Del Toro abre “En Casa con Mis Monstruos”, con cinco piezas de la UNAM

El Museo de Anatomopatología Manuel H. Sarvide, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, prestó cinco piezas a la exposición, entre las que destaca un cíclope de gato. En Casa con mis Monstruos reúne más 900 piezas de 20 colecciones públicas y privadas a través de las cuales el director tapatío busca que las personas puedan encontrar sus propias interpretaciones artísticas de los diversos monstruos, venga de donde venga.

La raíz de la mandrágora tiene una forma monstruosamente humanoide que en la edad media ocasionó que la gente le atribuyera poderes mágicos y misteriosos. Esa forma aterradora para algunas personas, alentó a Guillermo del Toro, cuando tenía 5 años, a pedir en una navidad que sus padres le regalaran esa planta. Fue uno de los primeros monstruos que lo cautivó.

A partir de entonces los seres de formas monstruosas se convirtieron en su inspiración: el monstruo de Frankenstein de Mary Shelley y la versión cinematográfica de James Whale; La noche de los rábanos de Diego Rivera; los Dráculas de Herzog, de Manau o de Coppola; los alebrijes de Oaxaca; El corazón delator de Edgar Allan Poe o El Forastero de HP Lovecraft, son algunos de los elementos que se integran la exposición En casa con mis monstruos, que se exhiben a partir de este sábado 1 de junio en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara.

“Hay un montón de triangulaciones en toda la exposición, se puede triangular aquello que es arte: un retablo de la época de la colonia o un manuscrito sobre una vida fantástica con alebrijes, que es lo que he insistido toda la vida, porque los monstruos de Pacific Rim, son alebrijes”, explicó Del Toro sobre la exhibición.

“Es presentar esto como una opción muy dirigida a los jóvenes creadores, no es una museografía que aspire a consagrar o a ensalzar. No. Es un diálogo con los creadores jóvenes de México”.

En casa con mis monstruos es una exhibición que retoma muchos de los elementos de la colección privada que Del Toro tiene en la Bleak House, de California, pero que no volverá a ser exhibida de esta manera pues una vez que termine su temporada en Guadalajara, las piezas pertenecientes al director, serán distribuidas en diferentes museos para que la gente pueda disfrutarlas.

La curaduría de esta exhibición, que estuvo a cargo de Eugenio Caballero, no gira exclusivamente en torno a las películas de Guillermo del Toro, sino alrededor de los temas como el nacimiento, la muerte, la creación, todos ellos retomando elementos de artistas de diversas áreas, disciplinas, épocas y orígenes y mostrados como forma de inspiración común.

En los pasillos del Museo de las Artes, ubicado en el Centro de Guadalajara, las personas pueden encontrar elementos y momentos íntimos de la vida del artista: como aquel en el que su padre lo reprendió porque a los 7 años de edad le escribió una carta a Forrest J Ackerman, editor de la revista Famous Monsters of Filmland, para pedirle que lo adoptara.

El arte de decenas de películas se encuentra representado en el MUSA: El hombre elefante de David Lynch; Frankenstein de Whale; Pinocho y Alicia en el País de las Maravillas, de Disney; comparten salas con un traje de El Santo, con las máscaras de Tinieblas, el Huracán Ramírez y Octagón, además de encontrarse con cuadros de José Fors, con una acuarela de José Ignacio Solórzano, JIS; y con ilustraciones de Abel Quezada.

Se trata de una exposición ecléctica, cuya línea de trabajo es el arte de lo aquello que pudiera considerarse monstruoso, no sólo de forma física, sino también del comportamiento o significado.

“El hecho artístico es la declaración de esa mirada, cuando un objeto es mirado o una temática es mirada con pasión, empatía y potencia, se vuelve un fenómeno artístico”, explicó el director sobre los elementos que se encuentran en esta exhibición, debido a que en algún momento le inspiraron en su trabajo.

Valorando la inspiración que le causan en una sala del MUSA el público puede encontrar el número 1 de Hellboy, de Mike Mignola, y en otra, se puede ver una colección de El Santo Enmascarado de Plata, el cómic mexicano publicado por José G Cruz.

Hay piezas que complementan En casa con mis monstruos provenientes del Museo del Estanquillo de la Ciudad de México, como los grabados de José Guadalupe Posada; la pintura La Bruja de Francisco Goitia, facilitada por el INBAL; un incunable llamado Monstruos de todas partes del mundo antiguo y moderno escrito por Giovanni Batista de Cavalieri perteneciente a la Biblioteca Juan José Arreola.

A los visitantes los recibe un Fauno de dos metros de altura, pero a lo largo del recorrido se puede encontrar la gabardina de Hellboy, los artefactos usados en Cronos; el traje que Mako Mori usa para pilotar el Jaeger en Titanes del Pacífico; el póster que nunca fue utilizado para promover El laberinto del Fauno porque se consideró “demasiado artístico” por la casa distribuidora, y una representación en tamaño natural del hombre anfibio de La forma del agua; pero quizá uno de los momentos más deleitables, es el encuentro con Santi, el niño de El espinazo del Diablo, que se convierte en una sorpresa para los asistentes.

Cientos de piezas de arte de decenas de películas permiten a los asistentes encontrar sus propias interpretaciones, gracias a los elementos íntimos que comparte la curaduría sobre la vida o la influencia que éstas tuvieron en la vida del director tapatío.
La experiencia permite a las personas hojear versiones electrónicas de las libretas de apuntes del cineasta, leer de su propia letra sus ideas, además de ver los dibujos para completar sus proyectos.

“Una colección, para que valga la pena, tiene que estar viva. Si de aquí hay 10 chavos o chavas que salgan prendidos, con lo que sea, el objeto que sea, ya valió la pena exhibirlas”.

A partir del 1 de junio y hasta finalizar octubre la exhibición estará disponible en Guadalajara, a unas cuadras de donde Guillermo del Toro caminaba todos los días de la mano de su abuela para ir a comprar revistas y libros sobre esos monstruos que hoy viven en su casa.