C armela se acerca emocionada en cuanto ve a Eduardo Martín Cabrera Domínguez, su médico veterinario, quien no solamente cuida su salud, sino que la regaña, acaricia y consiente cuando se puede.
Ella no es un perro o un gato, es una cabra que vive en el Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción y Salud Animal, (CEPIPSA) Topilejo, de la UNAM, junto con 210 caprinos, más 250 borregos y 85 vacas.
“A la mayoría de estos animales los hemos visto desde que nacen y hemos atendido sus partos”, comentó el coordinador del área de caprinos en ese lugar.
Con motivo del Día del Médico Veterinario Zootecnista, que se celebra hoy, Cabrera Domínguez y su colega Gonzalo Guerrero explicaron que, por ser un centro veterinario, habitantes de la comunidad de Topilejo suelen llevar a atención a todo tipo de animales, ya sea de compañía, silvestres o para alimentación. “Hemos enfrentado retos como el que nos llegan a traer lechuzas, víboras de cascabel, cerdos, conejos. Nosotros les damos orientación, pero los remitimos con los clínicos pertinentes”, agregó Cabrera Domínguez.
La veterinaria es una actividad esencial, pues no sólo posibilita atender a los animales de compañía –que viven en siete de cada 10 hogares reveló un censo del Instituo Nacional de Estadística y Geografía de 2016–, sino también para permitir que la sociedad obtenga alimentos de calidad y sanos.
Gonzalo Guerrero, ayudante de profesor en el área de caprinos del CEPIPSA, precisó que la labor de los veterinarios es crucial para la salud de las personas.
Recientemente, la Federación de Veterinarios de Europa recordó que tres cuartas partes de las enfermedades humanas recién descubiertas y 61 por ciento de todos los males infecciosos humanos provienen del contacto con animales, como Salmonella y E. colli.
Celebración universitaria
Francisco Suárez Güemes, director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ), dijo que la conmemoración de este día rememora la fundación de la primera escuela de medicina veterinaria y zootecnia en el continente americano, que hoy es la Facultad. Surgió en 1853 por decreto presidencial como Escuela de Medicina Veterinaria, perteneciente al Colegio Nacional de Agricultura.
Esa entidad tenía su sede en el Antiguo Hospicio de San Jacinto, edificio que, después de muchos años, fue recuperado por la UNAM; ahora es uno de los recintos históricos universitarios y alberga a varias organizaciones de la medicina veterinaria y zootecnia en el país.
Este año, indicó, el festejo que será de forma virtual, conmemorará el 50 aniversario de la Revista Veterinaria México, de la FMVZ, considerada una de las publicaciones más antiguas y de mayor trascendencia en Latinoamérica.
Apoyo ante la pandemia
Según una encuesta realizada este año por la consultora Mitofsky, 82 por ciento de los mexicanos afirma tener una mascota, siendo los perros los favoritos, con 79 por ciento, y los llevan de una a tres veces al año al especialista.
Suárez Güemes puntualizó que debido a esto, los veterinarios se han adecuado a las circunstancias, ofreciendo citas para no juntar pacientes. La medicina preventiva es muy importante y no hay que bajar la guardia; la vacuna contra la rabia es primordial, y si bien hace mucho no la hay transmitida por perros, no está erradicada.
Ante la contingencia actual, los expertos están conscientes de que la economía se ha visto mermada; por ello, la Facultad, con el apoyo del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y Nutrición Animal, AC, alistan la repartición de alimento en apoyo de los cuidadores de animales de compañía. “Nos han hecho una donación de unas 30 toneladas de alimento… para perros y gatos…que repartiremos en las diferentes alcaldías que rodean Ciudad Universitaria”, concluyó.