Ciclo menstrual, barrera ante enfermedades

Resultados preliminares del primer estudio en su tipo en el mundo, realizado en la UNAM

El ciclo menstrual hace que el sistema fisiológico y físico de la mujer sea más resiliente y resistente ante el ataque de enfermedades, es decir, es una barrera protectora que se pierde en el envejecimiento, revelan resultados preliminares del primer estudio en su tipo en el mundo, realizado por científicos de la UNAM.

Ana Leonor Rivera López y Antonio Barajas Martínez, del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), titulares del proyecto Calmecac, explicaron que tanto hombres como mujeres son especialmente distintos en la juventud.

Llevaron a cabo el monitoreo del periodo femenino durante 45 días, con el propósito de conocer las reacciones del corazón, presión arterial y ritmo respiratorio. En los varones también siguieron estos tres indicadores, a fin de comparar.

“Lo que queremos entender no es el mecanismo del ciclo menstrual, eso ya está muy observado, sino el fisiológico, qué le pasa al corazón de estas mujeres durante todo este tiempo, qué ocurre con su presión arterial, cuáles son las diferencias en su ritmo respiratorio, es mejor su acoplamiento cardiorrespiratorio y cardiovascular en las jóvenes”, dijo.

Lo que se está mostrando, prosiguió la investigadora, es que las redes fisiológicas son una herramienta importante para comprender “por qué en la juventud somos tan diferentes hombres y mujeres, y cómo responde nuestro organismo ante las enfermedades”.

El seguimiento “nos permitirá saber cuándo debemos tener más cuidado; por ejemplo, si nos van a hacer un estudio cardiaco cuando se está menstruando, tal vez no es el mejor momento”.

En 2019, detalló, se invitó a alumnos de la Facultad de Medicina a participar en esta indagación; se dio seguimiento a un grupo conformado por seis mujeres e igual número de hombres a quienes se les abrió un historial médico en donde diariamente se registró su presión arterial, peso, frecuencia cardiaca, signos vitales y medición de cintura.

Para monitorearles el ciclo cardiaco y respiratorio se les colocó una banda Bioharness mientras permanecían acostados, respirando rítmicamente (proceso asociado a un buen estado de salud) y también de pie; asimismo, un reloj inteligente con el propósito de medir el ritmo cardiaco, frecuencia de pasos, calidad del sueño y temperatura corporal durante el día.

De manera adicional, a ellas se les solicitó una muestra de orina diaria y cuatro muestras sanguíneas durante su periodo, con lo cual se determinó la química del sistema y se obtuvieron datos para revisar la red fisiológica y su variación a lo largo del mes, mencionó.

Antonio Barajas Martínez expuso: “Una de las fortalezas del estudio es que estamos midiendo los niveles hormonales en la sangre, entonces podemos ver si hay una relación cuantitativa entre los niveles de alguna hormona, como el estrógeno, y la variabilidad, directamente”.

¿Qué pasa con ellos?

Se encontró que los varones tienen mayores variaciones en cuanto al ciclo cardiaco o de respiración, mientras que en las mujeres son constantes. “El ritmo cardiaco de una persona sana, acostada (en reposo) puede estar entre 50 y 75 latidos por minuto en el hombre, pero en una mujer será entre 55 y 65. Conforme pasa el ciclo menstrual lo que se ve es que, en la fase más alta del periodo, el ritmo aumentó entre 65 a 75”, refirió Rivera López.

Debido a que la investigación se vio interrumpida por la pandemia, los especialistas esperan que, una vez que reinicien las clases presenciales se pueda tener la intervención de nuevos voluntarios hasta alcanzar unos 60 sujetos analizados (30 mujeres y 30 hombres), trabajo que esperan tarde un año en ser concretado.

Aunque hasta el momento los participantes han sido nada más de la Facultad de Medicina, los científicos invitaron a todos aquellos que se quieran sumar sin importar la carrera que cursen, sólo se pide su compromiso para hacer todas las pruebas. Los interesados pueden buscarlos en su página del Instituto de Ciencias Nucleares.

Llevaron a cabo el monitoreo del periodo femenino durante 45 días con el propósito de conocer las reacciones del corazón, presión arterial y ritmo respiratorio. Foto: cortesía del C3 e ICN.
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