Firme opositor de las injusticias

Celebra la UNAM el centenario de Pablo González Casanova

El homenajeado se pronunció porque Universidad, gobierno y sociedad civil atiendan los viejos dolores de los pobres y los nuevos problemas que les acarrea la industrialización

Foto: Benamín Chaires.

Don Pablo González Casanova es un ser ejemplar, un académico sin tacha, un hombre que influyó determinantemente en la vida democrática de nuestra nación; es también un firme opositor de las injusticias y un universitario íntegro y cabal.

Así lo afirmó el rector Enrique Graue Wiechers al encabezar la ceremonia híbrida con motivo del centésimo aniversario del exrector e investigador emérito. “Son 100 años de una vida plena de la que todas y todos los mexicanos debemos sentirnos muy orgullosos”.

En el acto, en el que participaron a distancia los exrectores de esta casa de estudios José Sarukhán Kermez, Francisco Barnés de Castro y José Narro Robles, el autor de La democracia en México manifestó su beneplácito por la celebración, en la que se pronunció porque Universidad, gobierno y sociedad civil atiendan los viejos dolores de los pobres y los nuevos problemas que les acarrea la industrialización.

En el Auditorio de la Torre de Rectoría también estuvieron integrantes de la Junta de Gobierno de la UNAM; la secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno de la Ciudad de México, Rosaura Ruiz Gutiérrez; así como la secretaria general del Comité Ejecutivo de la AAPAUNAM, Bertha Rodríguez Sámano, entre otros.

González Casanova destacó la creación del Sistema de Universidad Abierta y del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM, que representaron un paso sólido para avanzar en esa misión.

Acompañado por los presidentes en turno de la Junta de Gobierno y del Patronato Universitario, Juan Alberto Adam Siade y Mario Luis Fuentes Alcalá, respectivamente, Graue Wiechers aseguró que el rectorado de González Casanova redefinió a la Universidad Nacional de cara al futuro.

El CCH significó abrir las puertas a la educación a decenas de miles de estudiantes y el Sistema de Universidad Abierta permitió incrementar los alcances educativos hacia una franja aún mayor de población. “Don Pablo nos demostró que las innovaciones y las alternativas educativas son posibles en nuestra casa de estudios, gracias a la pluralidad, diversidad y heterogeneidad que nos caracterizan”.

La coordinadora de Humanidades, Guadalupe Valencia García, se refirió al exrector de la UNAM como un “creador de instituciones, referente moral de todas y todos los universitarios en México y el mundo”, y como su querido y admirado maestro.

El secretario general, Leonardo Lomelí Vanegas, manifestó que con este homenaje la Universidad Nacional conmemora la vida y la obra de uno de sus egresados más ilustres, las contribuciones de uno de sus exrectores más queridos y las grandes aportaciones a las ciencias sociales de uno de sus académicos más reconocidos en México y el mundo.

La exdirectora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Angélica Cuéllar Vázquez, resaltó que el legado más importante de González Casanova para la entonces Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales –de la que fue director de marzo 1957 a marzo de 1965– fue renovar los planes de estudio para formar profesionales con habilidades teóricas, metodológicas y técnicas que pudieran diagnosticar problemas y ofrecer soluciones.

El director general de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades, Benjamín Barajas Sánchez, indicó que Pablo González Casanova no sólo fue el fundador protocolario del CCH, también ha sido el líder académico que contribuyó a delinear su modelo educativo con base en un conjunto de principios y valores que continúan vigentes. “Ahora que el sistema educativo presencial está migrando a una modalidad híbrida, su visión del Colegio fue profética”.

Y el académico del Instituto de Investigaciones Sociales, Ricardo Pozas Horcasitas, aseveró que el homenajeado es, ante todo, un universitario que ha cumplido los principios universales que sustentan la libertad de conocimiento y el sentido del pensamiento moderno, científico y humanista que edifica a la UNAM todos los días.

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