mientras que muchos de ingresos medios y bajos tendrán que esperar hasta 2023 o 2024 para lograr una adecuada cobertura.

La conferencia de Arias Ortiz inauguró el Primer Encuentro Internacional de Ciencias, Artes y Humanidades, que se realizó de manera virtual en la Sede UNAM-Tucson (Centro de Estudios Mexicanos) en Arizona.

De manera virtual, la reunión internacional surge tras 110 ediciones nacionales y recibió la estafeta de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Morelia. Durante dos días se efectúan charlas, talleres, música, cine y actividades infantiles, todo bajo el lema “Puentes de vida y cultura entre naciones”.

Encabezaron la apertura William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica; Francisco José Trigo Tavera, coordinador de Relaciones y Asuntos Internacionales, y Elena Centeno García, directora de UNAM-Tucson, a quienes acompañaron integrantes de los consulados de México en Arizona.

Factores

Entre los factores relevantes que influirán en el desarrollo y duración de la pandemia, el científico mencionó las vacunas y su efectividad, la rapidez del proceso de cobertura y las variantes virales.

Arias Ortiz dijo que en el mundo se han probado ocho de ellas en por lo menos un país, con mejores resultados que los esperados inicialmente, los cuales van de 65 a 95 por ciento de eficacia contra la infección sintomática. Además, la protección es muy alta (más de 90 por ciento) contra enfermedad grave y muerte.

Sin embargo, “no sabemos si previenen la transmisión del virus, ignoramos la duración de la protección que ofrecen y no sabemos si resguardan contra la infección de variantes virales”, alertó.

Subrayó que la vacunación es muy lenta en la mayor parte del planeta, especialmente en las naciones más pobres. “En más de 70 países sólo se ha aplicado una dosis a menos del uno por ciento de la población y en muchos de los territorios más pobres todavía no inicia este proceso”.

Advirtió que mientras haya poblaciones susceptibles, el virus continuará multiplicándose activamente y seguirán apareciendo mutaciones más contagiosas, más virulentas o que escapen con mayor facilidad a la respuesta inmune natural o inducida por los antígenos. “Aun si la mayor parte de las naciones tiene una alta cobertura de vacunación, siempre podrá emerger variantes de preocupación en otra parte del orbe”.

Arias Ortiz señaló que la vacunación permitirá regresar a la vida prepandémica, pero alertó que mientras no sepamos las respuestas a las interrogantes sobre su funcionamiento y no alcancemos altos niveles de inmunidad, es recomendable mantener las medidas sociales e individuales de protección durante 2021.

“Por lo pronto las vacunas no deberían sustituir, sino complementar, las medidas de salud pública, en especial si la intensidad de transmisión es alta en el país”, resumió.

Carlos Arias. Fotos: Francisco Parra.
También podría gustarte