Diana Bracho y Luisa Huertas recibirán la Medalla Cátedra Ingmar Bergman

Por primera vez en su historia la Cátedra Extraordinaria Ingmar Bergman en cine y teatro entregará por partida doble la Medalla Cátedra Bergman en un mismo año, el próximo 19 de noviembre las actrices Diana Bracho y Luisa Huertas serán reconocidas con la presa que año con año entrega la iniciativa cultural universitaria buscando destacar las contribuciones artísticas que han dejando una huella indeleble tanto en el cine como en el teatro mexicano.

La ceremonia es “una situación inédita, tanto como vivir una pandemia. Queríamos que, como en ocasiones anteriores, la entrega estuviera a la altura de las galardonadas y el año pasado, por más que intentamos no encontramos la forma de que bajo las condiciones sanitarias de ese momento pudiéramos hacer una entrega con la calidez y el cariño que normalmente le damos a estos homenajes”, explicó Mariana Gándara, Coordinadora Ejecutiva de la Cátedra.

“Al estar buscando la mejor solución encontramos que podíamos hacer un programa de televisión en TVUNAM con la presencia de las maestras y la participación de un sinfín de personas que adoran a estas dos mujeres. Terminó siendo una entrega doble, nunca había pasado, pero sentimos que las cosas cuajaron para que el destino así lo quisiera. Son dos actrices, de perfiles muy distintos, que nos permiten hablar de manera muy profunda sobre lo que significa la actuación en este país”, añadió la también dramaturga.

La celebración se transmitirá el próximo 19 de noviembre a las 19 hrs por la señal de TvUNAM y por el canal de YouTube de la Cátedra Bergman, en la emisión participarán colegas, amistades y estudiantes de las escuelas de cine y teatro, entre los que destaca la presencia de Arturo Ripstein, Busi Cortés, Carlos Carrera, Enrique Singer, Ernesto Contreras, Karina Gidi y María Rojo.

Diana Bracho

Gándara subrayó que la elección de la edición 2020 de la Medalla Cátedra Bergman fue lógica porque Diana Bracho es una “actriz icónica para el país, tanto en teatro como en cine y televisión, ha sido una de las actrices más ejemplares que hemos tenido. No sólo ha hecho de la actuación una práctica admirable, nos ha permitido aprender acerca de lo que esta práctica puede ser. Es una persona que generosamente ha hecho un ejercicio intelectual por compartir qué significa la actuación”.

“Pertenece a un legado artístico muy impresionante: el de la familia Bracho. Al entregarle la medalla no sólo reconocemos su aporte a la pantalla y el escenario, sino lo que ella ha hecho al frente de espacios como la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Fue la primera presidenta de la AMACC, ha hecho un montón por el gremio fílmico del país y creíamos que era una representante de lo que implica la medalla Cátedra Bergman porque ha logrado traspasar las fronteras disciplinarias”, destacó la Coordinadora.
Bracho debutó en la televisión en 1973 con las series Los miserables y Mi primer amor; en el cine en la película El castillo de la pureza (1972) de Arturo Ripstein, y en el teatro, con la obra Israfel dirigida por Héctor Azar. Gracias a su desempeño en el largometraje de Ripstein obtuvo su primer Ariel en 1973,recibió por segunda ocasión el galardón en 1980 por su trabajo en El infierno de todos tan temido, de Sergio Olhovich.

A lo largo de su carrera ha participado en más de 50 películas, 23 telenovelas, 10 cortometrajes, 22 obras de teatro y 6 series; además de documentales y programas especiales, así como en coproducciones con Alemania, España, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. También ha publicado cuatro trabajos de poesía y ensayo.

Luisa Huertas

Para la maestra Luisa Huertas ser seleccionada como merecedora de la Medalla Cátedra Bergman es resultado de una vida ligada a las aulas de la Universidad Nacional. “Es un espacio al que amo y agradezco, toda mi familia ha sido universitaria. Desde muy jovencita en el movimiento del 68 conocí a muchos compañeros de la UNAM, después que ingresé al CUT me involucré mucho más con la UNAM. Sus teatros han sido mi casa durante años. Siempre he estado ligado de alguna manera a la UNAM”, subrayó la actriz.

“Luisa ha sido para la Universidad una docente maravillosa en el Centro Universitario de Teatro, el espacio que ella ha forjado ha impactado la manera en que pensamos el estudio y la formación de la voz no sólo para las artes escénicas, sino para el cine y la televisión. Eso se suma a su trayectoría impresionante. Tiene un rango impresionante. Este trabajo tanto actoral como docente, se complementó por una impronta muy clara del activismo”, destacó Mariana Gándara sobre la seleccionada.

Huertas ha participado en más de 75 obras de teatro, numerosos festivales y giras internacionales, junto a más de 40 producciones cinematográficas, decenas de producciones y series televisivas. Es docente desde hace 37 años, impartiendo clases en el CUT, el Foro Contemporáneo, NET. Asimismo, fue Coordinadora del Colegio de Voz en CasAzul, de Argos, desde su fundación, hasta septiembre de 2020. Así como cofundadora y actual Directora General del Centro de Estudios para el Uso de la Voz (CEUVOZ).

Gándara subrayó que otra de las razones para elegir homenajear a Luisa Huertas se debe a su trabajo durante la pandemia con el CEUVOZ: “en medio de la pandemia, a través de Luisa Huertas y Teatro UNAM se hicieron una serie de talleres –llamados Respira México– donde se puso a disposición de las personas que padecieron COVID-19 estrategías, técnicas y metodologías para la recuperación pulmonar de quienes sufrieron los estragos de la enfermedad”.

“Cuando se dieron a conocer los talleres, el cupo se desbordó. De manera muy generosa, Luisa y todo su equipo pusieron todo a disposición de los interesados en una serie de televisión que se transmitió en TvUNAM. Hay un sinfín de testimonios de cómo la sociedad mexicana logró, gracias a proyectos como este, poder lidiar con las secuelas del COVID en nuestro país. Eso nos pareció que era muy claramente algo que celebrar y homenajear, con esta medalla podemos agradecerle en nombre de todos los que pudieron recuperar algo de su capacidad pulmonar gracias a ese proyecto”, añadió.
Por su parte, Huertas comentó que “nunca he actuado para recibir reconocimientos, sino porque es mi pasión. Es lo que me encanta hacer en la vida, me hace feliz desde niña. Eso me mantiene con ganas de trabajar y disfrutar de la carrera que tanto amo, precisamente porque me encanta actuar, en la actuación y la docencia he encontrado cómo poner al servicio de la sociedad y los jóvenes lo aprendido gracias a mis maestros, los directores con los que trabajé y las obras que he hecho. Eso me mantiene activa y contenta, con ganas de hacer más y aprender más”.

Para finalizar hizo un llamado a las y los jóvenes interesados en entrar al mundo de la actuación:

“Es un compromiso de vida, deben pensarlo muy bien y estar muy seguros de que esta es su vocación porque no es una carrera fácil. Cada vez más, por fortuna, hay jóvenes que ven en el teatro una manera de expresarse, de ser, de encontrarse a sí mismos como seres humanos, la manera de poner su energía y su creatividad. A veces, hasta su rabia o coraje por cosas que pasan, pero de manera creativa y constructiva. Se requiere mucha vocación, disciplina, rigor, mucho amor a la carrera para ir transitando las diferentes etapas que les tocará vivir”.