El sistema no se consolida
Democracia, gran deuda con pueblos iberoamericanos
El poder de las potencias incide sobre la vida de América: Sergio García Ramírez
A
la región iberoamericana la define una relativa fragilidad de los regímenes democráticos, y México no es la excepción, apuntó el jurista Sergio García Ramírez, catedrático del Instituto de Investigaciones Jurídicas al participar en el II Congreso Internacional de la Unión Iberoamericana de Universidades y de las Cortes Supremas y Constitucionales de Iberoamérica.
El investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores indicó que hace algunos años en América Latina teníamos a la vista un paisaje de dictaduras civiles o militares. A partir de ese momento emprendimos un largo viaje y la situación sigue continua, variada e inestable. Y aunque ha cambiado, “no nos ha dado de modo alguno una plenitud y consolidación del sistema democrático; seguimos con una gran deuda hacia nuestros pueblos en materia de democracia”.
En el encuentro organizado por la Facultad de Derecho, resaltó que en nuestra experiencia americana hemos tenido olas democratizadoras, “primaveras de la democracia; pero, también, otoños e inviernos, y éstos están todavía al acecho”.
Expuso que dichos asedios son tanto interiores como exteriores. La política internacional está influyendo severamente en el avance de nuestros países, en la experiencia de la República, “y vaya si lo saben México y las naciones americanas en este momento; el poder de grandes y pujantes potencias incide sobre la vida del país”.
En el Aula Magna Jacinto Pallares de la FD, dijo que frente a eso debiéramos elegir una serie de frenos y contrapesos, “indispensable factor de estabilidad democrática. Formalmente están en el texto constitucional y en el imaginario colectivo, pero la gran pregunta es si opera en la realidad”.
Retos
Por su parte, Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), consideró que algunos de los principales retos para las democracias latinoamericanas son la justicia social o el estado de bienestar –uno de los desafíos más sentidos en los estados nacionales–, disminuir la desigualdad social, reforzar la confianza del estado de derecho y la lucha contra la corrupción y la impunidad.
En ese sentido, el ombudsperson nacional mencionó que desde la institución que encabeza se ha señalado que México, por ejemplo, enfrenta tres binomios identificados en dicha problemática: la pobreza y la desigualdad; la violencia y la inseguridad, así como la corrupción y la impunidad; “pero tenemos una envoltura: un estado débil de derecho”.
Al moderar el Panel III, El Estado de Derecho y la Estabilidad de los Sistemas Democráticos en Iberoamérica, destacó que lo deseable es que los servidores públicos cumplan con la ley, pero también los gobernados, con la convicción de que es lo mejor para la sociedad. “Lamentablemente, hoy en día el nivel de impunidad en la nación es muy grave, tenemos que recobrar esa cultura de la legalidad”.
También participaron, de España, Marc Tarrés Vives, de la Universidad de Barcelona, y Javier García Roca, académico de la Universidad Complutense de Madrid; de Brasil, Ronaldo Porto Macedo, catedrático de la Universidad de Sao Paulo.
Al inaugurar el congreso, el rector Enrique Graue resaltó que la Red de Macrouniversidades eligió el tema de justicia y democracia porque las universidades integrantes consideran “que la región de Iberoamérica es aún un tema joven y hay que aceptar que todavía tenemos que mejorar mucho más en ello”.
El ministro Luis María Aguilar Morales dijo que “la independencia de los poderes judiciales, en su gobierno interior, en su libertad para resolver conflictos contenciosos de su competencia, es hoy un compromiso fundamental que comparten las democracias modernas y al que el Poder Judicial de la Federación de México confiere la más alta prioridad”.
Eduardo Ferrer Mac-Gregor, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dictó una conferencia magistral ante los ministros Norma Lucía Piña Hernández, Margarita Luna Ramos, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Javier Laynez Potisek, así como de Raúl Contreras Bustamante, director de la Facultad de Derecho.
FD