Se exhibirá en Antropología

Desarrollan en la Facultad de Ingeniería cápsula del códice maya

El documento se conserva en una cámara anóxica (sin oxígeno) para su preservación

Expertos de la Facultad de Ingeniería diseñaron y construyeron la cápsula en la que, a partir del 27 de septiembre y hasta finales de octubre, se exhibirá el Códice Maya de México, el manuscrito legible más antiguo de todo el continente americano, en el Museo Nacional de Antropología.

El equipo fue encabezado por los académicos María del Pilar Corona Lira, Alejandro Ramírez Reivich y Vicente Borja Ramírez, quienes explicaron que la caja que contiene el documento es una cámara anóxica (sin oxígeno) para la preservación de documentos, hecha de policarbonato y empaques de viton.

Trabaja aislando el códice (sumamente frágil y delicado) del medio ambiente, y le provee un microambiente que lo protege de las cambiantes condiciones externas. Utiliza un innovador sistema de doble cámara: de vacío para generar el cierre de toda la cápsula y de generación de presión para causar esa microatmósfera, lo cual permite mantener las características del documento del siglo XII, explicó el especialista.

Para el diseño, abundó Corona, se tomaron en cuenta sus dimensiones, su estado de conservación y hasta la parte museográfica, de forma que no sólo se ha logrado su resguardo de la mejor manera, sino que también es acorde con la estética y los visitantes podrán apreciarlo de cerca.

Foto: cortesía Facultad de Ingeniería.
Foto: cortesía Facultad de Ingeniería.

Ramírez Reivich, quien en otras ocasiones ha sido invitado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a diseñar las cápsulas para documentos históricos de relevancia fundamental, expuso que el sistema está instrumentado para monitorear las características y condiciones que los visitantes generan en la sala de exposición.

Se trata, aclaró Ramírez Reivich, de la tercera generación de cápsulas que hemos desarrollado, lo cual se hace de la mano con proyectos de investigación.

Humedad y temperatura estables

María del Pilar Corona mencionó que una vez que se ensamblan las piezas de la cápsula, se extrae todo el oxígeno; entonces, se llena con un gas inerte, argón, que circula por una rejilla, y se coloca cierto nivel de humedad y temperatura, las cuales permanecen lo más estables posible. La meta es que dentro de la cápsula no se genere condensación, ni la proliferación de hongos ni ningún microorganismo; también se evita el movimiento.

El universitario añadió que en el mundo hay tecnologías similares, pero no para códices. Para este caso, “dimos un paso adelante e innovamos la forma en que se integran los gases y las características cinemáticas de la cápsula”.

Corona indicó que cada documento tiene características únicas, por lo que el diseño es especial. “Hemos trabajado con otros códices, más largos y de diferentes materiales. Éste es de papel amate; sin embargo, hay otros de algodón y hasta de piel de venado; sus características y comportamiento son muy diferentes. Adecuamos nuestra experiencia a cada uno”.

En menos de dos meses

El primer proyecto de este tipo emprendido por los integrantes de la Facultad llevó más de un año, incluyendo la investigación y el desarrollo de la cápsula. En este caso, gracias a la experiencia acumulada, se invirtieron menos de dos meses.

Pilar Corona destacó la participación de los alumnos en este trabajo, quienes pudieron aplicar los conocimientos que han adquirido durante sus estudios.

Por último, Alejandro Ramírez Reivich comentó que la cápsula gustó tanto a las autoridades del INAH y a los expertos en museografía que será presentada tal cual, sin ocultar alguna de sus partes, lo que “nos da mucho gusto”.

Completan el equipo los académicos Vicente Borja Ramírez y Marcelo López Parra, así como los alumnos de Ingeniería y Diseño Industrial: Anahí Velázquez, Carlos Canchola, Luis Darío Reyes, Diego Zamora, David Negrete, Joshua Martínez, Mauricio Suárez, Pamela Esquivia y Laura Elena Castañeda, y se contó con la colaboración en la manufactura de la cápsula de la empresa Eguía Ingeniería y de Tomás Pichardo.

Como parte de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, la muestra temporal El Códice Maya de México. Eslabón, fuente y testigo, se inscribirá en el ciclo Una Pieza, una Cultura, el cual ofrece al visitante la posibilidad de adentrarse a una cosmovisión entera mediante la contemplación de un solo objeto, apoyado por herramientas multimedia, informó el INAH.

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