El ataque contra la libertad siempre mira hacia las universidades: José Luis Rodríguez Zapatero
Necesitamos una política de convicciones, requerimos la paz como gran tarea global, la reconstrucción de la comunidad política internacional, “y no olvidar que la historia del progreso de la humanidad es aquella que camina hacia la igualdad”, aseveró.
Las universidades son las que marcan cómo está un país. La salud en ellas determina el bienestar de una nación en cuanto a libertad, capacidad investigadora y rendimiento de sus universitarios, afirmó José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España.
Siempre el ataque contra la libertad mira hacia las universidades, la cultura, la ciencia, la educación, añadió en entrevista con Gaceta UNAM. “Me parece que sería muy positivo que hubiera una convergencia en todas las universidades del mundo, y de todos los rectores del orbe, haciendo una fuerte defensa de la libertad y la ciencia”.
Lo más preocupante de este tiempo son los mensajes anticiencia, acotó. “Se han empezado a cuestionar las vacunas, los avances científicos, la realidad del cambio climático, el cual no es un invento de la izquierda, ni de la derecha, ni de la religión cristiana ni de la musulmana, es fruto del esfuerzo de miles y miles de científicos que llevan años estudiándolo”.
Borges y la serenidad
En 2022, en un evento académico en la Universidad Complutense, Zapatero dijo a su audiencia que el escritor Jorge Luis Borges le ha aportado “serenidad, lucidez, pasión y felicidad”. ¿Tenía tiempo de leer cuándo era presidente? ¿Encontraba espacio de reflexión para tomar sus decisiones?, le preguntamos.
Zapatero sonrió y confesó: “Hay poco tiempo para leer mientras se está al frente de un país. Con la experiencia puedo constatar una cosa: los momentos en los que yo me he encontrado con más claridad de ideas, con más lucidez para exponerlas, para tomar decisiones, son aquellos en los que he estado leyendo”.
Precisó: “Esto siempre lo digo en todas mis charlas cuando me piden un consejo: leer, leer todo lo que se pueda. Y leer a los clásicos, a las grandes autoridades. Yo leo a Albert Einstein, pero ahora estoy con un libro de Immanuel Kant. Siempre tengo a Borges metido debajo de la mesilla y lo saco porque me consuela y, en efecto, me ha aportado serenidad”.
Las grandes construcciones científicas empiezan con una intuición, que es inteligencia abstracta y sensibilidad, añadió. “El filósofo Byung-Chul Han dice que a la inteligencia artificial no se le pone la piel de gallina, no tiene amantes, ni amigos. Por tanto, no nos podrá ganar nunca”.

La esperanza es acción, movimiento, recalcó. “No llegará sola, hay que conquistarla. Hay que procurar que la esperanza emane de las ideas, de los grandes valores, de las grandes proclamaciones. Yo tengo un sueño de Martin Luther King, que le costó la vida, levantó derechos, cambió la existencia de mucha gente. Fue un gran valor, una gran idea, una gran expresión con valentía. Eso es la esperanza”.
La historia de la humanidad es la de vidas humanas perdidas sin sentido, familias destrozadas, reflexionó. “Ya sé que al final tenemos una capacidad de superación, pero no podemos renunciar a las ideas civilizatorias, compasivas, humanitarias de rechazar la violencia, de dirimir conflictos de otra manera. De eso he escrito en mi último libro La solución pacífica. Y además demostrando que es posible y que, como todo, es una convicción”.
El desafío más importante como jefe de Estado
Necesitamos una política de convicciones, requerimos la paz como gran tarea global, la reconstrucción de la comunidad política internacional, “y no olvidar que la historia del progreso de la humanidad es aquella que camina hacia la igualdad”, aseveró Zapatero.
Y sobre su desafío más importante como presidente de España destacó: “Lo más apremiante, lo que más me angustió, a lo que más horas dediqué fue a terminar con el terrorismo de ETA, con la violencia política. España llevaba dos siglos ininterrumpidos en esta situación, es decir, de matar por política: golpes de Estado, guerra civil, dictadura, levantamiento, insurrecciones; de todo color, de toda tendencia, y terrorismo en democracia”.
Casi 800 muertos en democracia originados por ETA, indicó. “Mataba políticos policías, guardias civiles. Matar es sólo matar, no es defender ninguna idea, es sólo acabar con la vida de una persona, y que ese movimiento dejara la violencia, entregara las armas, fue lo más apremiante”.