Cátedra El Tiempo en la Vida del SUIEV
El envejecimiento debe conllevar una planeación
Se tiene que pensar qué es lo que vas a necesitar, y qué es lo que te gustaría hacer: Verónica Montes de Oca, coordinadora del Seminario sobre la vejez
“¿Yo?, ¿adulta mayor?”, se preguntó Carmen después de cumplir los 60 años. Y no era un tema de aceptación, sino un planteamiento desde el propio cuestionamiento. “A ver, ¿qué es eso de adulto mayor?” Y Carmen, que es médica, se puso a estudiar preparándose para la etapa de su vida actual. Ella, que es nueva en ser una persona mayor, decidió no esperar a tener 70 u 80 años con el fin de hacerse cargo de su nueva etapa de vida, y su principal objetivo es prevenir y que el mayor tiempo posible pueda ser independiente.
Carmen empezó a buscar en internet sobre el tema. Encontró el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV) de la UNAM y revisó toda la información disponible: conferencias, cursos, publicaciones, presentaciones de libros y cinedebates. Fue así como se animó y se presentó en la Cátedra El Tiempo en la Vida, que ofrece la proyección de una película que aborda el tema de la vejez y después organiza un debate en función de la temática.
La primera función a la que ella acudió, o al menos eso recuerda, fue a la película de El Padre (2020), un filme franco-británico del director Florian Zeller, con las actuaciones de Anthony Hopkins y Olivia Colman. La trama se desarrolla entre la demencia senil, los trabajos de cuidados y las decisiones y percepciones de vidas que continúan su rumbo.
Para el cine-debate se contó con Jennifer Hincapie Sánchez, titular del Programa Universitario de Bioética, y de Tirso Zúñiga, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
A Carmen le gustó mucho la proyección, pero, además, contar con la presencia de diferentes especialistas le pareció fascinante y le ofreció la posibilidad de aprender. Eso le hizo tomar una decisión: “Me quedo”, pensó.
La Cátedra El Tiempo en la Vida es parte del SUIEV y tiene 10 años en marcha, así que una vez al mes cuenta con la proyección de una película y el debate posterior.
Verónica Montes de Oca, coordinadora del SUIEV de la UNAM, explica que el Seminario es, por un lado, una forma de estudiar y, por otro, una manera de cuidar, además de destacar la importancia de la población de adultos mayores en la sociedad mexicana.
El Seminario inició en la Facultad de Medicina en la UNAM, y mientras los temas que se abordaban trascendían el asunto médico, mostraban la diversificación en disciplinas que podían contribuir al diálogo y al conocimiento.
“Envejecer no es una cuestión que tiene que ver sólo con la salud y la enfermedad”, agrega y enumera los asuntos que atraviesan los temas de las personas mayores: demografía, servicios públicos, educación, sociología, medicina, economía, filosofía, ciencia forense, tecnología, trabajo de cuidados, entre otros.
Área de oportunidad
Para la Universidad, en palabras de Verónica Montes de Oca, el envejecimiento es un área de oportunidad con muchos desafíos educativos, pero también para el aprendizaje sobre envejecer.
El envejecimiento comienza con su planeación: “Tienes que imaginar cómo vas a ser de viejo”, dice Montes de Oca y profundiza: “¿Qué es lo que vas a necesitar?, ¿qué es lo que te gustaría hacer?”. Además menciona el gran problema de nuestros días: el rechazo a la vejez.
El médico y psicoanalista argentino Leopoldo Salvarezza propuso el término viejismo para referirse a una forma de edadismo, y lo definió como el prejuicio que se establece hacia las personas por su edad acumulada. Es una forma de confrontación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el edadismo se refiere a la forma de pensar (estereotipos), sentir (prejuicios) y actuar (discriminación) con respecto a los demás o a nosotros mismos por razón de la edad”.
Y se añade: “El edadismo puede cambiar la forma de vernos a nosotros mismos, menoscabar la solidaridad entre generaciones, limitar o subestimar nuestra capacidad de beneficiarnos de lo que pueden aportar las poblaciones más jóvenes y más mayores, y afectar nuestra salud, longevidad y bienestar, además de tener consecuencias económicas de gran alcance”.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), estimó que para el segundo trimestre de 2022, en México residían 17,958,707 personas de 60 años y más (adultas mayores), lo que representaba el 14 % de la población total del país.
Según las pirámides poblacionales del INEGI, entre 1970 y 2023, el porcentaje de población de 0 a 14 años disminuyó de 46 a 23 %, y la de 15 a 29 pasó de 26 a 24 %; en contraste, las personas de 30 a 64 años aumentaron de 24 a 43 %, mientras que el porcentaje de adultos mayores se incrementó a más del doble, al pasar de 4 a 10 %.
El tema “es muy importante a nivel mundial y cada vez más porque hay proyecciones y cambios demográficos muy interesantes que están hablando de una transformación en nuestras políticas públicas, en nuestras relaciones sociales, en lo que tenemos que hacer para que sea una sociedad incluyente y no haya discriminación hacia las personas viejas”, explica la coordinadora del SUIEV, consciente de que el Seminario involucra a 33 dependencias universitarias, lo que genera una amplia red vinculada al tema del envejecimiento que trabaja al respecto no únicamente para las viejas y viejos del país, sino también para los futuros gerontos.
Tema que no se agota
Verónica Montes de Oca sabe que el tema de las personas mayores no se agota, si bien le preocupan y ocupan asuntos como la justicia, la economía, la movilidad o la violencia, también se detiene en hablar de la importancia del trabajo de cuidados y los vínculos que se construyen durante la vida.
Jesús Adán Haro tiene 63 años y participa activamente en la Cátedra El Tiempo en la Vida. Es psicólogo, amante del arte y la cultura; por eso llegó al SUIEV. Para él las proyecciones cinematográficas tienen que ver con “las vivencias propias” y las terapias que ha dado, y desde ese lugar vienen sus reflexiones: para sí mismo, para el cuidado de su madre y para comprender la condición que viven como adultos mayores.
En su participación hay otro factor implicado: no es la única persona adulta mayor de la familia y él, junto a sus hermanos, cuidan a su madre de 99 años. Aquí se muestra un nuevo reto: las generaciones de adultos mayores que cuidan a sus padres octogenarios o nonagenarios es una realidad.
“Llegará toda una industria del cuidado muy fuerte que tenemos que hacerla con mucha responsabilidad, esas personas que cuidan tienen tantos derechos como las que son atendidas, porque es un trabajo muy sensible”, expone Montes de Oca y agrega que en un contexto como México el maltrato en los asilos es algo común que se puede ver y no debe ser permitido.
Adán y Carmen trabajan de forma constante con el tema de su vejez, pero también tienen sus miedos. El de Adán es llegar a la silla de ruedas con el televisor encendido, por lo que desde hace 30 años corre cinco kilómetros cinco días a la semana, aunque ahora descubre el detrimento de su cuerpo físico. Carmen, por su lado, siente que la limitante en su caso tiene que ver con la tecnología, la cual comparte con otras personas mayores, que los pone en una situación de vulnerabilidad y expuestos a los abusos.
Pero sus edades también se han vinculado al goce. Adán opina que “las etapas de la vida no tienen que ser aburridas”, y en su voz es notorio el entusiasmo por la existencia. Carmen, quien ahora disfruta que le cedan el asiento en el transporte público, también piensa que su vida académica no ha terminado: “hay tantas cosas”, dice y explica que el conocimiento que ahora adquiere no es para platicar o presumir: es para ella.
Ambos son egresados de la UNAM. Carmen estudió Medicina en Ciudad Universitaria, y Adán Psicología en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. No han dejado de ser pumas bajo ninguna razón, y ahora disfrutan lo que la Universidad tiene para ellos como personas mayores.
“Todas las vejeces son diferentes”, expresa Verónica Montes de Oca y señala la importancia de esa consideración para el Seminario. Si bien el espacio académico está abierto para cualquiera, las actividades también se dirigen a quienes son parte del entorno de la persona adulta mayor. “Por ello nosotros tenemos que preparamos, porque somos una extensión de su historia personal”. La vejez no sólo la vive ella o él, la experimentan sus seres cercanos y sobre ellos también reflexiona el Seminario.
Para Verónica montes de Oca no sólo los geriatras son los profesionales indicados para acompañar el proceso de la vejez, “hay muchos profesionales que te pueden apoyar”, y hace una lista de quienes podrían estar involucrados: “Lo importante es que la diversidad de estrategias de cuidado sea muy grande”.
El SUIEV tiene actividades de investigación, formación y divulgación, está abierto para todos, todas y todes; de la misma manera cuentan con un sitio para comunicar su oferta: https://seminarioenvejecimiento.sdi.unam.mx