El Premio TWAS, a Laurent Loinard

Reconocimiento a su trayectoria académica; colabora actualmente en el Telescopio del Horizonte de Eventos

Laurent Raymond Loinard, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA), fue distinguido por su trayectoria académica con el Premio de la Academia de Ciencias para el Mundo en Desarrollo (TWAS por sus siglas en inglés) en la categoría de ciencias de la Tierra, espaciales y astronomía.

El astrofísico, que es investigador de la Universidad Nacional desde el año 2000, participa actualmente en la colaboración internacional Telescopio del Horizonte de Eventos (EHT), una red de ocho radiotelescopios alrededor del planeta que en 2019 difundió la primera imagen real de un agujero negro.

Este hallazgo se logró con una sofisticada técnica de interferometría, en la que Loinard es experto, con la que ocho equipos distantes entre sí se comportaron como un radiotelescopio gigante del tamaño de la Tierra. Durante dos semanas de 2017 todos los telescopios apuntaron al mismo punto, que fueron dos agujeros negros supermasivos, recordó.

“Me da muchísimo gusto haber recibido este premio de la TWAS, me siento feliz con la distinción que se entrega cada dos o tres años sin una periodicidad precisa. El más reciente era de 2018. Me lo otorgan por trayectoria, es para investigadores a la mitad de su carrera”, expresó.

Observación simultánea de un objeto celeste

De nacionalidad francesa, naturalizado mexicano desde 2005, Loinard ha desarrollado su actividad profesional en la UNAM, específicamente en la interferometría de larga línea de base (VLBI por sus siglas en inglés), que se fundamenta en la observación de un objeto celeste simultáneamente con un conjunto de radiotelescopios, que pueden estar situados en lugares muy distantes entre sí.

“Esta técnica consiste en observar los objetos celestes en la parte radio del espectro electromagnético (no en la parte visible) usando arreglos de radiotelescopios distribuidos de diferentes maneras, que a veces pueden ser del tamaño de un país o del tamaño de la Tierra, como el Telescopio del Horizonte de Eventos”, explicó.

Ese arreglo de radiotelescopios, abundó, permite tener una resolución angular y una gran nitidez, que es lo que posibilitó hacer la imagen real del agujero negro.

Actualmente, el científico continúa colaborando con el EHT en el tema de agujeros negros, e indaga sobre formación de estrellas también usando este recurso, una línea de estudio en la que ha profundizado durante varios años.

Aunque la técnica de interferometría VLBI la aprendió inicialmente en Francia, ha sido al lado del investigador Luis Felipe Rodríguez Jorge que la ha utilizado desde México.

Loinard cursó la licenciatura en Física, así como la maestría y el doctorado en Astrofísica, en la Universidad Joseph Fourier de Grenoble, Francia. Desde octubre de 2000 se integró como investigador a la entonces Unidad Morelia del Instituto de Astronomía, que se convirtió primero en Centro y actualmente en Instituto de Radioastronomía y Astrofísica.

A partir de 2006, ha colaborado en proyectos donde los radiotelescopios funcionan en conjunto aunque están a miles de kilómetros entre sí.

“Cada uno de los datos se obtiene por cinta magnética y más recientemente por discos de computadoras que luego se mandan a un centro de procesamiento donde se combinan las señales. Así, se forman los telescopios más grandes del mundo.”

La idea de estas iniciativas, ahondó, es tener luz lo más separados posibles unos de otros.

“Yo he usado mucho esta técnica para medir a media distancia las estrellas, nos ayuda a determinar qué tan alejadas se encuentran, con una precisión altísima de menos de uno por ciento”, señaló.

Este procedimiento también tiene aplicaciones fuera de la astrofísica, por ejemplo, para rastrear satélites artificiales alrededor de la Tierra o con fines militares.

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