Diez años del Centro de Ciencias de la Complejidad
El C3 apoyará en temas de salud mental y seguridad integral
Ha sabido construir una gramática para comprender y afrontar los problemas actuales: el Rector

El rector Leonardo Lomelí convocó al Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) para que apoye la reflexión y búsqueda de soluciones de dos temas que preocupan y ocupan a la UNAM: la salud mental y la seguridad integral de la comunidad universitaria.
“Son asuntos que requieren una mirada desde distintas perspectivas, que se reconozcan las interconexiones entre variables económicas, políticas, sociales, culturales, ambientales, psicológicas y tecnológicas que requieren que, por lo mismo, nuestra casa de estudios ponga lo mejor de sus conocimientos, sus saberes y su experiencia para abonar a encontrar soluciones”, afirmó al inaugurar el simposio Cuarta Semana de la Complejidad, en conmemoración de los 10 años del C3.
Lomelí Vanegas manifestó que la Universidad Nacional es una institución de educación superior pública y autónoma capaz de renovarse y pensar nuevas formas de generar saberes de vanguardia, y una muestra de ello es el Centro, que se ha convertido en un referente nacional, regional e internacional.
Destacó el trabajo colectivo que realiza, sustentado en el intercambio constante entre disciplinas que, aunque parecen hablar lenguajes distintos, han sabido construir una gramática para comprender y afrontar las problemáticas de nuestro tiempo.
El Centro ha impulsado una amplia gama de temáticas que van desde el modelado de epidemias y su relación con la salud pública hasta el estudio de los ecosistemas y los procesos que regulan su equilibrio. Incluye igualmente investigaciones en aprendizaje orientadas al análisis de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estudios sobre neurociencia de la cognición y las capacidades de cómputo, así como proyectos acerca de sustentabilidad y conflictos socioambientales.
En el Auditorio Jorge Flores Valdés de Universum, el Rector subrayó que los avances más significativos en la ciencia no nacen de repetir viejas fórmulas y respuestas, sino de atreverse a formular los supuestos de otro modo. “Y eso es precisamente lo que este Centro ha sabido hacer: preguntarse por qué las estrategias globales para enfrentar el cambio climático no han dado los resultados deseados; por qué el conocimiento científico, a pesar de su expansión, no siempre se traduce en bienestar social; o qué tipo de instituciones de educación superior necesitamos para superar la crisis civilizatoria en ciernes”.
Nodo estratégico
Previamente la coordinadora de la Investigación Científica, María Soledad Funes Argüello, recordó que el C3 surgió de la determinación institucional de que los desafíos del siglo XXI –ambientales, sociales, tecnológicos, de salud, justicia o sostenibilidad– no podían entenderse ni resolverse desde una sola trinchera, por lo que se construyó este espacio –inicialmente virtual– flexible, transdisciplinario y colaborativo, donde el conocimiento no se acumula, sino que circula, se combina y se transforma.
El Centro ha generado proyectos de frontera, formado nuevas generaciones y demostrado que es posible cruzar fronteras entre disciplinas, entidades y formas de pensamiento. Ahora debe aspirar a construirse como un nodo estratégico dentro de la red universitaria, que articule esfuerzos, potencie sinergias y ayude a traducir el conocimiento en acción.
“La ciencia de la complejidad nos enseña que los sistemas evolucionan cuando reconocen su interdependencia. Así también la Universidad avanza cuando cada parte entiende que su fuerza está en el vínculo con las demás. El C3 encarna esa posibilidad, la de una Universidad que aprende de sí misma, se adapta, se conecta y al hacerlo multiplica su capacidad de comprender y transformar la realidad”, enfatizó Funes Argüello.
El coordinador general del C3, Xavier Soberón Mainero, dio la bienvenida al simposio y explicó que los problemas que hoy retan a los científicos y a la sociedad son de naturaleza compleja, por lo que es imperativo abordarlos de manera interdisciplinar y con las herramientas más modernas. El C3, añadió, es una iniciativa universitaria que explícitamente tiene como objetivo desarrollar de manera distinta la investigación.
Abundó que ante la evolución de la capacidad de adquisición de datos, su procesamiento con nuevas herramientas computacionales que se presentan como la gran revolución de nuestro tiempo, es imperativo actualizar las modalidades de investigación. “Nuestro compromiso es aprovechar al máximo estas oportunidades al servicio de nuestra institución y de nuestra nación”.
Soberón Mainero leyó un mensaje enviado por el exrector José Narro Robles para felicitar a las decenas de académicas y académicos que suman sus capacidades al trabajo del C3, y mencionó su gusto por apoyar, en su momento, este proyecto que trabaja con inteligencia colectiva, con la intención de valorar las ideas y argumentos por encima de la tecnología.
De igual forma, Alejandro Frank Hoeflich, investigador emérito de la UNAM y coordinador fundador del C3, puntualizó que ésta es una obra compartida, un tejido de voluntades, talento y perseverancia. “Es una forma de pensar la Universidad: abierta, colaborativa, exigente y sensible; que aprende de sí misma; permite combinar teoría, cómputo y análisis, y devuelve a la sociedad conocimiento útil y humanista”.
Remarcó que la complejidad no es una moda ni un lujo intelectual, es una ética del conocimiento para tiempos interdependientes: comprender relaciones, anticipar consecuencias, construir soluciones colectivas. “Nos enseña que la ciencia progresa en redes; que los sistemas humanos y naturales comparten patrones; que la colaboración es la inteligencia de lo múltiple”.
También expresó su deseo porque el C3 siga por el camino que motivó su origen: “Ser semilla viva de la transformación universitaria, un catalizador de integración que proyecte a la UNAM hacia el futuro sin renunciar a su esencia pública, con una ciencia de impacto social y humanista”.
En su oportunidad, el coordinador de Investigación del C3, Christopher Rhodes Stephens, también dio la bienvenida al simposio que reúne a líderes expertos, tanto nacionales como internacionales, de múltiples disciplinas del sector público y del académico, quienes abordarán algunos de los problemas más apremiantes del mundo para los cuales aún no hay soluciones.
A la ceremonia asistieron: el presidente de la Junta de Patronos de la UNAM, Mario Luis Fuentes Alcalá; el titular de la Oficina de la Abogacía General, Hugo Alejandro Concha Cantú; integrantes de la Junta de Gobierno; el investigador emérito y excoordinador de la Investigación Científica, Carlos Arámburo de la Hoz; directoras y directores de diversos institutos, centros y programas de investigación, entre otros.