De nada le sirve al cine mexicano ganar el Oscar

No es la favorita de la ceremonia del próximo 24 de febrero, ese lugar le corresponde al trabajo más reciente de Yorgos Lanthimos, The Favourite, opina José Luis Ortega Torres, parte del equipo docente de la Filmoteca de la UNAM.

El próximo 24 de febrero el mexicano Alfonso Cuarón podría hacer historia. Su más reciente trabajo detrás de la cámara, ROMA (2018), está nominado en 10 categorías del Oscar, el premio más importante y de más prestigio que otorga la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Estados Unidos. Nunca una película mexicana había logrado tal número de nominaciones.

El equipo detrás de la cinta obtuvo lugar en algunas de las categorías más importantes del reconocimiento, como lo son Mejor Película, Dirección. Actriz Principal –para la debutante Yalitza Aparicio–, Actriz Secundaria, Fotografía, y más. Podría ser una noche histórica para uno de los grandes nombres de la cinematografía nacional, aunque ese triunfo podría no ser relevante para la industria fílmica mexicana en general.

Así lo apunta José Luis Ortega Torres, miembro del equipo de docentes de la Filmoteca de la UNAM y que anteriormente se desempeñó en la Cineteca Nacional: “es el sueño guajiro de la industria del cine mexicano. Hay que recordar que la única película de producción mexicana que ha competido a nivel internacional es ROMA. Guillermo del Toro, Iñárritu y el mismo Cuarón han ganado por películas de factura norteamericana. Son cineastas mexicanos, ¡qué orgullo! Pero no es un mérito de la industria mexicana. Ésta sigue estancada y colapsando, la última década dedicada a la comedia bobalicona, se quedó atrás en temáticas, aunque en taquilla les ha ido bien con estas comedias.”

“Eso está bien, porque genera capital para la industria, capital para la infraestructura cinematográfica. Pero no hay una industria boyante, una o dos películas recuperan su dinero al año en taquilla. Ahorita Mirreyes vs Gondínez está rompiendo récords en taquilla, pero eso no quiere decir que la industria esté bien. Frente a esa hay otras 30 películas mexicanas que no tendrán buenos resultados en taquilla. No hay equidad. No es una industria equitativa. Hablar de Roma es hablar de un garbanzo de libra, una producción independiente. Ojo, no es de Netflix, la producción es mexicana, ellos la compraron para distribuir. Es un desacierto decir que es una película producida por ellos”, asegura el también crítico cinematográfico del programa Primer Movimiento, que se transmite por las mañanas en la frecuencia modulada de Radio UNAM.

Ortega apunta que la obtención de un Oscar es un logro personal y resultado del tiempo que han pasado todos los involucrados buscando un espacio en la industria cinematográfica de Estados Unidos. “No es novedoso que Cuarón esté en esas instancias. Tiene muchos años como habitual del Oscar, desde aquella nominación por Y tu mamá también. Es un recurrente. Ahorita creo que se ha dado mayor repercusión porque se ha dado de una película muy íntima, de corte autoral. Total y absolutamente alejado de Gravity o Children of Men, que también lo llevaron al Oscar”, sobre el tema añadió, “ROMA es el otro lado de la moneda. Hay un cineasta más independiente, que regresa a México y hace una cinta 100% mexicana. Entonces eso ha hecho que el tema esté en boga. Pero siendo sinceros, no habría que extrañarse. El talento de Cuarón está demostrado desde hace muchos años y la Academia americana lo ha reconocido.”
Es un caso de éxito que se podría repetir con otros mexicanos, asegura el profesor cinematográfico, porque la mayoría han obtenido reconocimiento fuera de Hollywood y en festivales europeos, como el de Cannes, donde su talento ha llamado la atención de otro público.

“Si volteamos al llamado cine de arte nos vamos a encontrar con un grupo de directores que se ha posicionado muy bien a nivel internacional, aunque su cine no es de aliento comercial. Esa es la gran diferencia. El Oscar con toda la parafernalia que tiene hacia el cine de la taquilla, deja de lado las propuestas autorales. Directores como Amat Escalante, Carlos Reygadas o Michel Franco difícilmente van a encontrar un nicho en Hollywood o en la Academia.”

Asimismo, Ortega Torres menciona que detrás de las nominaciones al Oscar de Roma hay un gran impulso financiero de parte de Netflix. La revista Forbes México calcula que el servicio de entretenimiento digital ha gastado entre 10 y 20 millones de dólares en la promoción de la cinta filmada en la Colonia Roma. Es un presupuesto publicitario que rebasa por mucho el presupuesto de la mayoría del cine que se produce en nuestro país.

“Hay una serie de circunstancias, coyunturas políticas, económicas y de industria. Partamos del inicio: el primer premio internacional de Roma es en Venecia, se da porque un año antes se armó un escándalo en Cannes por su competencia oficial, donde había varios filmes producidos por Netflix. Para ese año (2018), Cannes decide no tener películas producidas para plataformas digitales en sus competencias.

“Corte a: Venecia decidió que si Cannes no lo iba a proyectar, ellos sí. Ponen en competencia a los hermanos Coen y la película de Cuarón. Venecia le da una cachetada a su rival, Cannes, y premia a un artista. No se trata de menospreciar la película, ni su valor o el trabajo del equipo detrás de ella. Me parece una gran película, pero no podemos ignorar esta concatenación de hechos provocada por los festivales. Levantaron la mano y premiaron eso que Cannes dejó de ver, es una postura del festival. Incluyendo, hay que decirlo también, que el presidente del jurado era Guillermo del Toro, el presidente tiene gran peso en qué se va a premiar.

“Desde ese momento, Netflix levanta la mano y jala agua para su molino. ‘Ven, una película de Netflix para streaming es más efectiva y artística que cualquier película de Cannes’. Ahí empiezan a impulsar la película con su poderío económico. Ninguna película de Netflix había llegado a lo que provocó Roma, incluyendo su distribución en salas. La película de los hermanos Coen no recibió exhibición, por ejemplo”, concluye José Luis Ortega Torres.

El otro cine mexicano

Buscando revivir las antiguas glorias de la industria cinematográfica mexicana, la Filmoteca de la UNAM arrancará el próximo 27 de febrero el curso El otro cine mexicano, que será impartido por José Luis Ortega Torres, quien afirma que el objetivo de este es abordar y estudiar el cine mexicano que por tradición ha sido despreciado y olvidado por la crítica cinematográfica, los estudios y la historia del cine mexicano. Hablaremos de comedia ranchera, gangsters, lucha libre, ciencia ficción mexicana con hule y goma, narcocinema. Todo ese cine que movió a toda una industria, un cine que le dio de comer a cientos de familias porque eran las películas que se producían.”

“Esas películas por no ser de aliento artístico, no fueron dirigidas por el Indio Fernández o Gavaldón, han quedado olvidadas. Como producto cultural ese cine es también parte del nacimiento, consolidación y crecimiento de una industria mexicana que después se cayó y apenas está intentando resurgir. Sin esa base, no podríamos hablar de una industria mexicana. El cine de aliento artístico de los 70 no consolida una industria.”

En palabras de Ortega Torres, este cine fue olvidado porque “es un poco como avergonzarse de los parientes pobres o esconder la basura abajo de la alfombra. Si partimos de juicios de valor, son películas malas. Muchas lo son. Hay argumentos desgastados, no hay pericia técnica, etc. Son reflejo de un momento histórico, reflejan una forma de pensamiento, una industria, todas las películas mexicanas comparten esas características. Ese cine, la historia oficial lo dejó de lado porque no le ha importado contextualizarlo. Por qué surge ese cine, qué le daba al público. Esas fueron las películas más taquilleras del momento, no es poca cosa, tenían un público fiel y establecido.”

“Si se filmaban era porque había demanda. Todas esas circunstancias han sido olvidadas por los estudios de análisis y de crítica, se van con los consolidados. El listado de las 100 películas del cine mexicano y el universo se reduce a eso. Es momento de echar luz a otro cine que también es nuestro”.

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