Dedicar más recursos a mujeres, condición de desarrollo económico

“La historia nos muestra que a lo largo de los siglos, los sucesos que han cimbrado al mundo, como el caso de esta pandemia por la Covid-19, han cambiado la forma en que concebimos la realidad, porque han dejado descubierto las entrañas y desigualdades del sistema de cada época; por lo que ahora es el momento para innovar y reconstruir colectivamente un mejor presente”, reflexionaron expertas en el webinar Nueva Normalidad, Solidaria, Justa, Feminista, Local e Igualitaria.

Durante el cuarto conversatorio titulado Invertir en las Mujeres, organizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Alicia Girón González, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas, aseveró que es necesario priorizar dentro del Plan de Desarrollo del gobierno de la Cuarta Transformación a las niñas y a las mujeres.

“Este es el momento de visualizar la labor no remunerada, porque somos reproductoras de la fuerza de trabajo, pero también de los valores de una sociedad y de una nación. Por lo tanto, es vital la educación de las niñas como parte del futuro de nuestro país y de lo que queremos ser de aquí a 2050”, enfatizó.

Agregó que las horas al día que dedican las mujeres mexicanas al trabajo no remunerado son más de seis respecto de los hombres, quienes apenas hacen dos horas al día. La igualdad de género en su relación con muchos objetivos del desarrollo sostenible, se tiene que lograr con políticas públicas y una reforma fiscal que también ayuden a acabar con la pobreza, así como mejorar el bienestar, la salud y la educación para todas y todos.

Contradicción económica

Por su parte, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, afirmó que la Covid-19 ha generado la peor contracción económica de los últimos cien años en la región, pues se profundizan desigualdades de género y los requerimientos específicos de ellas son clave para la recuperación económica sostenible.

“Esta pandemia profundiza brechas de género en el mercado laboral con 21 millones de mujeres desocupadas en 2020, es decir, ocho millones más que en 2019; mientras que más de la mitad de las mujeres ocupadas están en sectores de alto riesgo de ser afectadas por la contracción económica. En el caso de México, han desistido de buscar empleo principalmente por falta de sistemas de cuidado a infantes, ancianos y enfermos”, destacó.

La especialista comentó que para una reactivación sostenible que garantice derechos y promueva la igualdad de género, se debe avanzar hacia un pacto fiscal y social para mitigar los efectos de la crisis sobre ellas, ampliar el espacio fiscal y aumentar la progresividad y reforzar el financiamiento de políticas claves para atención en violencia de género, salud sexual y cuidados.

Asimismo, fortalecer medidas afirmativas para la intervención de las mujeres en los sectores estratégicos; apoyar a las que están en las micro, pequeñas y medianas empresas, y expandir coberturas de programas de ocupación y protección social para las migrantes, afrodescendientes, indígenas, rurales y con discapacidad.

“Con la pandemia, el empleo para ellas se ha precarizado y en algunos casos desaparecido. Esta ha sido una contingencia sanitaria y económica con sesgo de género, porque la participación de las mujeres en las ventas y el comercio se vieron más afectadas; por lo que al regreso a las actividades se debe poner énfasis en colocarlas en tareas de alta productividad laboral, porque de otro modo perpetuará la desigualdad”, aseguró Graciela Márquez, secretaria de Economía del gobierno de México.

Además, se refirió a la importancia de los programas de microcréditos del gobierno mexicano, en los que 25 mil pesos han representado un monto significativo para que los negocios pequeños puedan sobrevivir a la crisis. A pesar de que se han dispersado casi un millón de microcréditos, dijo que la meta es un millón 450 mil.

Nadine Gasman, presidenta de Inmujeres, al presentar esta sesión del webinar mencionó que debe trabajarse en favor de la reducción de brechas de desigualdad, mirando y construyendo el futuro con el objetivo de salir con mayor fortaleza de este contexto, y una forma de hacerlo es mediante el diálogo, en el que por medio de varias voces puede enriquecerse esta perspectiva.