El corazón, concepto y motivo de toda expresión artística

Presente en ríos de tinta, representaciones, intervenciones y evocaciones de cualquier manifestación creadora: Alejandra Amatto


Ríos de tinta, representaciones, intervenciones y evocaciones de todas las artes han permeado el corazón como concepto y motivo, señaló Alejandra Amatto, profesora-investigadora de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras.

Sin embargo, añadió, no siempre fue la representación figurada del paso de las emociones, como el amor, el sufrimiento y el dolor. Esa atribución tiene poco más de 200 años.

“Lo que me parece genial es que la literatura junto con otras artes, como las plásticas, han logrado superar el concepto de orden biológico cientificista de donde se procesan las emociones; han podido hacer que impere ese sentido artístico y simbólico tan metafórico del corazón. Es un triunfo sobre el conocimiento más científico y académico”, expuso.

“En la literatura es un rajo moderno, un rajo del siglo XIX. Antes, todas las emociones –como se puede leer en un texto clásico como La Ilíada de Homero– se identificaban en el hígado, que era el elemento por donde pasaban éstas y por donde físicamente se sentía angustia, miedo, felicidad, etcétera”, subrayó Amatto Cuña.

La invención de la relación del corazón como un elemento afectivo en la literatura, reiteró, se da entonces a partir del siglo XIX con las novelas románticas, con el Romanticismo. Y es muy significativa, porque la literatura ayuda mucho a generar esta ilusión de que las emociones las percibimos por el corazón cuando en realidad no es así.

Ahí están Joseph Conrad con El corazón de las tinieblas, una obra monumental, o El corazón delator de Edgar Allan Poe, ese personaje que cometió un crimen y es delatado por las vibraciones tan fuertes de sus latidos, apuntó.

Poesía

El referente de la poesía y el corazón como espacio y elemento amoroso lo representan autores como Jaime Sabines y Eduardo Lizalde. “Sin duda una de las cuestiones más interesantes en la poesía latinoamericana y mexicana es cómo se ha ido transformando el concepto del corazón, porque el roto y partido era un símbolo muy decimonónico, y ahora tiene relecturas en la época contemporánea”.

Ya no son rojos

Ahora, abundó Alejandra Amatto, incluso todas las denominadas apps traen corazones. Lo que llama la atención es que en esas novedades tecnológicas ya no son rojos solamente.

“Hay verdes, que simbolizan para muchas personas la lucha para despenalizar el aborto en Latinoamérica; hay morados, que tienen que ver con el proceso de sensibilizar a la sociedad respecto a los feminicidios; negros, que son la forma del luto, del dolor.”

Para la universitaria este tipo de visualizaciones, como los emojis, son la representación más clara de que no importa realmente el orden biológico o el concepto de si el corazón es el que expresa las emociones, sino lo que trasciende es la apropiación cultural que la figura del corazón tiene para las sociedades.

“Me sorprendió mucho estas cuestiones de formar corazones con las manos, lo hizo un presidente de México; y en Corea, como en otras sociedades asiáticas, se simboliza el corazón cruzando los dedos pulgar e índice. Sus representaciones hasta físicas son ya distintas”, finalizó Amatto.

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