La inclusión de la H no debe ser retórica

Debate acerca de la incorporación de las humanidades al Conacyt

Es necesario que signifique un compromiso real con acciones efectivas, señalaron especialistas

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La incorporación de la letra H al actual Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) debe ir más allá de su escritura, apoyar realmente a las humanidades e incluir esta ciencia de forma firme, coincidieron especialistas reunidos en el Foro sobre una Letra: Las Humanidades Hoy.

Historiadores, humanistas y expertos en esta rama del conocimiento se encontraron en la Sala del Consejo Técnico de la Coordinación de Humanidades para debatir sobre la importancia de la propuesta de la actual administración del Conacyt para anexar estas disciplinas en el nombre de la entidad gubernamental.

Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades, destacó que la inclusión de las humanidades en el nombre del Conacyt no debe ser sólo retórica, pues la iniciativa de ley ha despertado mucha inquietud.

“Cualquier decisión respecto al nombre no debe ser únicamente cosmética… para mí, en ningún momento, la noción de ciencias y humanidades significaba una separación rigurosa en la construcción del conocimiento”, comentó ante expertos convocados por la coordinación a su cargo, además de especialistas reunidos vía remota en la Unidad Académica de Estudios Regionales y la Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales, ambas en Michoacán, y de Adrián Curiel, desde Yucatán.

Es una oportunidad para hacer presencia, ofrecer más vida, reflexión en un campo amplio como lo es el diálogo con otras disciplinas, así como para tomar un lugar y llegar más allá del nombre”

Ana Carolina Ibarra
Instituto de Investigaciones Históricas

Énfasis en ciencia y tecnología

Estela Morales, del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas, expresó que, por el momento, la H únicamente se menciona en la exposición de motivos para cambiar el nombre del consejo, pero la propuesta de ley (que reforma el Conacyt) no tiene un solo párrafo dedicado a las humanidades.

“La H podría o no estar, porque sólo está en el pronunciamiento; pero fuera de eso, al revisar los artículos y capítulos, no vuelve a aparecer. No hay algún apartado específico para las humanidades.”

La extitular de la Coordinación de Humanidades aclaró que a lo largo del texto es posible apreciar un énfasis en la ciencia y la tecnología, pero sin vincularlas con las ciencias sociales, que son la desembocadura de un proceso de investigación.

“Por ejemplo, los humanistas tienen como laboratorio las bibliotecas y deberían entonces aparecer apoyos para éstas; esto además de temas como el acceso a las revistas científicas. El Consorcio Nacional de Recursos de Información Científica y Tecnológica nos permite tener información especializada de las revistas científicas y de desaparecer no le hará daño a la UNAM, pero sí a las universidades de los estados que no tienen recursos para este tipo de materiales”, enfatizó la académica.

A su vez, Erika Pani Bano, del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México, subrayó que es necesario aprovechar la mención, aunque sea sólo en el título de las humanidades, para visualizar nuevos caminos y valorar el quehacer científico.

Ejemplificó que la “historia sirve mucho porque ayuda a pensar con perspectiva y conciencia, percibiendo el tiempo sin clichés, ofreciendo un valor moral que nos prepara para vivir mejor el futuro”.

Aspecto del foro.
Aspecto del foro. Foto: Francisco Cruz.

Luciana Gandini, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, añadió que es loable que la generación del conocimiento científico sea parte de la agenda, pero se debe ir más allá de una mención en el título, en particular la tentativa de becas para estudiar en el extranjero o para financiar a extranjeros que vengan aquí, pues en el área de las humanidades es una práctica común y ésta se vería interrumpida por asuntos presupuestarios.

“Más allá de la inclusión o no en el rótulo de Conacyt, el riesgo es que se trate de un gesto simplemente retórico o de narrativa, por lo que se debe buscar que implique un compromiso real con acciones efectivas para su reivindicación y revalorización”, resaltó.

Ana Carolina Ibarra, experta del Instituto de Investigaciones Históricas, precisó que la inclusión de la H, usualmente considerada una letra muda, “es una oportunidad para hacer presencia, ofrecer más vida, reflexión en un campo amplio como lo es el diálogo con otras disciplinas, así como para tomar un lugar y llegar más allá del nombre”.

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