El periodismo, ligado a la ética, la verdad y el compromiso social

Hugo Casanova, Blanche Petrich, Aldo Anfossi, Elena Gallegos y Luis Hernández. Foto: Juan Antonio López.

Ante el impacto que han tenido las nuevas tecnologías de la información y las redes sociales en los medios de comunicación formales, y la manera en que se ejerce el periodismo, es necesario recordar que esta profesión tiene una responsabilidad social, un compromiso con la verdad, la verificación y el rigor respecto a los datos que divulga.

En ello coincidieron periodistas de La Jornada durante la mesa de reflexión: El nuevo periodismo…¿hacia dónde?, efectuada en el marco del establecimiento de la Beca Josetxo Zaldua, que se otorgará a los mejores estudiantes del área de comunicación de esta casa de estudios.

Aldo Anfossi, corresponsal de ese diario en Chile, aseguró que más allá de cualquier consideración de lo que es el nuevo periodismo, es pertinente establecer que el principal mérito de un periodista o reportero, en todo tiempo o lugar, radica en ceñirse estrictamente a la verdad de la narración de los hechos, en ser leal a sus fuentes y saber contrastarlas.

También, es preciso que siempre verifique los sucesos, particularmente cuando no fue testigo, independientemente de que utilice narrativas clásicas o innovadoras.

En el Auditorio Mario de la Cueva de la Torre II de Humanidades, donde estuvo presente Sandra García, pareja de vida de Josetxo Zaldua Lasa, Anfossi reconoció que las redes sociales y las nuevas plataformas han surgido sin reglas ni compromiso con la veracidad; pero sí determinan conductas, difunden fake news, y muchas veces muestran realidades que los medios clásicos ignoran. Incluso, aseveró, los jóvenes les otorgan más credibilidad o no cuestionan lo que allí se difunde.

Blanche Petrich, reportera de asuntos especiales de La Jornada, expresó que nos hemos acostumbrado a la versatilidad de las plataformas digitales, a su inmediatez, nos fascinamos con las imágenes y videos que documentan todo –lo histórico, lo trascendente y lo banal–; pero estos recursos son la carcasa de un viejo motor que sigue haciendo combustión bajo una simple y antigua regla: “plasmar los hechos correctamente después de haber entendido su significado y haber encontrado la fórmula para relatarlos, de manera moderna y dinámica, pero sobre todo contundente y veraz”.

Aseveró que esa fue la regla de oro que se dictaba y aplicaba “desde el rincón, al fondo y a la izquierda del piso ocho de la redacción de La Jornada”, en alusión a Zaldua Lasa.

Señaló que, sin minimizar el potencial de las tecnologías, ante las nuevas formas de investigar y narrar del mundo digital, es necesario reflexionar sobre los principios y convicciones del periodismo que en tiempos polarizados demandan un ejercicio ético, con ideas, que comprendan y relaten los hechos con todo el significado necesario; que depuren día a día la lectura de lo que está pasando, y detecten lo que merece ser contado.

Elena Gallegos, excoordinadora de Información General del mismo diario, aseguró que las tecnologías de la comunicación y las innovadoras plataformas han generado una intensa participación de las audiencias en el proceso informativo; la competencia por éstas se ha vuelto feroz y se ha impuesto la inmediatez como premisa, incluso sacrificando la contrastación de la información.

Por ello, se pronunció por seguir las reglas del periodismo “a pie juntillas”; recordar que éste tiene una responsabilidad social y una posición ética, un compromiso con la verdad; así como el rigor en los datos que divulga, la independencia, la búsqueda de imparcialidad y el respeto al derecho a la privacidad, entre otros valores.

Hoy en día, agregó, es necesario lograr un equilibrio entre esencia, rigor periodístico y sostenibilidad del negocio. La disputa por las audiencias exige también cuestionar hasta dónde se pueden privilegiar los temas que representan más visitas y comentarios en los medios, y si ése debe ser el criterio que prevalezca en la selección de lo que se publica.

En la mesa moderada por Hugo Casanova Cardiel, director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada, expuso que un periódico es un mapa para orientarse en la realidad de todos los días; pero no es igual al territorio, es una copia de la realidad, aunque no del todo fiel. Agregó que los medios existen porque no todos podemos estar donde suceden las cosas.

Quienes hacen los periódicos, dijo, realizan “recortes” de la realidad al seleccionar qué hechos se difunden, y la categoría central en esta selección es lo singular, lo único, lo que no se repite.

En la mesa de reflexión los comunicadores también recordaron a Josetxo Zaldua Lasa como un apasionado del periodismo, un idealista, simpatizante de todas las causas populares, “una persona sin filtros”; en ocasiones irreverente, y que confrontó al poder desde su profesión.

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