Participan investigadores de Ciencias del Mar

Challenger 150, estudio internacional sobre el mar profundo

Proyecto emblemático del decenio que empieza; ese espacio marino, una caja negra; intervienen científicos de 17 naciones

La propuesta busca que a lo largo de 10 años se tenga mayor cobertura, bases de datos de acceso abierto y modelos predictivos con escenarios de los efectos del cambio climático, la contaminación y el uso de los recursos. Foto: National Oceanic and Atmospheric Administration.

El mar profundo es uno de los biomas fundamentales del planeta tanto por los servicios ecológicos que proporciona como por las funciones vitales que representa; no obstante, es el menos estudiado. Por ello, un grupo internacional de científicos, entre los cuales se encuentran académicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML), redactaron el proyecto Challenger 150 que pretende examinar este espacio marino desde un enfoque multidisciplinario.

El equipo integrado por 45 instituciones de 17 países, entre ellos México, propone desarrollar una década de investigación dedicada a acelerar el conocimiento de las regiones más profundas del océano.

“Por medio de esta iniciativa se busca implementar las mejores prácticas como esa estrategia para uniformizar y estandarizar métodos de colecta y registro de datos del mar profundo que el día de hoy es una caja negra. Se planea capacitar a jóvenes de regiones donde no existen capacidades en estas temáticas y centrar esfuerzos en geografías pobremente documentadas”, resaltó Elva Escobar Briones, investigadora del ICML.

De hecho, abundó, recientemente se presentaron los cuatro objetivos que sustentan este proyecto en un artículo publicado en Nature Ecology and Evolution, y la hoja de ruta en la revista Frontiers in Marine Science, en la cual se detalla el Plan de acciones recomendadas. Challenger 150 reconoce que para estudiar el mar profundo se requiere de múltiples disciplinas en un esfuerzo conjunto de las diferentes regiones geográficas, incluyente en géneros, generaciones y a los distintos conocimientos de las ciencias duras, sociales y las humanidades.

Desarrollo de nuevas tecnologías.

Antecedentes

Escobar Briones recordó que la idea de robustecer la indagación del mar profundo con diversas disciplinas data de 2012 cuando se creó en una reunión en la UNAM la Iniciativa de Gestión del Océano Profundo en la que durante tres días de trabajo se integraron grupos para tratar los retos y problemáticas. En 2018 se estableció el denominado para la Década de la Investigación de los Océanos Profundos.

En 2019 se sometió la propuesta Década del Mar Profundo a la convocatoria anual del Comité Científico de Investigación Oceánica. Esta fue evaluada y financiada como el Grupo de Trabajo 159. El equipo se reunió en Aveiro al inicio de 2020 para redactar la estructura de Challenger 150 y posteriormente se ha trabajado virtualmente en la hoja de ruta y en definir los objetivos de las acciones a desarrollar entre 2021 y 2030.

Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030).

El proyecto

Esta iniciativa se sujetará a la Convocatoria de Acciones del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible proclamado por la Organización de las Naciones Unidas. “El grupo de investigadores que sometemos este programa busca contribuir con conocimiento científico”, dijo.

Esperamos que más investigadores de la UNAM, del país y de las diferentes regiones se unan a Challenger 150 que cuenta con financiamiento parcial, lo que facilitará recaudar apoyo de agencias filantrópicas para las acciones planteadas, enfatizó.

De los mares de México, el Caribe y el Pacífico Oriental Tropical han sido menos estudiados que el Golfo de México. La propuesta busca que a lo largo de 10 años se tenga mayor cobertura, bases de datos de acceso abierto y modelos predictivos con escenarios de los efectos del cambio climático (calentamiento, acidificación, desoxigenación), de la contaminación (residuos, plástico) y del uso de los recursos (desecho de aguas negras, minería, desecho de salmuera, extracción de hidrocarburos) al mar profundo.

“Con mejor información podremos crear un servicio de alerta temprana con respuestas oportunas a las crisis, informar con conocimiento científico la toma de decisiones y planear en el largo plazo la investigación requerida.”

“Si en alguna región no hay especialistas o capacidades en mar profundo, Challenger 150 busca crearlas, y así sumar esfuerzos para la investigación y la cultura de los océanos, en aras de sensibilizar a la sociedad de la importancia del océano profundo para su futura supervivencia en el planeta”, comentó.

“También considera el desarrollo e innovación de tecnología y herramientas. El estudio de mar profundo genera muchos datos, por lo que el monitoreo y seguimiento con observatorios, boyas, requerirá del uso de aprendizaje de máquinas e inteligencia artificial para la búsqueda de patrones a partir de grandes cantidades de datos, imágenes y videos para comprender los patrones y pérdida de la diversidad”, apuntó.

“La UNAM tiene mucho que ofrecer, no sólo porque aquí se gestó la Iniciativa de Gestión del Océano Profundo, sino también porque es reconocida por su capacidad educativa, por ser la sede del Laboratorio Nacional Buques Oceanográficos, por efectuar talleres, seminarios con la intervención de destacados expertos y convocar a otros en las diversas disciplinas requeridas en los ámbitos nacional e internacional.”

Estudio de los minerales.

Capacitación de especialistas

Elva Escobar informó que su función en Challenger 150 incidiría en la capacitación de especialistas en mar profundo y apoyar la investigación propia de su disciplina. “La formación de capacidades es el eje transversal para buscar solución a los desafíos del Decenio. Ésta incluye acciones en los buques, en el laboratorio y telepresencia. La capacitación incidirá en mejores prácticas y la generación de datos para usuarios diversos”, puntualizó.

“Queremos que este sea uno de los proyectos emblemáticos del inicio del Decenio en 2021. Challenger 150 busca contribuir en un esfuerzo conjunto más que en esfuerzos individuales”, concluyó.

Análisis de recursos genéticos marinos. Fotos: Decade of Deep-Ocean Science (DOSI).
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