Ha recorrido más de 700 mil millas náuticas

El Puma: 374 campañas de investigación en 40 años

Recuento de logros en asuntos estratégicos: corrientes y nutrientes marinos, fauna, pesquerías, subsuelo marítimo, litorales, sismología, energía, medio ambiente y cambio climático

La UNAM celebra 40 años de haberse hecho a la mar con su primer buque oceanográfico: El Puma, cuya intensa actividad se refleja en las más de 700 mil millas náuticas recorridas -equivalentes a 1.2 millones de kilómetros terrestres- y en las 374 campañas de investigación en las cuales han participado más de siete mil académicos y estudiantes, destacó el rector Enrique Graue Wiechers.

“A 40 años de haber iniciado sus labores, hoy celebramos la oportunidad de escuchar un recuento de sus logros en asuntos estratégicos para nuestro país, como: corrientes y nutrientes marítimas, fauna marina, pesquerías, subsuelo marítimo, litorales, sismología, energía, medio ambiente y cambio climático”, dijo al inaugurar el seminario Perspectivas de Ciencias del Mar. Cuarenta Aniversario del Buque Oceanográfico El Puma.

En ceremonia virtual, Graue recordó que fue en 1980 cuando el entonces rector Guillermo Soberón abanderó el buque que fue a escudriñar los océanos, mares y costas de nuestra nación. Con ello, el entonces Centro de Ciencias del Mar y Limnología -hoy Instituto- entró en una nueva era en la búsqueda de mayores conocimientos que aportaran beneficios a la ciencia y a la sociedad mexicana.

El rector reconoció la entrega y el compromiso de la tripulación de la nave y del personal encargado de su mantenimiento y modernización. “A todos y cada uno, en nombre de la Universidad Nacional Autónoma de México, mi más sincero agradecimiento”, expresó ante el capitán de Altura, Adrián Alvarado Cantú.

William Lee Alardín, coordinador de la Investigación Científica de esta casa de estudios, aseveró: “Los resultados del buque han sido fructíferos, pero aún hay mucho por hacer si consideramos que México cuenta con un gran litoral y debe tener una estrategia nacional sobre sus costas y mares.

“La Universidad ha contribuido y seguirá contribuyendo a que tengamos más y mejor conocimiento sobre las condiciones que nos rodean en este aspecto tan importante y más ahora, en épocas de cambio climático, y en la relación entre los mares y sus recursos y las estrategias y políticas energéticas y ambientales, no sólo para nuestro país sino en lo regional y global”, remarcó.

Lee Alardín agradeció a los investigadores y estudiantes que han hecho de la embarcación un laboratorio para sus investigaciones y tesis, pues son “el corazón académico” de ésta. También reconoció la labor de la Coordinación de Plataformas y a los trabajadores que operan los buques de manera cotidiana.

Los 40 años de El Puma, resaltó, implican un enorme esfuerzo, tiempo y dedicación para hacer funcionar estas plataformas. “Los invito a que las aprovechemos más para beneficio de nuestra Universidad y nuestra nación”.

Proyecto visionario

Dionisio Meade, presidente del Consejo Directivo de Fundación UNAM, subrayó la visión del rector Guillermo Soberón, quien tomó la decisión de poner en marcha este buque y, con ello, la Universidad se anticipó a las ventajas de tener mayor conocimiento de los recursos marinos y de investigación sobre la historia del planeta.

“En tiempos en que la ciencia se cuestiona, y que a veces se le contradice, en los que se le escatiman recursos, ser testigos de esta aventura del saber es el mejor homenaje que se le puede hacer a la Universidad, que siempre está en la vanguardia de la investigación y del conocimiento. Es el mejor testimonio que pueden dar los universitarios”, agregó.

Ligia Pérez-Cruz, coordinadora de Plataformas Oceanográficas de la UNAM, explicó que el objetivo del seminario es dar a conocer la aportación que El Puma ha hecho al conocimiento de la oceanografía y de la geofísica marina, así como en la formación de recursos humanos en estas áreas.

En la celebración, en la que participaron el director del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML), Carlos Jorge Robinson Mendoza, así como el director del Laboratorio del Pacífico de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), Michael McPhaden, se presentó un video que señala que antes de El Puma la investigación oceanográfica se ceñía a las lagunas costeras y se tenían que contratar barcos de instituciones extranjeras.

Así, se vio la necesidad de contar con este buque para la investigación multidisciplinaria de los mares mexicanos, cuyo diseño y construcción es el resultado conjunto de la experiencia del astillero noruego Mjellem y Karlsen y expertos de la UNAM.

El 14 de diciembre de 1980 El Puma fue abanderado en Cozumel y actualmente tiene como área principal de indagación la Zona Económica Exclusiva del Pacífico Mexicano. De las investigaciones que allí se realizan, así como del descubrimiento de diversas especies, hay múltiples artículos en revistas científicas, libros, capítulos de libros, además de maestros y doctores en ciencias.

Fotos: cortesía de Carlos Jorge Robinson.

Científicamente redituable

Los resultados indican que un buque oceanográfico como El Puma es científicamente redituable, toda vez que genera ciencia, la cual “nos lleva a ser líderes en la investigación oceanográfica en México”, afirmó Carlos Jorge Robinson.

La idea de adquirir un buque oceanográfico para la Universidad, con el objetivo de investigar y preservar los recursos de México en su zona económica exclusiva -que se extiende a aproximadamente 370 kilómetros a partir de la línea de costa, es decir, más de 3.5 millones de kilómetros cuadrados- fue una excelente idea. “Sólo con un buque con la capacidad de El Puma se podía cumplir con esa responsabilidad”, precisó el titular del ICML.

Al dictar la conferencia Los Buques Oceanográficos de la UNAM, Generadores de la Ciencia en México, se refirió a la importancia de atraer a nuevas generaciones de científicos e incorporarlas a las investigaciones, porque de ello depende el futuro de lo construido en décadas.

Anunció la implementación de un proyecto de recopilación de información y datos para saber todo lo que ha pasado en términos científicos, publicaciones, formación de recursos humanos, entre otras cuestiones, en torno a los dos buques oceanográficos con que cuenta esta casa de estudios.

Rememoró que cuando El Puma tenía más de 10 años en México, a principios de 1990, ya contaba con cien campañas oceanográficas, 30 artículos científicos y aproximadamente 39 tesis de grado.

Una década después esas cifras alcanzaron las 196 campañas, 54 artículos científicos publicados y 64 tesis de grado; en 2005 pasaron a 295, 111 y 112, respectivamente. Finalmente, después de 39 años de presencia en México del buque, se contabilizaban 374, 271 y 178, “y sigue contando”, concluyó.

Buque para la investigación multidisciplinaria de los mares mexicanos.
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