El Observatorio Hidrológico cuenta ya con 47 estaciones

Se trata de una alerta cuyo propósito es informar en dónde y cuánto lloverá para prevenir desastres; proporciona a las autoridades herramientas para la toma de decisiones

Foto: Erik Hubbard.
Foto: Erik Hubbard.

A dos años de su creación, el Observatorio Hidrológico (OH) en Tiempo Real, del Instituto de Ingeniería (II), cuenta ya con 47 estaciones de medición de lluvia en Ciudad de México, y al final del año tendrá 55.

Es un proyecto único en el mundo, pues no hay otra zona urbana que tenga una red de medición de precipitaciones pluviales de la calidad de la instalada en esta urbe. Su propósito esencial es informar dónde y cuánto lloverá para prevenir desastres, mantener a salvo a la población y proveer a las autoridades de herramientas para la toma de decisiones.

Uso de la nueva ingeniería

En conferencia de medios, Adrián Pedrozo Acuña, responsable del observatorio e investigador del II, explicó que la ingeniería hidráulica enfrenta el reto de entornos naturales alterados (con mayor presencia de agua en donde solía presentarse y de menos donde no había), así como de una infraestructura diseñada para otras condiciones, que puede ser rebasada en algún momento. Para ello se requiere del uso de la nueva ingeniería en electrónica y computación.

En el OH, recalcó, hay un envío inmediato de los datos a la nube, donde hay algoritmos precargados que procesan la información y publican los resultados.

Sobre el funcionamiento del sistema, aclaró que en cada punto de observación (ubicados en estaciones del Metro, de bomberos y escuelas) se cuenta con un sensor llamado disdrómetro, que hace un conteo de las gotas de lluvia; entonces, una computadora denominada Raspberry Pi (de bajo costo) se encarga de enviar la información a la nube para procesarla.

Luego, los datos son publicados utilizando servicios web y redes sociales. Desde el momento en que se detecta un evento en sitio y hasta que lo conocen los tomadores de decisiones –como la Comisión Nacional del Agua y el Servicio de Aguas de la Ciudad– pasa tan sólo un minuto, dándoles una ventaja temporal para operar la infraestructura y disponer de las brigadas de emergencia y apoyo.

Agustín Breña Naranjo, también investigador del II e integrante del proyecto, agregó que las siguientes etapas por desarrollar consisten en un sistema de alerta temprana del caudal de ríos y drenaje, así como la medición de la calidad del agua (nutrientes y contaminantes presentes).

Una más es la elaboración de mapas de peligro de arrastre a personas a nivel de colonia en función del caudal y la velocidad que el agua puede tener en un evento extremo, donde se indiquen las calles y avenidas más peligrosas, y evitar que haya, incluso, decesos.

Asimismo, se realizan actividades de divulgación de la ciencia, mediante OH Kids y OH Académico, en los que se explican, a diferentes públicos, temas de hidrología, medio ambiente y desastres producidos por fenómenos naturales.

El observatorio nació hace dos años con un par de estaciones; en 2017 ya contaba con 10. Ahora, gracias al apoyo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México, se incrementó la densidad de puntos de observación con al menos una estación por cada cinco kilómetros cuadrados. No hay otro sistema con este nivel de sofisticación de la instrumentación y manejo de la información en el mundo.

Hay un envío inmediato de los datos a la nube, donde hay algoritmos precargados que procesan la información y publican los resultados utilizando servicios web y redes sociales.

Es una plataforma creada por ingenieros mexicanos, incluidos jóvenes estudiantes. Es una solución a la medida, pero puede ser transferida a otros países.

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