Distinguen proyecto de la DGACO para estudiantes con discapacidad

La iniciativa consiste en ofrecer diferentes cursos a alumnos de licenciatura y posgrado para poder disminuir brechas de desigualdad

Beatriz Ulloa y Claudia Peña. Foto: Víctor Hugo Sánchez.
La Unidad de Atención para Personas con Discapacidad (UNAPDI) de la Dirección General de Atención a la Comunidad (DGACO) de la UNAM fue distinguida con el Premio Santander X: Iniciativas universitarias para la equidad, diversidad e inclusión 2022, en la categoría lanzamiento de proyecto.

La iniciativa ganadora fue “Desarrollo de habilidades socioeducativas para estudiantes con discapacidad de la UNAM”, que fue presentada por la titular de la UNAPDI, Claudia Leticia Peña Testa, quien resumió que ésta “consiste en brindar diferentes cursos a estudiantes de licenciatura y posgrado que tengan alguna condición especial para poder disminuir brechas de desigualdad”.

Los siete cursos que se implementarán a lo largo de 12 meses son: comprensión de textos en inglés, uso de tecnología para personas con discapacidad, autorregulación y aprendizaje, derechos humanos y discapacidad, elaboración de textos científicos, metodología de la investigación y ¿cómo veo mi futuro? Fortaleciendo mis habilidades.

El proyecto pretende colaborar en la formación del alumnado con discapacidad en áreas específicas que contribuyan a reducir brechas académicas, fortalecer campos de conocimiento necesarios para la permanencia y egreso de la licenciatura y posgrado, así como ofrecer herramientas socioemocionales que ayuden a la autodeterminación de los estudiantes de este sector, explicó Peña Testa.

“Estos cursos pretenden que los estudiantes puedan adquirir paulatinamente habilidades, tanto académicas como socioemocionales. Por ejemplo, algunos de los cursos tienen que ver con técnicas de redacción y metodología de la investigación. Lo que queremos es que ellos puedan desarrollar diversas destrezas para que estén en condiciones, como los otros compañeros sin discapacidad, de terminar la licenciatura y el posgrado y posteriormente tener un empleo”, señaló.

A veces tienen complicaciones para conseguir empleo porque no manejan otro idioma o no tienen recursos educativos accesibles para estudiar inglés, o requieren herramientas de computación que les permitan hacer subtítulos para personas sordas, o lectura de textos accesibles a individuos ciegos, agregó.

Las capacidades diferentes más usuales en la comunidad universitaria son, en ese orden, discapacidad visual, motriz, auditiva y psicosocial (con algunas personas con autismo), comentó Beatriz Ulloa Montemayor, colaboradora de la UNAPDI.

“Tenemos identificadas a mil personas con discapacidad en toda la comunidad universitaria, desde iniciación hasta posgrado, así que son minoría frente a los cerca de 340 mil estudiantes regulares que tiene la UNAM”, estimó.

Peña Testa explicó que la UNAM está obligada a garantizar derechos y a fomentar una nueva cultura inclusiva.

“Hablar de accesibilidad es un tema que tenemos pendiente, no solamente en la parte estructural, en la física, sino también la necesitamos en las comunicaciones, en los servicios de cómputo, en los recursos educativos, en la conversión de documentos, en el lenguaje”, opinó.

Añadió que la discapacidad es un tema que ha visibilizado a los sectores que históricamente han sido excluidos, y que no pensábamos en ellos hasta que no teníamos a alguien con estos problemas en casa. “Hoy lo que vemos es que las personas con esta condición forman un grupo al que estamos obligados a garantizar derechos, es un reto para toda la sociedad”, consideró.

Ulloa Montemayor comentó que ganar el Premio Santander X significa “seguir impulsando proyectos para la comunidad con discapacidad. Desde UNAPDI hemos crecido mucho y este premio nos impulsa a seguir trabajando por este grupo. Tenemos que seguir garantizando el ejercicio de sus derechos con cursos y apoyos. Es nuestro trabajo desde la unidad.

Para obtener el premio, que se entregó el 9 de junio, esta iniciativa compitió con 78 proyectos y siete finalistas en su categoría. Obtuvieron diploma y un apoyo económico de 150 mil pesos para implementar siete cursos a lo largo de 12 meses.

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