Compromiso, una de las claves del atleta competitivo

Respeto, honestidad, tolerancia y humildad complementan el cuadro

Selma Rojas, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Foto: Archivo DGDU.

Para ser un atleta altamente competitivo es indispensable algo más que el entrenamiento físico. Carlos Vázquez Villegas, psicólogo de la Universidad especializado en deporte, propone cinco claves para conseguirlo: compromiso, respeto, honestidad, tolerancia a la frustración y humildad. Actitudes que no se limitan al deporte, pues en la vida escolar y profesional deberían ser consideradas para enfrentar los retos en un mundo siempre cambiante.

“El compromiso, que a muchos asusta, es la capacidad para asumir obligaciones y cumplirlas. Si no estás comprometido, no le das el valor a la recompensa esperada”, dijo el especialista en la charla en línea Cinco Aspectos a Fortalecer para ser un Deportista Competitivo, transmitida por Facebook Deporte UNAM.

Sobre el respeto, el integrante del Grupo de Intervención en Psicología del Deporte de la Dirección General del Deporte Universitario señaló: “Al honrar compromisos muestras respeto a ti mismo, a los compañeros, al equipo, al entrenador y a la institución”. Por ello este comportamiento rebasa el ámbito estrictamente personal y trasciende hasta construir un entorno favorable que redunda en buenos resultados.

El tercer valor es la honestidad. “Este te permitirá ponerte objetivos más ambiciosos, no quedarte con el ‘voy bien’. Para crecer en el deporte necesitas ser honesto y tener claro qué puede ser mejorable”, afirmó Vázquez Villegas, y subrayó que los objetivos deben ser graduales, pues pretender cumplirlos en lo inmediato y a grandes pasos puede generar frustración.

Otro comportamiento esencial, agregó el experto, es la tolerancia a la frustración. “La resiliencia se debe adoptar como forma de vida. Ello implica ser resistentes y mentalmente fuertes ante los problemas”. Mencionó que es benéfico aprender a enfrentar las dificultades, pues ellas ofrecen la posibilidad de desarrollar nuevas habilidades y no son meros obstáculos que inhiben el crecimiento individual.

Por último, se refirió a la humildad, actitud que se aprende al comprender que el valor no está únicamente en las medallas o los trofeos, sino también en el esfuerzo propio y el de los demás. “A la gente no se le debe valorar por lo que ha conseguido sino por lo que es”.

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