Reconocimiento mundial en radioastronomía
Estudiar la formación de nuevas estrellas y sus planetas le valió importante distinción
El fundador del IRyA y doctor honoris causa ha sobresalido por el estudio del nacimiento y juventud de las estrellas
El investigador emérito Luis Felipe Rodríguez Jorge, académico fundador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) y doctor honoris causa por esta casa de estudios, fue distinguido con la Cátedra Karl G. Jansky, que otorgan el Observatorio Nacional de Radioastronomía de Estados Unidos (NRAO, por sus siglas en inglés) y el Consorcio de Universidades Asociadas de ese país.
La cátedra, máximo reconocimiento mundial en el campo de la radioastronomía, se entrega cada año a un destacado integrante de esa comunidad científica en el mundo y honra a Karl G. Jansky, quien en 1932 detectó por primera vez ondas de radio de una fuente cósmica. Su descubrimiento de señales de radio en la región central de la Vía Láctea dio inicio a la radioastronomía, un área de la astronomía hoy en pleno auge.
“En el mundo de la radioastronomía, que tendrá entre cuatro y cinco mil especialistas, es la distinción mayor que hay. Jansky fue el creador de la radioastronomía en los años 30 del siglo pasado. Recibir la cátedra es un gran gusto”, expresó el universitario.
Al recibir la cátedra, Rodríguez Jorge se comprometió a ofrecer en noviembre conferencias en las tres ciudades de Estados Unidos que tienen sedes del Observatorio Nacional de Radioastronomía, ubicadas en Virginia, Virginia Occidental y Nuevo México.
Rodríguez Jorge, también integrante de El Colegio Nacional, dijo que la radioastronomía vive una época de auge desde 1932 en que Jansky hizo la primera detección de ondas de radio.
“Ha sido una etapa de crecimiento, con la construcción de instrumentos cada vez más poderosos. Es maravilloso estar involucrado con esta ciencia relativamente nueva, que tiene menos de 100 años. Se han construido equipos como el arreglo Atacama Large Milimeter/submilimiter Array (ALMA), que está en Chile; y el Very Large Array, ubicado en Nuevo México, los cuales los radioastrónomos mexicanos hemos utilizado con frecuencia.”
Rodríguez Jorge, primer radioastrónomo iberoamericano y considerado el padre de la radioastronomía en México, comentó que en el país esta ciencia es joven y está comenzando.
“Hemos ido avanzando poco a poco. El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), de Tonantzintla, Puebla, tiene ya un radiotelescopio de gran diámetro, que se llama el Gran Telescopio Milimétrico, ubicado en el volcán Sierra Negra, en Puebla. En tanto, la Universidad Nacional tiene en Morelia (sede del IRyA) un grupo de 10 radioastrónomos, considerado un grupo grande.”
Rodríguez Jorge calculó que en México hay un total de 25 personas trabajando en radioastronomía y completando el estudio del universo que se hace con la luz visible, que es la astronomía tradicional. Casi la mitad de los especialistas trabajan en la UNAM; y el resto en INAOE y las universidades de Guanajuato y Guadalajara.
El grupo más grande está en el IRyA de la UNAM. “Cuando fundamos el IRyA en Morelia, hace 25 años, éramos unos pocos, pero el grupo ha crecido hasta convertirse en el más grande del país”, mencionó.
Formación de estrellas y planetas
Actualmente, el trabajo de Rodríguez Jorge está centrado en entender cómo ocurre la formación de nuevas estrellas y sus planetas. “Ahora sabemos que la mayoría de las estrellas forman a su alrededor planetas y estamos tratando de comprender cómo se forman éstos, en especial los parecidos a la Tierra, para entender nuestros propios orígenes. Es un área que en México tiene mucha tradición”, explicó.
En su vasta carrera como investigador y docente, Rodríguez Jorge ha sobresalido por el estudio sobre el nacimiento y juventud de las estrellas y sobre las fuentes galácticas de rayos X. Entre sus aportaciones se cuentan el descubrimiento de los flujos bipolares en estrellas jóvenes, la elucidación del mecanismo que excita a los objetos Herbig-Haro, y la detección de discos protoplanetarios en estrellas jóvenes.
Al ofrecer un mensaje a los jóvenes, Rodríguez Jorge los animó a seguir una carrera científica, que está llena de satisfacciones y descubrimientos. “Todos los días se levanta uno y aprende algo nuevo. Tiene sacrificios, pero muchas satisfacciones a cambio”.