De la cárcel a la UNAM

El Centro Cultural Universitario Tlatelolco presenta la exposición De Ìcaros y alas: libertad desde la cárcel

Desde la cárcel construyen todos los días sus alas para conquistar la libertad. Con su arte dejan de ser invisibles. Sus alas están hechas de residuos, desperdicios, botellas de plástico abandonadas; el PET para la creación, reos del Reclusorio Norte vieron sus sueños exhibidos en un recinto de la UNAM.

“De Ícaros y Alas: Libertad desde la cárcel” es una exposición que se encuentra en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) de la UNAM. Se exhibe el trabajo de Kolëctiv.Feat, conformado por un grupo de internos del Reclusorio Norte, a cargo de Lulú Sánchez Puig, desde 2017.

Agustín Soria Hernández, miembro desde hace dos años del Kolëctiv.Feat, siente alegría al ver su obra expuesta, que la gente la visite, conozca y entienda lo que quiere transmitir a través de ellos: “El mensaje que quiero transmitir es que soy más libre que mucha gente que está en la calle, tengo mucha más libertad de hacer lo que quiero y lo que me gusta”.

Los internos dedican alrededor de 10 horas al día para estudiar arte y poder desarrollar sus obras. Su aprendizaje comprende desde la pintura rupestre hasta la pintura moderna. Además de las obras también realizan otros trabajos artísticos más comerciales para financiarse.

Por otra parte, Josh miembro del Kolëctiv.Feat desde 2016, declaró que desea que las personas identifiquen sus raíces, que para él son el graffiti: “A pesar de que estoy preso, encerrado, no dejo de hacer graffitis, sigo haciendo lo que me gusta, lo que me apasiona…el arte urbano”.

El taller Francisco Tejeda Jaramillo les ha permitido expresarse a través del arte y realizar todo el proceso creativo. Hacen sus propios materiales como los óleos y el uso de PET, plástico, papel y cartón. Acota: “Un día somos carpinteros, un día ebanistas, un día somos pintores. Me agrada poder expresar lo que siento y es como hablar con mi psicólogo, ahí demuestro todo lo que siento y pienso, creo mi mundo”.

Ambos internos se sienten libres a través del arte, a pesar del límite físico, porque les ha dado la posibilidad de expresar sus emociones, lo que ellos quieren y a conocerse más.

Soria expresó que después de salir del Reclusorio seguirá con la creación y el aprendizaje. Agradeció a la Secretaría de Cultura y al sistema penitenciario por hacer posible todo esto.

Josh señaló que “es increíble ver a tanta gente que se convoca para ver lo que estoy haciendo, darme cuenta que no soy invisible, que gracias al arte y a la pintura saben que existo y que estoy evolucionando”.

La exposición está abierta al público desde el 13 de enero y estará hasta el 2 de febrero en el espacio de Mediación del CCUT.

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