Hubo exhibición de especímenes

Celebran en el Instituto de Ciencias del Mar el Día de las Estrellas

Los estudiantes visitaron diversos laboratorios para hablar sobre las diferentes escalas de tamaño de la diversidad biológica en el océano y el fondo marino

Ofiuro del género Ophiothrix. Foto: Benjamín Chaires.

Los organismos que viven en el mar y los procesos que desarrollan –remineralización, sumidero de carbono– son esenciales para mantener la vida en el planeta y regular el clima. Sin embargo, la biota con esqueletos calcáreos como las estrellas de mar, se verán afectados por el cambio global, alertó la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM, Elva Escobar Briones.

En entrevista, precisó que la acidificación en el océano afectará el desarrollo de larvas que tienen carbonato de calcio y, con ello, además de influir de manera desfavorable en las tramas alimenticias en las que interactúan con otras especies, no llegarán a estado adulto. Eventualmente, por el calentamiento, que estratifica la columna de agua, muchas especies estarán sujetas a la reducción de alimento.

La científica señaló que la desoxigenación en agua y fondos marinos atribuida al aumento de la temperatura promoverá la migración de especies de mares tropicales a templados y fríos, mejor oxigenados y con más alimento; en el caso del Pacífico mexicano, que presenta una zona de mínimo oxígeno, aquélla se expandirá con efectos sobre la biota.

Escobar Briones dijo respecto al mar profundo que pese a la ausencia de luz, alta presión y baja temperatura, el cambio climático también tendrá efectos sobre la biodiversidad, en especies únicas, muchas de ellas longevas, así como los procesos que se desarrollan en este extenso ecosistema que ocupa el 95 % del espacio marino.

Otro factor, acotó, es el derretimiento y reducción de hielo en los polos, que disminuye el hundimiento de agua fría y bien oxigenada en las profundidades, lo cual en el largo plazo tendrá un impacto en la biodiversidad de los fondos marinos.

Una función de gran relevancia, agregó, es la filtración que llevan diversas especies en el agua y el fondo marino –corales, esponjas, mejillones, salpas–, entre muchos otros, la cual mantiene un océano limpio y transparente que facilita también la comunicación de las especies en el mar por bioluminiscencia.

Con el propósito de visibilizar la importancia de la biodiversidad en el océano y valorar su trascendencia para la sociedad y las próximas generaciones, Escobar Briones y un equipo de especialistas de dicha entidad académica contribuyeron al Día de las Estrellas, actividad impulsada por la Academia Mexicana de Ciencias. Con la exhibición de especímenes obtenidos en campañas oceanográficas explicaron la riqueza en sus diversos hábitats y la vulnerabilidad ante la contaminación, resultado de la mayor actividad humana en costas y mares y del calentamiento global.

En el caso del ICML de la UNAM, participaron en la jornada los laboratorios de Zooplancton, Geoquímica, Ecología y Biodiversidad de Invertebrados Marinos, Diversidad y Ecología del Fitoplancton Marino, y de Biodiversidad y Macroecología, además de que se ofreció una visita al microscopio electrónico de barrido. Estos espacios, abrieron sus puertas al público en general para hablar sobre las diferentes escalas de tamaño de la diversidad biológica en el océano incluyendo el fondo marino.

Escobar Briones resaltó que la diversidad biológica marina además de proveer recursos alimenticios está ligada a la salud y al bienestar de las personas, relación que comúnmente es desconocida; en el caso del mar profundo, agua y sedimentos a más de 200 metros de profundidad se han espaciado en escalas de tiempo de millones de años, lentamente, bajo condiciones ambientales estables. Aquí el riesgo de pérdida de la biodiversidad es grande por desconocimiento y el creciente uso del océano, cada vez más lejos de la costa y más profundo. La conservación es necesaria.

Donde se originó la vida

Pablo Hernández Alcántara, titular de la Colección Nacional de Anélidos Poliquetos, recordó que la vida se originó en el mar y que ahí hay unos 36 grandes grupos de organismos marinos, la mayoría desconocidos, y se calcula que alrededor del 80 % de las especies que habitan no son conocidas.

Detalló que, de ellos, los poliquetos son uno de los grupos de invertebrados, relativamente poco conocidos pero importantes, porque habitan sobre todo en los fondos de los mares, llamados organismos bentónicos.

En general, indicó el doctor en Ciencias, en México se conocen aquellos ejemplares asociados a actividades productivas directamente, pero hay invertebrados que no hay quien se dedique a estudiar. En el mundo se describen aproximadamente mil 600 especies nuevas al año; sin embargo, se ha calculado que más de 2 mil se extinguen también cada año; es decir, muchas desaparecen sin conocerlas.

Sobre el calentamiento global, precisó que se sabe poco de su efecto en estos grupos de organismos, pero sí que se altera el hábitat de los acostumbrados o adaptados a condiciones ambientales precisas.

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