Informe de Araceli Torres Vargas

Contribuye el IIBI a preservar y organizar el conocimiento

Es la única entidad universitaria que ha desarrollado esquemas propios de metadatos

En diálogo con la comunidad. Foto: Fernando Velázquez.
En diálogo con la comunidad. Foto: Fernando Velázquez.

Durante 2018 el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (IIBI) no limitó su trabajo al uso y exploración de nuevas tecnologías, sino se expandió al conjunto de saberes que permiten organizar cada vez mejor la información del conocimiento, algo crucial para preservar los saberes registrados en diversos formatos por la humanidad.

Esta labor implicó la consolidación del Repositorio IIBI, asesorías para el desarrollo de repositorios de Athenea Digital de la Facultad de Filosofía y Letras, del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina, además del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe o diversas colaboraciones internacionales, señaló Araceli Torres Vargas, directora del IIBI.

“Por medio del proyecto, así como de la asesoría dada a otras entidades, fue posible elaborar esquemas de metadatos específicos para cada tipo de material que sea compatible con los principales esquemas de metadatos en el mundo. Esto permite asegurar la visibilidad de los productos académicos de nuestros investigadores y, al mismo tiempo, nos coloca como la única instancia universitaria que ha desarrollado esquemas propios de metadatos sin la intervención de proveedores externos”, detalló ante colaboradores, directores de centros e institutos de la UNAM y Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de esta casa de estudios.

Repositorio y red

Al presentar su tercer informe de labores, la también investigadora precisó que el Repositorio IIBI se puso en servicio con un acervo de 2 mil 90 documentos en acceso abierto, correspondientes a 496 artículos, 153 libros, mil 23 capítulos de libros, 59 tesis de doctorado y 359 tesis de maestría, además de la digitalización de 122 títulos de producción retrospectiva de libros.

“Es gratificante reportar la integración del IIBI en una red de colaboración interinstitucional internacional, pues en este periodo inició la participación en la Red Iberoamericana de Preservación Digital de Archivos Sonoros y Audiovisuales, de la que Perla Oliva Rodríguez Reséndiz es coordinadora general y en la que hay miembros de Ecuador, Perú, Brasil, Colombia y España”, reportó.

Adicionalmente, el IIBI colabora con la Red Internacional de Universidades Lectoras, donde intervienen 44 universidades con el objetivo de potenciar el papel de la lectura y la escritura en la Universidad; con el Grupo Fotodoc (Fotografía y Documentación), en el que participan miembros de universidades de España, Argentina y Portugal, y en el ámbito internacional es integrante del Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación, la Red Universitaria de Responsables de Internacionalización y la Red Universitaria para la Sustentabilidad.

A este esfuerzo se suma la capacitación y profesionalización de sus cuadros de investigadores de los que el cien por ciento tiene doctorado, 85 por ciento son miembros del Sistema Nacional de Investigadores, cuentan con apoyos del Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo y colaboran de forma permanente en la formación de jóvenes nacionales y extranjeros, además de diversas labores de divulgación.

Vital Díaz reconoció lo hecho por el IIBI, que con el advenimiento de las nuevas tecnologías requiere de la toma de decisiones basadas en datos altamente organizados que posibiliten su análisis.

“Esta labor resulta importante por todo lo que significa de vinculación con la sociedad, que hoy más que nunca requiere de la sapiencia de nuestra Universidad para seguir formándose y tener más posibilidades para hacer todo lo que esperamos de nuestro país”, expresó.

Destacó que la suma del trabajo, los recursos económicos y la organización de la información ayuda a generar riqueza humana, sobre todo en lo digital. “Organizar los datos contribuye a generar riqueza social, humana y económica”, enfatizó.

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