Seminario La Ciudad y sus Patrimonios

El turismo de masas, una amenaza para las poblaciones locales

En aumento, la saturación de servicios e infraestructura pública

Barcelona, España, una de las principales urbes con más visitantes del mundo.

En el marco del Seminario La Ciudad y sus Patrimonios, investigadores del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Iztapalapa, advirtieron sobre la necesidad de atender el fenómeno del crecimiento del turismo de masas, el cual genera serios problemas para las poblaciones locales.

Lilia Rivero Weber, investigadora del PUEC, destacó la necesidad de encontrar un equilibrio adecuado entre el turismo de masas y los beneficios sociales que puede aportar esta actividad a las comunidades anfitrionas de espacios considerados patrimonio de la humanidad.

Enfatizó que, en el proceso de desarrollo turístico, el tema de la inmediatez y la información a través de las redes sociales ha sido fundamental, pues ha generado un turismo prácticamente instantáneo que nos va llevando al turismo de masas y a todas las problemáticas y fenómenos novedosos como el Airbnb, que ha desplazado a los pobladores originarios de sus espacios de vivienda, creando un conflicto por la falta de habitación en el propio centro histórico.

Todo esto hace necesario empezar a normar y regular el turismo de masas y, además, retomar la memoria colectiva y la reapropiación patrimonial.

Patrimonio de la humanidad

Por su parte, Adrián Hernández Cordero, especialista de la UAM Iztapalapa, mencionó que entre los principales problemas que está generando el crecimiento acelerado del turismo de masas, particularmente en aquellas ciudades que alojan recintos considerados patrimonio de la humanidad, destacan la proliferación de vivienda para turismo, el encarecimiento de los predios en las zonas céntricas, el desplazamiento de las poblaciones originarias hacia las periferias y la saturación de servicios e infraestructura pública.

Durante su ponencia sobre el patrimonio mundial frente al turismo de masas, y tomando como referencia Barcelona, España, como una de las principales ciudades con más visitantes del mundo, destacó que, si bien el turismo sigue siendo un gran generador de divisas, en varios países ya se está convirtiendo en un serio problema, principalmente para los gobiernos locales que deben atender las necesidades de sus habitantes.

“Evidentemente hay un cambio de estructura comercial y, también, una saturación de la infraestructura pública. Los recintos históricos y los museos son cada vez más concurridos y como consecuencia también hay un incremento del valor del suelo, lo que genera un desplazamiento de habitantes hacia las periferias, además de que el precio de alquiler de vivienda sigue creciendo y cada vez es más difícil vivir en esas zonas”.

Hernández Cordero subrayó que, debido a estas problemáticas sociales, en algunas ciudades de gran afluencia turística, principalmente de Europa, ya se empiezan a generar algunas expresiones y manifestaciones de rechazo en lo que ya se denomina la turismofobia o la turistificación, que no es otra cosa que el rechazo, la desconfianza y el desprecio hacia el turista por la saturación e incluso la privatización del espacio público.

En esta problemática, agregó, también hay que considerar que en la designación de los recintos históricos como patrimonio de la humanidad siempre se han manejado muchos intereses que se mueven desde un tenso ejercicio de grupos de poder que hoy son severamente cuestionado desde los movimientos sociales que están creando sus propios mecanismos de patrimonialización.

“Por eso resulta importante retomar, discutir y analizar las propuestas que hacen movimientos sociales, como la Asamblea de Barrios de Barcelona, en favor de un turismo sostenible, mediante nuevos modelos alternativos que vuelvan a instituir el equilibrio entre habitantes y visitantes. Es necesario un turismo diferente que no sea dañino para las ciudades ni para sus habitantes”, concluyó.

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