Destaca alumno de Ciencias en Premio Santander

Diego Hernández y sus compañeros obtienen el tercer sitio; con el gusano de la harina degradan el unicel y lo convierten en materia orgánica

Foto: Francisco Parra.

Un grupo de cuatro estudiantes de tres instituciones de educación superior desarrollaron un alimento para ganado a partir del denominado gusano de la harina (Tenebrio molitor), el cual degrada el unicel (poliestireno expandido), y lo convierte en materia orgánica. El proyecto colectivo denominado Gusani obtuvo el tercer sitio del Premio Santander X, en la categoría lanza.

Diego Tonatiuh Hernández Martínez, del octavo semestre de la licenciatura en Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias de la UNAM, quien es responsable del proceso de crianza y manufactura del producto, indicó que dicha materia orgánica es utilizada para realizar una harina rica en proteína, económica y sustentable.

El universitario explicó que el comúnmente conocido como gusano de la harina (que se encuentra entre rocas y troncos, o en almacenes de grano) es puesto en cajas de unicel, las cuales son recolectadas mediante empresas que las utilizan para transportar alimentos perecederos, como cárnicos o pescado.

“Cuando el unicel entra al sistema digestivo del Tenebrio molitor rompe las cadenas de carbono y las ‘reacomoda’ para convertirlas en materia orgánica”, precisó.

El alumno de la licenciatura en Ciencias de la Tierra añadió que permiten que los gusanos crezcan, se reproduzcan y se conviertan en escarabajos (su siguiente estadio de vida), y así se repita el ciclo, no sin antes separar hasta 80 por ciento de los Tenebrios molitor en su etapa de larva, con el fin de secarlos, molerlos y practicarles los análisis necesarios para, a la postre, comercializarlos.

Comestible

Hernández Martínez manifestó que aun cuando por el momento sólo se enfoquen en la creación de un alimento para ganado, la harina producida con la materia orgánica obtenida de los gusanos también puede ser utilizada en la creación de alimentos para humanos, llámense galletas u otros productos.

“Es una gran fuente de proteína, similar a la contenida en el grillo. Incluso puede manejarse como suplemento alimenticio para personas que acuden a ejercitarse al gimnasio o simplemente como un nuevo ingrediente en la cocina.”

El impacto del carbono

En México se consumen 125 mil toneladas de unicel al año y la degradación de este producto lleva un tiempo aproximado de 800 años, pero con este proyecto puede reducirse a un par de días, porque es el tiempo que le toma al organismo del gusano poder asimilarlo y convertirlo en materia orgánica, tanto en heces como en su propio cuerpo, dijo el universitario.

Además, podría ayudar a reducir el impacto de carbono de este material porque se evitaría producir más. De manera precisa, “reinsertamos el carbono del unicel a la red trófica”.

Adicionalmente, “reduciríamos la cantidad de agua utilizada en la agricultura, porque lo que buscamos es sustituir la soya (segunda causa de deforestación en el mundo) como alimento principal del ganado, que es lo que queremos lograr como empresa”, indicó.

Diego Tonatiuh, por la UNAM, junto a Salvador García Puebla y Laura Daniela Rivera Granados, del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, así como Mitzi Dayana Cerezo Pérez, de la Universidad Politécnica del Valle de México, han constituido la empresa biotecnológica Gusani, con la que buscan proyectar el mencionado desarrollo.

Éste les ha dado algunos reconocimientos, entre los cuales se encuentra el tercer sitio en el Premio Santander X, categoría lanza, que consistió en asesoría y un estímulo económico para continuar su labor.

“El siguiente paso es concluir nuestro establecimiento como una empresa y obtener la autorización de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural para entablar un comercio con los ganaderos del país.”

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