El escritor rumano Mircea Cărtărescu, ganador del Premio FIL de Literatura 2022

El galardón se entrega cada año en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Fuente: facebook.com/cartarescu.mircea

El poeta, narrador, ensayista y crítico literario rumano Mircea Cărtărescu, de 66 años, fue elegido ganador del premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2022, anunció ayer el portavoz del jurado en Guadalajara.

El jurado decidió premiarlo “por su prosa imaginativa y desbordante que combina elementos fantásticos y realistas, ficciones especulares que indagan en la construcción de la identidad desde un espacio liminal y periférico en el paisaje europeo. Poeta, ensayista y narrador, Cărtărescu es un escritor multifacético de estilo maximalista que se inserta plenamente en la tradición de la literatura mundial, interpelando desde lo onírico y existencial a sus lectores en todo el mundo”.

El reconocimiento

El premio se entrega cada año en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. En 2022, la FIL número 36 arranca el 26 de noviembre.

Cărtărescu fue elegido entre más de 80 candidatos en siete idiomas. De acuerdo con el sitio de la FIL, el autor es “considerado por la crítica como el escritor rumano más importante de la actualidad y un posible ganador del Premio Nobel de Literatura, ha publicado más de treinta libros y ha sido traducido a 23 idiomas. Entre sus obras destacan El Levante, Nostalgia, Cegador, Solenoide y Travesti”.

En su país ha sido reconocido con los premios literarios más prestigiosos, como el de la Unión de Escritores Rumanos en 1980, 1990 y 1994, y el de la Academia Rumana. En el ámbito internacional ha sido galardonado con el Premio Austriaco de Literatura Europea; el Premio Leteo, por toda su obra, en León; el Premio Thomas Mann de Literatura, y el Premio Formentor de las Letras.

El rumano se une a ganadores recientes del premio como Margo Glantz (2010), Fernando Vallejo (2011), Alfredo Bryce Echenique (2012), Yves Bonnefoy (2013), Claudio Magris (2014), Enrique Vila-Matas (2015), Norman Manea (2016), Emmanuel Carrère (2017), Ida Vitale (2018), David Huerta (2019), Lídia Jorge (2020) y Diamela Eltit (2021).

El jurado de la trigésima segunda edición del reconocimiento estuvo conformado por Lorena Amaro Castro (Chile), Marco Belpoliti (Italia), Javier Guerrero (Venezuela), María Eunice Moreira (Brasil), Oana Sabo (Rumania), Antonio Sáez (España) y Laura Scarabelli (Italia).

Una llamada desconocida

A través de su cuenta de Facebook, el autor relató el momento en que recibió la noticia:
“Estábamos en el aeropuerto de Bilbao, en la cola de la maleta, cuando alguien llamó al móvil. No sólo no sabía el número, sino que también me era desconocido el código del país. ‘Eh, no responderé’, pensé, ¿quién me está llamando en el extranjero? Pero los chillidos persistieron, así que finalmente respondí, muy dudoso, ya que he pasado por estos números antes. ‘¿Sr. Cărtărescu?’ Lo escuché a través del receptor y respondí como en trance: ‘Oui… ‘ Y la señora continuó en francés muy rápido, zumbando por el rumor del aeropuerto. No entendía lo que estaba tratando de decirme hasta que lo repitió varias veces: ¡eres el ganador del premio FIL de Guadalajara, México, desde donde te llamo!”.

El escritor continuó con su narración:

“Entonces hablé con otra persona que me dio detalles en inglés, luego con una dama rumana. Estaba muy cansado, todo daba vueltas a mi alrededor. Me sorprendió especialmente la noticia: el premio FIL es realmente uno de los premios literarios más valiosos (en todos los sentidos) que existe. Yo estaba en Guadalajara cuando Emmanuel Carrère lo recibió hace cinco años. Había como mil personas en el salón, todos los funcionarios posibles. Nunca imaginé que estaría en su lista de ‘ganadores’ junto a Nicanor Parra, Juan Goytisolo, Antonio Lobo Antunes, Claudio Magris, Enrique Vila-Matas, Yves Bonnefoy o nuestro compatriota Norman Manea, entre muchos otros”.

Una poesía de existencia

Para entender la importancia de Mircea Cărtărescu en la literatura actual de su país y del mundo, Mario Murgia –profesor de tiempo completo en el Departamento de Letras Inglesas de la Facultad de Filosofía y Letras– subrayó que es necesario entender la profunda relación del escritor con su país de origen.

“En toda su esencia y por completo es un creador bucarestino. Parecerá una obviedad, pero vale la pena resaltar ese carácter de profunda pertenencia a su lugar, a su ciudad, a su país para también destacar el interés que en los últimos años han despertado sus obras en prácticamente todo el mundo”, argumentó el doctor en Letras.

Luego apuntó:

“Se ha convertido en uno de los escritores más renombrados, sino el más renombrado, de la Rumanía contemporánea, donde su nombre y los títulos de sus novelas –y esto es aún más verdadero en el caso de sus poemas y poemarios– son moneda literaria corriente, muy corriente. Aunque Cărtărescu no es tan conocido en la América Hispánica, su fama en España, por ejemplo, ha crecido mucho en los últimos años a partir de la aparición de su celebrada y muy extensa trilogía Cegador”.

Murgia señaló que una de las particularidades de su obra es que ésta parte de sus diarios personales y que esto es posible percibirlo en “la atractiva extrañeza que predomina en su prosa, que es, me atrevería a decir, casi románticamente melancólica”.

Además, añadió, en sus ficciones “los lectores se encuentran con atmósferas mentales que en todo momento remiten a las leyendas, las historias de su ciudad natal y de su país en general. Esas atmósferas, sin excepción diría yo, se traducen en relatos personales que sorprenden por la por la inmediatez vívida de sus anécdotas y, al mismo tiempo, por una tendencia muy clara a conjugar lo posible con lo improbable, la certeza con la extrañeza, lo pesadillesco con lo conmovedor y también con lo humanamente entrañable”.

Estas características se extienden a su poesía, la cual es descrita por Murgia como una “poesía de existencia, en cada verso se vislumbra eso que él mismo ha llamado algo así como el vasto poema en el que todos vivimos y esto está presente también en su prosa, como se puede ver no solo en la trilogía Cegador, sino también en Nostalgia y en Solenoide”.

Sobre esto agregó que en sus versos “hay vistazos breves del mundo circundante y esos vistazos revelan formas detalladas de contemplar los ámbitos que Cărtărescu ocupa y habita. Su poesía es más que poesía de palabras, es –digámoslo así– una versificación del pensamiento. A veces es muy difícil distinguir en sus escritos la prosa de la poesía, sus cuentos son tan poéticos como sus versos son narrativos, en el mejor de los sentidos poéticos. Todos ellos son en gran medida autobiográficos y él se considera esencialmente una suerte de poeta de las ideas”.

“Cărtărescu es una especie de beatnik sublimante y sublimado en sus versos”, aventuró Murgia.