La crónica periodística es un género de hechura en filigrana, en ello concordaron Julio Aguilar, Adriana Malvido y Guillermo Osorno, participantes de la mesa titulada Crónica cultural, ¿un género a renovar en el periodismo mexicano?, que se llevó a cabo en la sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario. La mesa se celebró en el marco de la premiación del Premio de Crónica Cultural Festival CulturaUNAM. Los integrantes de la mesa fueron también en su momento jurados del premio, junto a Francisco Javier Molares Vázquez y Angélica Abelleyra.
Poco antes de la premiación, Malvido, Aguilar y Osorno destacaron la importancia y la necesidad que la sociedad tiene del género de la crónica, calificándolo como esencial en el ejercicio del periodismo.
Malvido, escritora, periodista y actualmente columnista de El Universal subrayó la tradición mexicana de la crónica y consideró que “es fundamental narrarnos literariamente, que el periodismo nos cuente con el lenguaje literario. Nos están haciendo falta más voces y más espacios. La crónica cultural nos puede dar un espejo de la complejidad que no nos dan las redes”.
En su turno, Guillermo Osorno, escritor y periodista, y quien fuera director de Gatopardo, mencionó que el internet cambió todo y la crónica sucede hoy en la red, con periodistas que plasman la realidad en tiempo real, aunque muchas veces no con la profundidad deseada. “Ese tipo de contenido más profundo se hace ahora desde las plataformas de video y de audio, en los pódcast y otros productos”.
Para Julio Aguilar, editor de cultura y ciencia y del suplemento Confabulario de El Universal, la mayoría de los periodistas llegan a las redacciones sin saber claramente lo que es una crónica. “En las carreras no les enseñan lo que es este género periodístico. Cuando quieren enfrentarse a lo que es, se trata de algo muy diferente”.
La ceremonia
Después del conversatorio, en el marco de la clausura del Festival, se anunció a los ganadores y se hizo entrega de los reconocimientos (un diploma y un premio económico). El primer lugar fue para Alam Bernabé González Huerta por el trabajo Mañana también fue otro país; el segundo sitio fue para Itzel Marilú Hernández Leonardo por La migración no se queda en cuatro paredes, está en las calles; el tercer puesto fue para Josué Chispan Ornelas por (In)crónica de un festival de teatro (o el FITU es…). Hubo también una mención honorífica para Demian Ernesto Pavón Hernández por Cristina Rivera Garza, presente ausencia.