Conferencia de Stephen B. Kaplan

China impulsa modernización en América Latina

Según el investigador de la Universidad George Washington, la nación asiática ha experimentado la compra de la deuda pública en países como Costa Rica

China se ha sumado al selecto grupo de cinco principales acreedores mundiales, en detrimento de naciones como Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, especialmente a partir de 2008 cuando surgió la crisis económica global. Indagar cómo esto ha afectado el rompecabezas económico es lo que da origen al libro Globalizing Patient Capital. The political economy of chinese finance in the Americas, detalló Stephen B. Kaplan, investigador de la Universidad George Washington.

Al presentar su texto en un ciclo de conferencias organizado por el Centro de Estudios China-México, Kaplan recordó que durante el 19 Congreso Nacional del Partido Comunista el presidente Xi Jinping prometió convertir a China en un líder de potencias mundiales en 2050.

A partir de ahí, ha abierto nuevos caminos para que países en desarrollo logren la modernización; y a cambio China les ofrece una nueva opción para aquellos que quieren acelerar su desarrollo preservando su independencia, explicó el profesor de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

“En el caso de México, no existe una necesidad o dependencia de las inversiones provenientes de China, y posiblemente puede competir con su industria en algunos de estos aspectos, particularmente los relacionados con Estados Unidos”, algo muy diferente a Brasil, Venezuela o Argentina, naciones que sí han requerido de inversiones importantes originadas en bancos chinos, aclaró Kaplan.

Debido a la pandemia, mencionó, China ha recalibrado más los riesgos que toman sus bancos, así que lo que se ha visto en los últimos tiempos es una desaceleración en sus inversiones, pero esta nación ha incrementado las relaciones diplomáticas con otros países, y se empieza a ver en sectores como telecomunicaciones, orientados a expandir sus mercados.

Según el investigador, naciones como Costa Rica han experimentado la compra de su deuda pública por bancos chinos, y simultáneamente estos países han comenzado a recibir inversiones asiáticas relacionadas con el sector de tecnología, por lo que están recibiendo constantes recursos de esa nación.

Los bancos asiáticos tienen una cartera de deuda principalmente en Asia (51 %), África subsahariana (18 %), América (16 %), Eurasia (11 %) y otras naciones (4 %), y el capital chino ha cambiado la base del trilema al eliminar la amenaza de salida del capital y permitir una mayor maniobrabilidad política, pues los controles de capital limitan las inversiones privadas en el extranjero; y restringen la capacidad de los residentes para invertir en activos financieros en el extranjero, además de mantener al mínimo las conexiones financieras a corto plazo entre China y el resto del mundo.

Acompañado por Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China- México, el investigador del Instituto para la Política Económica Internacional detalló que parte del atractivo de los bancos chinos es que los inversores permanezcan en los buenos y malos tiempos.

En comparación con el énfasis de las finanzas occidentales en proyectos rentables, los bancos chinos se encargan de catalizar las finanzas en “espacios crediticios estratégicos”, para crear actividad económica en entornos de riesgo. Sin embargo, el apetito por el riesgo no es ilimitado, ya que los bancos se han inundado de pólizas en lugares de riesgo como Venezuela y Pakistán.

Para las naciones de Latinoamérica, agregó Kaplan, el costo-beneficio es evidente, pues los financiamientos de largo plazo que ofrecen los bancos chinos se alinean mejor con el horizonte de desarrollo de la región; mientras que los préstamos de condicionalidad comercial están vinculados a empresas, productos y maquinaria chinos.

La modernización industrial es una característica clave del plan de desarrollo en América Latina de China, pero sólo 1/10 de la inversión extranjera directa china se destinó al sector manufacturero, y 2/3 de la inversión fue a Brasil, señaló.

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