Día Mundial contra la Lepra

Dos de sus principales objetivos son ampliar el conocimiento sobre esta enfermedad infecciosa e incrementar las acciones sanitarias para erradicarla

De acuerdo con los análisis químicos y la datación por radiocarbono que se les practicaron a los restos óseos de un hombre de aproximadamente 30 años encontrados en 2009 por un grupo de arqueólogos en el estado de Rajastán, al noroeste de la India, la lepra ya afectaba a la humanidad hace 4 mil 500 años.

Fue, sin embargo, durante la Edad Media cuando esta enfermedad se extendió tanto por toda Europa que alcanzó la magnitud de una pandemia.

Como entonces se creía que la lepra era una enfermedad maldita que azotaba, a modo de castigo divino, a los pecadores (en especial a los lujuriosos y promiscuos), los leprosos debían colgarse una campana o una pata de ganso al cuello, o vestirse de un determinado color, para que los demás pudieran distinguirlos de inmediato y apartarse de ellos. No hace falta decir que esta práctica los condenada a vivir en un aislamiento absoluto.

Esta enfermedad infecciosa es causada por la bacteria Mycobacterium leprae, también conocida como bacilo de Hansen, la cual se reproduce muy despacio, por lo que el periodo de incubación de la lepra es, en general, de cinco años, aunque, en algunos casos, los síntomas pueden aparecer al año o… hasta 20 años después.

Con frecuencia se transmite por medio de las gotitas de saliva que se expulsan por la boca, o bien por medio del contacto cercano y frecuente con enfermos que no han recibido tratamiento farmacológico.

La lepra afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias superiores y los ojos. Si no se trata en su primera fase, puede dejar secuelas progresivas y permanentes, como deformidades y mutilaciones, reducción de la movilidad de las extremidades y ceguera.

En la década de los años 40 del siglo XX, gracias al desarrollo de la dapsona, se dispuso de un tratamiento que duraba años, lo que dificultaba cumplirlo; no obstante, en la década de los 60, M. leprae comenzó a presentar resistencia a dicho antibiótico.

En esa misma década se descubrieron la rifampicina y la clofazimina, que luego se sumaron al régimen terapéutico que más tarde recibió el nombre de tratamiento multimedicamentoso (TMM).

En 1981, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el TMM para tratar y curar la lepra. El TMM tiene una duración de seis a 12 meses, según el caso. Cabe señalar que, desde 1995, la OMS lo proporciona gratuitamente a los enfermos diagnosticados con esta enfermedad.

Cada año se detectan más de 200 mil casos de lepra en el mundo; en 2018 fueron 208 mil 619, de los cuales 79.6% se concentraron en la India (120 mil 334), Brasil (28 mil 660) e Indonesia (17 mil 17).

Datos de la Secretaría de Salud del gobierno mexicano indican que, entre 1989 y 2017, los casos de lepra disminuyeron 97% en nuestro país, es decir, en ese periodo se pasó de 16 mil 694 a 412.

En 1994, México contabilizó menos de un caso de lepra por cada 10 mil habitantes y de esta manera alcanzó la meta establecida por la OMS para dejar de considerarla un problema de salud pública.

Con respecto al año pasado, entre el 1 de enero y el 3 de octubre se detectaron 89 casos en 18 estados del país.

Desde 1954, el último domingo de enero se celebra el Día Mundial contra la Lepra, que tiene como objetivos ampliar el conocimiento sobre esta enfermedad infecciosa, incrementar las acciones sanitarias para erradicarla, visibilizar el problema social que implica y acabar con la discriminación que sufren quienes la padecen.

También podría gustarte