Científicas estimulan la imaginación por la ciencia y la tecnología

Cinco investigadoras del ICN charlaron vía Zoom con niñas y niños

Qué es el ozono, por qué el universo tiene límites, para qué sirve la clorofila, se puede revivir a los dinosaurios… y sobre todo… qué llevó a las investigadoras a estudiar ciencia destacaron entre las preguntas que niñas y niños que forman parte del Programa Adopte un talento (Pauta) realizaron a investigadoras del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN).

Pilar Carreón Castro, directora del ICN, señaló que la celebración es un recordatorio de que las niñas y las mujeres desempeñan un papel fundamental en las comunidades de ciencia y tecnología, por lo que su participación debe fortalecerse.

Al inaugurar la cuarta edición del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la investigadora comentó que las mujeres son agentes de cambio y protagonistas, porque “tenemos toda la capacidad para realizar cualquier actividad científica y la ciencia no tiene género, pueden estudiarla también mujeres y niñas”.

Acompañada por Gabriela de la Torre, coordinadora del Pauta, la investigadora recordó que la Asamblea General de Naciones Unidas decidió proclamar en 2016, el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia como un reconocimiento al papel clave que desempeñan las mujeres en la comunidad científica y en la tecnología.

Trabajo e inspiración

Como parte de la celebración, cinco investigadoras del ICN charlaron vía Zoom con pequeñas con quienes compartieron no sólo parte de su trabajo, sino que les contaron qué fue lo que las inspiró a convertirse en científicas.

La primera en charlar con las pequeñas fue Alicia Negrón Mendoza, del Laboratorio de Evolución Química del ICN, quien habló sobre el origen de la vida, y cómo la dedicación y el ingenio son claves para acercarse a dar respuesta a esta búsqueda. “La química estudia la materia y sus cambios es el salero de todas las mesas, la van a encontrar en muchos lados, simplemente vean a su alrededor y verán muchos productos químicos o que en su fabricación involucró procesos químicos, simplemente su celular trabaja con pilas y muchas otras cosas”.

Otra en compartir su experiencia fue Celia del Cármen Escamilla Rivera, del Departamento de Gravitación y Teoría de Campos del ICN, quien compartió parte de su pasión sobre el universo y qué se necesita para crearlo. “Nosotros los cosmólogos y cosmólogas nos dedicamos precisamente al estudio del universo, entender cómo nació, qué es lo que está pasando y cómo podría llegar a fallecer el universo, si es que sucedería. Para saberlo tenemos antenas, telescopios en el planeta Tierra que son nuestros ojos en el espacio y con los que somos capaces de enviar naves espaciales que serán nuestros ojos en el cosmos”, detalló la investigadora.

El tercer turno tocó a Ana Leonor Rivera López, quien ofreció la charla ¿Qué hace una científica compleja? Trata de entender el universo y, de manera similar a los niños, tiene una curiosidad enorme para tratar de comprender por qué estamos en este universo.

Al poner como ejemplo el cuerpo humano, precisó que se trata no sólo de ver qué partes lo forman, sino que “hay otro enfoque, otra manera de ver las cosas, eso es lo que hacemos los complejos, decimos, no son sólo las partes, sino cómo están relacionadas unas con las otras”.

La siguiente en charlar fue Carmen Virginia Ortega Alfaro, del departamento de Química de Radiaciones y Radioquímica, quien contó su experiencia con organismos bioluminiscentes y enseñó a las pequeñas a extraer clorofila a partir de las espinacas. “Las clorofilas son responsables del color verde, son sustancias que se encuentran en las plantas y responsables del color verde, especialmente en las hojas y tallos de las plantas. En sus células las plantas tienen sacos pequeños que se encargan de la producción de la energía fotosintética”, detalló.

Finalmente, Rosa Leticia Becerra Godínez, experta en astrofísica y astronomía en rayos gamma, narró que desde pequeña estuvo interesada en los dinosaurios y sus diferentes tipos; sin embargo, cuando se enteró de que éstos habían desaparecido debido a un meteorito, decidió que debía estudiar astronomía. “¿Qué necesitamos para ser científicos? Yo diría que la primera es trabajar muy duro, no hay que darse por vencido. Pero eso también aplica si quieren ser deportistas, ahorita están los juegos olímpicos de invierno, y una competencia dura cuatro minutos, pero él no ensaya cuatro minutos, él practica por semanas y años para hacer a la perfección esos pocos minutos”, comentó.

Todas las investigadoras respondieron las preguntas de los que se sumaron a la sesión y a quienes confiaron inspirar para que, en un futuro sigan alguna carrera científica.

Foto: Francisco Parra.
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