Primer informe de labores de Gerardo Torres Salcido
El CIALC, comprometido con la igualdad de género
Esta entidad académica cumplió 45 años de generar conocimiento, realizar su función docente, difundir la cultura y vincularse con la sociedad nacional y latinoamericana
Al presentar su primer informe de labores (2024-2025), indicó que el periodo que se reporta fue dinámico y complejo por diversos motivos, entre ellos la llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina (2023), las elecciones en México y en cinco países más de América Latina que han puesto a prueba los sistemas democráticos y el respeto de los derechos humanos. “Pero sin duda el acontecimiento más impactante de 2024 fue la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos”.
Puntualizó que este 2025 el inicio de la presidencia de Trump ha puesto en crisis la gobernanza global. Sus dichos y acciones han afectado de distintas maneras la vida económica, política y social de América Latina y el Caribe, que van desde la imposición de aranceles hasta el apoyo a los movimientos ultraconservadores o filofascistas en la región, pasando por la criminalización de la migración, el hostigamiento a las minorías y el negacionismo en diversos aspectos que atañen a la existencia humana, como el cambio climático o la aplicación de vacunas.
En presencia del coordinador de Humanidades Miguel Armando López Leyva, así como directores de diversas entidades académicas de la UNAM, e invitados especiales, resaltó que la crisis de gobernanza global demuestra la pertinencia de los estudios latinoamericanos, cuya visión centrada en la dignidad de los pueblos, en el desarrollo entendido como el bienestar, el ejercicio de los derechos humanos y la integración de lo que José Martí llamó “nuestra América”, es hoy más vigente que nunca.
En el Auditorio Leopoldo Zea del CIALC, indicó que esa entidad académica cumplió 45 años de generar conocimiento, realizar su función docente, difundir la cultura y vincularse con la sociedad nacional y latinoamericana desde una perspectiva humanista, multi, inter y transdisciplinaria.
Informó que el Centro cuenta con 34 personas investigadoras (16 mujeres y 18 hombres), 82 % de ellos forman parte del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, tres de ellos son investigadores eméritos de ese programa; así como por 24 técnicas y técnicos académicos.
La planta académica desarrolla 72 proyectos, 40 individuales y 32 colectivos; 18 de estos últimos se desarrollan con otras dependencias o universidades, “lo que demuestra la capacidad para formar grupos de trabajo e impulsar la investigación en red por parte del personal académico”. Además de 10 proyectos PAPIIT.
En cuanto a la producción académica, dijo que las y los investigadores generaron 102 productos, 13 libros de autor, 11 compilados, 42 capítulos de libros, nueve prólogos o introducción y 27 artículos en revistas especializadas. Además de la publicación de 13 productos de difusión: un libro de autor, otro de coautor, dos capítulos en libro y nueve artículos, con un promedio de 3.38 productos por persona investigadora.
La planta académica, impartió 83 cursos y seminarios, 28 en licenciatura, 16 en maestría, 9 en doctorado y colaboró en la titularidad de otras 30 actividades de educación continua y extensión.
Se dirigieron 16 tesis, seis de licenciatura, cinco de maestría y cinco de doctorado, asimismo se participó en cinco comités de tutorado y 51 exámenes profesionales o de grado, 17 de doctorado y 24 de maestría. “Actualmente trabajamos en la incorporación del CIALC a otros posgrados de la UNAM para acrecentar las opciones de docencia del personal académico”.
Asimismo, prosiguió, el CIALC se fortaleció con la participación de 20 estudiantes de servicio social, 20 becarios de diferentes niveles académicos en los proyectos PAPIIT, y becarios posdoctorales, tanto de la UNAM como del Conahcyt.
Por su parte, Miguel Armando López Leyva resaltó el espíritu crítico, creativo, libre, cooperativo, abierto y solidario del CIALC, así como su vocación latinoamericanista ante problemas comunes, orientados a vincular el conocimiento con la realidad ante los innumerables y urgentes problemas regionales. En especial, “el vínculo del quehacer de esta entidad universitaria con el entorno dinámico y complejo que en el país y el mundo hemos enfrentado, y el impacto del cambio en la presidencia de Estados Unidos para los procesos de integración económica, social y cultural”.
Se necesita a las humanidades y a las ciencias sociales, “de las cuales forman parte los estudios latinoamericanos, porque, parafraseando a Rubén Bonifaz Nuño, sólo así tendremos la capacidad de hacer la sociedad y mejorarla”.