El arte urbano gráfico visualiza y combate la violencia de género

Pintas, murales, pósteres, adhesivos y cualquier modalidad de intervención plástica pública realizados por mujeres buscan visibilizar y colocar en el centro de la discusión la eliminación de todas las formas de violencia basadas en género, y contra las corporalidades y sexualidades disidentes no hegemónicas.

Así coincidieron especialistas y colectivos de mujeres de México y Latinoamérica al participar en el Panel de Expertas. Dejando huella: mujeres, ciudades y arte, convocado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) y la Coordinación de Igualdad de Género (CIGU).

A propósito de las actividades sobre el Día Internacional de la Mujer (8M), Claudia de la Garza Gálvez, coordinadora del Museo UNAM Hoy, aseguró que “la violencia de género continúa siendo un espacio excluido de la vida pública”.

“Existen mujeres artistas, creadoras contemporáneas que trabajan en la ciudad, como campo de batalla, como espacio de disputa y en constante conflicto, por lo que ellas tejen mapas en la urbe con el arte y la práctica política, las cuales ya no tienen fronteras”, consideró.

Las mujeres creativas buscan poner en el centro de las discusiones lo que desean visibilizar, porque el espacio urbano es el lugar de la vida, es donde ellas quieren encontrar una voz propia.

“Las grafiteadas buscan escandalizar, sobre todo en lugares ‘sacros’, porque hay que visualizar, para decolonizar y despatriarcalizar. Se tiene que echar abajo la tiranía estética, para que la sociedad reflexione en esta relación espacial con la violencia. Fue 8 de marzo, pero, ¿qué pasa después?, las violencias continúan, y todo es políticamente correcto. Por lo que necesitamos que cambien las estructuras y las lógicas institucionales.

Faltan recursos, compromisos en más niveles, que se conviertan en una cuestión adoptada a nuestras dinámicas, no en excepciones de 8M, en cuotas de género, que ayudan, pero hay que rebasar esa parte, destacó.

Ruptura visual y contextual

En su oportunidad, Sergio Raúl Recio Saucedo, académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, habló sobre la presencia de los paste up, o adhesivos con consignas en ciudades como Aguascalientes, San Luis Potosí y la mencionada urbe chihuahuense, realizados por colectivas feministas.

En la mayoría de los casos, son papel con engrudo, que son adheridos a inmuebles en espacios públicos, postes, teléfonos públicos y paredes; esto con el fin de concientizar de manera gráfica a la sociedad sobre la violencia de género, violencia doméstica y el acoso callejero.

Se ha convertido, dijo, en una herramienta de carácter contestatario al funcionar como un mecanismo de ruptura visual y contextual que muestra opiniones que buscan subvertir la normalización de la violencia feminicida en la urbe.

“Fueron creados como campos discursivos destinados a disociar las concepciones tradicionales de feminidad con el fin de evidenciar la pluralidad de figuras, pensamientos y comportamientos que las conforman. Son colocados en lugares simbólicos, como recordatorios de la violencia”, subrayó. Más adelante la Colectiva Pirañas Krew, originaria de Colombia, dejó en claro que estas acciones de carácter plástico no sólo son vehículos de denuncia o sensibilización, sino también arteterapia.

“Lo comprobamos como organización interdisciplinaria de mujeres feministas que, a través del arte urbano gráfico, las prácticas colectivas y las pedagogías críticas, posibilitamos la movilización de sexualidades libres, la feminización de los espacios y la eliminación de todas las formas de violencia basadas en género contra las mujeres”, explicó Lieke Prins, una de sus integrantes.

“No sólo nos articulamos con diferentes colectivos y organizaciones de urbes para aportar desde nuestro oficio como artistas al debate y la construcción social, sino también feminizamos el espacio público y agregamos arte a las ciudades”, concluyó.