El Puma, buque detonador de la investigación oceanográfica

Realiza muestreos, análisis in situ con equipos de primera línea; asimismo, forma recursos humanos de alto nivel

Cumplió 40 años combinando muestreos, análisis in situ con equipos sofisticados y formación de recursos humanos especializados. Fotos: cortesía de Ligia Pérez Cruz.

Temas como la diversidad de especies animales y vegetales, las corrientes y nutrientes marítimas, pesquerías, subsuelo marítimo, litorales, sismología, energía, medio ambiente y cambio climático destacan entre todo aquello que se investiga en El Puma, buque–laboratorio en altamar de la UNAM, el cual realiza un promedio de nueve campañas oceanográficas por año de las 374 que suma ya desde hace cuatro décadas, cuando comenzó a surcar los mares de México.

Junto a su gemelo, el Justo Sierra, que se hizo a la mar un año y medio después de la primera campaña de 1980, El Puma cumplió 40 años combinando muestreos, análisis in situ con equipos sofisticados y formación de recursos humanos especializados.

“Los logros son muy buenos, hay por lo menos 200 publicaciones por parte de académicos de la UNAM que se han generado en las 374 campañas oceanográficas. Se conoce la parte de circulación oceánica (muy relacionada con la oceanografía física), zonas de alta productividad y sitios específicos como el Golfo de Tehuantepec y el Golfo de California. Ha habido una contribución significativa al conocimiento del área de la Zona Económica Exclusiva de México en el Pacífico, ha sido muy importante”, afirmó Ligia Pérez Cruz, coordinadora de las Plataformas Oceanográficas de la UNAM e investigadora del Instituto de Geofísica.

Destacó que con la puesta en marcha de El Puma, se detonó a partir de 1980 la investigación mexicana en ciencias del mar, pues antes no había en el país buques ex profeso para la investigación oceanográfica.

“La visión que tuvo el exrector Guillermo Soberón Acevedo a finales de la década de 1970 fue magnífica. Movió cielo, mar y tierra para lograr el financiamiento de las dos embarcaciones, que se concretó con un apoyo tripartita de la UNAM, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y Petróleos Mexicanos”, citó.

También ha sido esencial en la formación de recursos humanos durante varias generaciones. “Han participado estudiantes de licenciatura y posgrado; el trabajo se ve reflejado en sus tesis de investigación. Esta parte ha sido muy positiva porque una de las áreas sustantivas de la UNAM es la docencia”, señaló Pérez Cruz.

Modernización

Tras 40 años en los que ha recorrido más de 700 mil millas náuticas (equivalentes a 1.2 millones de kilómetros terrestres), El Puma tiene como principal reto su modernización. “La vida media de los buques se calcula de acuerdo con los mantenimientos que recibe. Hay algunos de 1960 que siguen operando. En general los de la UNAM han tenido un mantenimiento adecuado. Desde hace tres años, se ha impulsado un programa muy fuerte con el que se han conseguido recursos para la modernización y el mantenimiento de ambas embarcaciones”, comentó.

Pérez Cruz calculó que si se les da un mantenimiento adecuado en los próximos dos o tres años, podremos esperar que los laboratorios flotantes de la UNAM operen por lo menos otras dos décadas.

El Puma y el Justo Sierra funcionan y siguen siendo referentes que han utilizado hasta empresas estadunidenses, otras entidades de investigación y el gobierno federal. A varias instituciones se fletan una parte del año para generar recursos extraordinarios”, precisó.

El buque cuenta con instrumentos básicos para investigación en áreas multidisciplinarias. “Los llamamos plataformas oceanográficas porque se ofrecen los espacios para que los científicos, dependiendo su investigación, pueden llevar sus equipos y reactivos”, explicó.

Pérez Cruz detalló que en la plataforma se instalan instrumentos sofisticados, pero se cuenta con una central de obser- vaciones con aparatos hidrográficos que permiten tener información sobre parámetros de la columna de agua y otros de hidroacústica que ayudan a mapear el fondo marino con sistemas avanzados, dijo.

En 2021 iniciará la Década de los Océanos de la Unesco y uno de los propósitos es tener el mapeo de los océanos del mundo. “Sería increíble que los barcos de la UNAM pudieran contribuir a este objetivo planetario”, finalizó.

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