En 2021, el Instituto de Ecología (IE) alcanzó un balance en su plantilla académica, se registró un incremento de dos por ciento en el impacto de sus publicaciones, se mantuvieron las colaboraciones nacionales e internacionales, así como las expectativas de productividad de sus integrantes, refirió la directora de la entidad, Ana Elena Escalante Hernández.
Al presentar su segundo informe de labores, correspondiente a 2021, la funcionaria indicó que el personal académico del IE está constituido por 45 investigadores, quienes en su totalidad son miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), la mayoría en los niveles III (38 %) y II (40 %); de los 35 técnicos académicos, 26 por ciento son parte de esa agrupación en el nivel I (78 %) o candidatos (22 %).
En presencia del coordinador de la Investigación Científica, William Lee Alardín, y del exrector, José Sarukhán Kermez, Escalante Hernández destacó que, por género, en el caso de los investigadores, el 15 por ciento son mujeres y se encuentran en el nivel I; sin embargo, “esto se invierte hacia el III, en el que la mayoría son hombres. Por el contrario, en cuanto a los técnicos académicos, en ese mismo nivel se encuentra la mitad de candidatos, mientras que en el I son mujeres”.
Todos los académicos del IE pertenecen al Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo, “aunque también aquí ocurre un patrón similar respecto a la distribución hombres y mujeres para los distintos niveles, en los que el porcentaje de éstas, en el nivel más alto del reconocimiento, disminuye”.
En cuanto al impacto científico de las investigaciones que se produjeron en 2021, 91 por ciento corresponde a artículos publicados en revistas indizadas. Durante la pandemia, el número de publicaciones totales se ha mantenido, así como en 2021 en el cuartil uno se incrementó en un 2.3 por ciento.
El IE atiende una matrícula de 302 estudiantes de servicio social, licenciatura y posgrado (89 % mexicanos y 11 % extranjeros). “Participamos en comités académicos de los posgrados en Ciencias de la Sostenibilidad, Biomédicas y Biológicas, e impartimos clases en 11 licenciaturas”.
En ceremonia híbrida, Escalante Hernández dijo que más de 50 por ciento del personal académico colabora en comités editoriales de revistas científicas. Sin embargo, con relación a 2020, “nuestra participación bajó a 28 por ciento, aunque se priorizan las revistas de los cuartiles más altos: 29 por ciento en el uno y 50 en el dos”.
Además, puso énfasis en la vinculación creciente y el impacto social del IE, y de sus productos con los Objetivos del Desarrollo Sostenible, como es el caso de la certificación y prestación de servicios del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (LANCIS), así como la colaboración de las secretarías Técnica y Administrativa con la Académica, incluyendo a los investigadores del IE en la planeación de los proyectos de vinculación y el apoyo institucional para su gestión.
El número de procesos de vinculación innovadores para el LANCIS, en particular entre 2020 y 2021, aumentó en 14 por ciento, comparado con el resto de los departamentos del Instituto, sin descartar la participación de investigadores y académicos, apuntó.
En ese sentido, indicó que, dentro de los productos de vinculación del LANCIS, la mayor parte de ellos son proyectos transdisciplinarios nacidos mediante firmas de convenios, de capacitación, de herramientas de cómputo, de información para la toma de decisiones, o bien de cambios en la legislación.
Desde el Instituto de Ecología, mencionó, se apuesta por el desarrollo de la Unidad Académica en Mérida, a fin de que atienda la vulnerabilidad ante los efectos climáticos, los riesgos de enfermedades emergentes, disponibilidad y calidad de agua y el ordenamiento territorial a la luz de los desarrollos turísticos y de infraestructura que el gobierno actual tiene en su agenda.
Dicha Unidad contará, por principio, con personal adscrito a los departamentos del LANCIS y de Biodiversidad del IE. “Ha sido un camino administrativo complicado, ya está el edificio, nos encontramos en el proceso de adquisición del mobiliario y la solicitud de plazas administrativas, así como en la firma de bases de colaboración con entidades de la UNAM que ya se encuentran en esa región”.
Asimismo, abundó, se trabaja en el proyecto Glacier-Mérida que lidera la entidad a su cargo y que cuenta con la participación inicial de universidades de Alemania, Cuba y de otros países de Centroamérica, el cual inició en agosto de 2021. “Ya se han comprado equipos que se instalarán en esa Unidad”.
Hizo referencia a la fundación de lo que se ha denominado Unidad de Secuenciación Masiva del IE, y destacó que gracias al financiamiento de Conacyt, en 2021, se adquirió equipo.
A su vez, William Lee señaló que el IE es una entidad universitaria que desarrolla proyectos con metodologías distintas que van desde la investigación más conceptual básica, tanto de campo como teórica, hasta el desarrollo práctico de innovación y recomendaciones de políticas públicas para la conservación que, como comunidad, ha hecho de manera sobresaliente en múltiples disciplinas: conservación, ecología, evolución, biodiversidad, mitigación y riesgos, por ejemplo.
Es un Instituto de tamaño considerable, con una planta académica consolidada. Además, ha crecido en los últimos años fuera de Ciudad de México a través del LANCIS, donde existe una oportunidad importante en la Unidad Mérida de la UNAM para aprovechar con entidades de otras disciplinas el aspecto ecológico en una región que lo requiere tanto, subrayó.
Por último, reconoció la labor de la comunidad del Instituto para alcanzar esta diversificación conceptual, geográfica y temática.