Creciente interés por el chamanismo y la espiritualidad
Conferencia de Jean Paul Sarrazin, académico de la Universidad de Antioquia, Colombia
“El concepto de espiritualidad no es propio de la modernidad tardía ni de una religiosidad en particular, los usos y sentidos que se le otorgan actualmente son característicos de esta modernidad, relacionados con procesos contemporáneos de desinstitucionalización e individualización del hecho religioso”, definió.
La relación entre espiritualidad y transformación interior, explicó, históricamente proviene de un movimiento que comenzó en realidad en California, Estados Unidos en los años 60 del siglo pasado. “Este tipo de ideas se ha ido propagando en nuestras sociedades occidentalizadas y ha propiciado la reinterpretación de prácticas y doctrinas provenientes de tradiciones no occidentales, como la meditación, el yoga, y otros usos religiosos”, mencionó.
En su opinión, dijo: “No se trata entonces de la adopción de espiritualidades de orígenes étnicos, sino en la reinterpretación de elementos culturales diversos como si fuesen espiritualidades, se realiza un proceso de apropiación, traducción, hibridación o reinterpretación de la alteridad cultural. Es una tendencia colectiva y es transnacional”.
Tomas de yajé
Jean Paul Sarrazin expuso que una de las expresiones contemporáneas en donde se valora el chamanismo se conoce en Colombia como “tomas de yajé”, y éstas se realizan en las principales ciudades de dicho país, y para un público citadino compuesto por individuos de clase media y con un capital cultural relativamente elevado.
“‘Las tomas de yajé’ son un ritual cuyo ente principal es el consumo de un brebaje extraído de plantas con efectos psicoactivos. En otras naciones como Perú y Ecuador, el yajé se le conoce como Ayahuasca”, puntualizó.
Las “tomas”, continuó, son concebidas por parte de la población local como un ritual indígena tradicional o ancestral, cargado de profundo significado espiritual y capaz de aportar bienestar a las personas y transformar su vida.
Y es que según la perspectiva holística, proyectada por el expositor, la salud humana depende de todas las dimensiones que componen su ser, entre las cuales se incluye la corporal, la mental, la emocional y la espiritual, por lo que las personas que recurren a las “tomas de yajé”, no lo hacen sólo con el fin de sanar una enfermedad o solucionar un problema práctico en particular, esperan una metamorfosis subjetiva del individuo en sí mismo, “un objetivo de transformación interior”, concluyó.
