El novelista, autor atemporal que habla de la condición humana

Previo a la charla de J.M. Coetzee en la Sala Nezahualcóyotl la tarde del jueves 24 de octubre, por la mañana se realizó en el Auditorio del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) el Coloquio Leer a J.M. Coetzee en México, en el que escritores y académicos expusieron sus particulares formas de acercarse al autor sudafricano.

Rosa Beltrán, directora de Literatura UNAM, dijo que nadie como él habla de la condición humana. Se refirió a Desgracia como una de las mejores novelas de nuestro tiempo y, a la vez, una de las más crueles, precursora en los asuntos del feminismo y del acoso con una conclusión muy dolorosa. “Parece haberse adelantado a nuestra época, una que desafortunadamente es muy violenta”.

Mencionó que su obra puede leerse desde una clave simbólica y metafórica. “Por eso es que es tan contemporáneo y atemporal. Nos habla a todos de una manera muy cercana y estremecedora sobre la violencia, de cómo hay una parte de nuestra naturaleza que trata de imponerse y dominar al otro.”

Anamari Gomís, profesora universitaria, narradora y ensayista, dijo que la obra de Coetzee es como el cosmos y se refirió en su intervención específicamente a Desgracia, publicada en 1999: “Me atrapó muy pronto. Puedo imaginarme al negro Petrus transformado en un indio mexicano, taimado y simulador. La degradación de algunos de sus personajes obliga siempre a una especulación ética, a partir de una prosa en apariencia fácil y sobria. Coetzee va presentando todas las aristas de la naturaleza humana. Sus historias se complican por las reacciones de sus criaturas, ya sea outsiders, profesores universitarios o jóvenes obcecados por una idea de la vida. Por eso no es posible dejarlo, además de que elabora un juego de espejos en sus obras… muchas de nuestras paradojas personales han sido recogidas por el sudafricano, alguien muy apegado a la bioética y a la justicia. Sus personajes están a la espera de desarrollar una conciencia”, apuntó Gomís.

Gustavo García, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras e integrante del Seminario Universitario de la Modernidad, habló de la novela Vida y época de Michael K para explicar el tratamiento que Coetzee da a temas como la negritud y el racismo: “Michael K. representa la negritud, pero ésta no es un color de piel, mucho menos un conjunto de rasgos fenotípicos (…) la negritud es un lugar simbólico donde se concentran todos aquellos rasgos y comportamientos humanos que la modernidad capitalista pretende expulsar: el mal, pecado, miseria, hambre”.

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