Colaborar con el enemigo, nuevo libro

Se requiere de un enfoque que dé lugar a la discordia, la experimentación: el autor, Adam Kahane

Foto: Carlos Vega
Foto: Carlos Vega

La Universidad Nacional, por medio de Libros UNAM, en coedición con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, publica Colaborar con el enemigo. Cómo trabajar con quien no estás de acuerdo, no te agrada o no confías, de Adam Kahane. El mensaje del libro es que la colaboración se hace cada vez más necesaria y difícil, por lo que debemos cooperar con mayor frecuencia con gente muy diversa.  “No sólo tenemos que hacerlo con nuestros amigos y colegas, sino también con extraños y opositores”, dijo el autor durante la presentación en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario.

En el texto, con preámbulo del rector Enrique Graue, Kahane expone lo complicado que resulta conciliar intereses encontrados o violentamente enfrentados en el mundo actual. Precisamente por esta situación, señaló el investigador en políticas públicas, “requerimos un nuevo enfoque de la colaboración que dé lugar a la discordia, la experimentación y la genuina cocreación. La idea de que es sólo armonía resulta sentimental y anémica”.

El autor comentó que la receta para la colaboración tiene tres ingredientes: “Concentrarnos en la parte buena que conduce al bienestar de todos; convenir cuál es el problema y su solución, implementando las acciones que así lo permitan; y enfocarse en lo que la gente tiene que hacer”. Luego aclaró: “La limitante de este enfoque es que sólo funciona en situaciones simples, armoniosas y estables. En tanto que en situaciones complejas y fuera de control no se puede tener este tipo de acuerdos. En caso de lograrlos no duran, no son permanentes”.
Colaboración elástica

Además, abundó, la colaboración convencional es peligrosamente inadecuada. “Si queremos triunfar para resolver situaciones complejas y conflictivas hay que cambiar el enfoque tradicional de ésta, y trabajar en lo que yo llamo una colaboración elástica, lo que requiere que nos estiremos mucho más allá de nuestra zona de confort. Aquí lo único que podemos cambiar es lo que nosotros hagamos, sin depender de lo que los otros hagan o no”.

Hay que reconocer, añadió Kahane, que se requiere de cierta lucha, de generar espacios para el desacuerdo, la discusión, la tensión y el conflicto.

Desde la perspectiva del también físico y economista canadiense, colaborar implica hacerlo de una manera radicalmente no convencional. “Tenemos que abandonar nuestras fantasías de acuerdo y armonía, de certeza y control de autoridad. Conviene relajarnos y aceptar una forma más realista. Nuestros oponentes nos enseñan a identificar nuestras propias limitaciones. Si bien no tenemos tantos enemigos como pensamos, éstos llegan a ser nuestros mejores maestros”.

Por último, Adam Kahane aseguró que los mexicanos son increíblemente pesimistas con respecto a sí mismos en lo general, específicamente en este periodo de polarización política, se está perdiendo la capacidad de vivir juntos con sus diferencias.

En la presentación participaron además del autor, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez; el coordinador de Humanidades de la UNAM, Alberto Vital Díaz, y la consultora sénior con Reos Partners, Elizabeth Pinnington. La moderadora fue la periodista Rossana Fuentes.

Reflexión teórica

Por su parte, Alberto Vital apuntó que el libro de Kahane tiene mucho que aportar a nuestra experiencia cotidiana dentro de la universidad. “Es un texto que sugiere varios ejercicios prácticos. Unifica experiencia con reflexión teórica. Nos puede resultar enriquecedor”.

En su intervención, González Pérez opinó que la obra nos dice cómo sobrepasar las tensiones existentes para llegar a un objetivo común, pese a las diferentes miradas que se tienen, y cómo aplicar estos principios al interior de la misma CNDH. “Nos propone identificar aun en la divergencia dónde sí se puede coincidir. Sugiere no esperar certezas, ser creativos e imaginativos para construir desde el disenso”.

Adam Kahane es director de Reos Partners. Durante los últimos 25 años ha trabajado en más de cincuenta países con ejecutivos y políticos, militares y guerrilleros, servidores civiles y líderes sindicales, activistas de la comunidad y el clero en la resolución de conflictos. Fue protagonista de los acuerdos de paz en Colombia, y años antes del proceso de democratización de Sudáfrica posterior al apartheid.

También podría gustarte