De cómo Galileo Galilei “vio estrellitas”

Se publica desde hace 15 años en La Unión de Morelos con colaboraciones de especialistas universitarios


El 5 de marzo de 2007 apareció una nota en la contraportada del periódico La Unión de Morelos que se titulaba “Galileo Galilei resultó lesionado en un accidente automovilístico”, e incluso se decía que “vio estrellitas”. El encabezado llamó la atención del investigador del Instituto de Biotecnología (IBt), Enrique Galindo Fentanes, entonces presidente de la Academia de Ciencias de la entidad (ACMor), quien pensó que se trataba de un error o una broma.

Al leerla descubrió que, desde luego, no se trataba del genio del Renacimiento, sino del ciudadano Galileo Galilei Martínez, quien vivía en el municipio de Ayala, en el estado de Morelos. “Al tratar de obtener más información sobre él, fui a las oficinas de ese periódico y tuve la fortuna de que me recibiera Óscar Davis, jefe de redacción del diario, quien me invitó un café y tuvimos la oportunidad de platicar sobre el accidentado, pero también acerca del otro Galileo y la situación de la ciencia en México y, en particular, la que se hace en la entidad. Coincidimos en que hacía falta que fuera más conocida y me propuso un espacio en ese diario, en donde se publicaran regularmente notas de ciencia”, relató el científico.

Así, el 9 de julio de aquel año nació “La ciencia, desde Morelos para el mundo”, una sección que aparece los lunes en las páginas del diario, “el día que más circula, el de mayor tiraje”, y que ahora cumple 15 años de divulgar el conocimiento científico.

En la mesa redonda para celebrar el hecho, efectuada en el auditorio del IBt, Galindo añadió que se han publicado cerca de 800 artículos, así como tres libros, disponibles todos ellos en la página de internet de la Academia. Asimismo, se han abierto nuevas secciones, de opinión, ingeniería y astronomía, gracias a lo cual la ciencia está presente tres o cuatro veces a la semana en el diario.

En un mensaje de Óscar Davis, leído por Fidel Alejandro Sánchez Flores, presidente de la ACMor, aquél afirmó que el esfuerzo original enfocado en sembrar en la mente de niños y jóvenes el interés por la ciencia “se ha sobrepasado”. En estos 15 años ninguna de las partes ha fallado en su encomienda, “y contra viento y marea los brillantes escritos de ustedes llegan a su destino con resultados que hace tantos años eran difíciles de imaginar”.

Joaquín Sánchez Castillo, profesor de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y coordinador de la sección de enero 2007 a diciembre 2008, recordó que ese fue un proyecto muy ambicioso y demandante. “Los domingos, alrededor del mediodía, eran particularmente angustiosos, por la hora límite antes del cierre de la edición”.

Edmundo Calva Mercado, investigador del IBt y coordinador de la sección de enero a agosto 2011, resaltó el papel cultural de este proyecto. La ciencia es un proceso cultural profundo que sirve para que seamos mejores seres humanos y entendamos mejor nuestro entorno.

Del Instituto de Energías Renovables (IER), Sergio Cuevas García, coordinador del espacio de agosto de 2011 a diciembre de 2012, dijo que este proyecto también ha servido para despertar vocaciones. Además, los investigadores en formación han participado en la columna y se han dado cuenta que la divulgación es una labor importante que no deben descuidar.

Luis Mochán Backal, del Instituto de Ciencias Físicas, y coordinador de enero 2013 a diciembre 2014, mencionó que en ese lapso, por ejemplo, 30 por ciento de los artículos fueron de personas que sólo mandaron una colaboración, y 50 por ciento de las publicaciones de quienes mandaron cuatro artículos.

Agustín López-Munguía Canales, del IBt y coordinador de enero de 2015 a agosto 2017, comentó que las condiciones que se mantienen para publicar son calidad, claridad y veracidad. “No sé si haya un ejemplo similar en el país de un periódico que haya mantenido un esfuerzo de divulgación por tanto tiempo, y que haya involucrado a una comunidad académica del nivel de la nuestra”.

Margarita Isabel Bernal Uruchurtu, de la UAEM y coordinadora de septiembre 2017 a septiembre 2018, consideró el involucramiento de “colegas en la revisión de los artículos”, pues el arbitraje es muy importante.

Para Julia Tagüeña Parga, del IER y coordinadora de julio de 2021 a la fecha, la columna ha tenido tanto el aspecto de divulgación de la ciencia de temas apasionantes como de periodismo científico, con una perspectiva noticiosa.

En el acto, la niña Ashley Sulamita Martínez Ocampo recibió un reconocimiento por el descubrimiento de un asteroide.

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