Básico, en enfermedades como el cáncer de mama
El uso de la IA mejora y precisa la detección temprana en medicina
Aún hay reticencias y desinterés de profesionales de la salud para integrar esta herramienta en la práctica clínica debido a su falta de confiabilidad: Oscar Pilloni, del Instituto de Ingeniería
La inteligencia artificial (IA) puede hacer más exacta la valoración médica, reducir el costo del tratamiento, habilitar fármacos precisos y mejorar dictámenes frente a enfermedades como el cáncer de mama.
Al participar en Salud 5.0 y cáncer de mama: inteligencia artificial para la detección temprana y precisa, Rosa María Ramírez Zamora, directora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, resaltó que esa herramienta de la industria 4.0 se debe desarrollar más.
Dicha enfermedad ha aumentado de forma significativa desde mediados de los años 70: de una de cada 11 personas (no sólo mujeres, sino también hombres), a una de cada ocho en 2019 en Estados Unidos, cifras que se extrapolan a nuestro país, refirió.
La mortalidad también es muy importante. En 2020, por ejemplo, fallecieron 685 mil mujeres en el mundo por esa causa; en ellas se trata en el vecino país del norte de la segunda causa de muerte por cáncer, sólo después del cáncer de pulmón.
Es, sostuvo la directora, un problema que debe atender con todos los conocimientos científicos que se ponen a disposición por parte de la UNAM y otras instituciones que hacen investigación, y que junto con las empresas y el gobierno, deben unir esfuerzos para atender ese relevante problema de salud pública.
En el Salón de Seminarios Emilio Rosenblueth del II, la universitaria recalcó que la prevención es uno de los aspectos más importantes que se deben atender para disminuir este padecimiento el cual puede resultar doloroso y costoso para la persona que lo padece y sus familiares.
Oscar Pilloni Choreño, investigador del II, mencionó que la mejor forma de utilizar la IA es en conjunto con un especialista humano. Aquélla, hace más eficiente la clínica, pero la idea no es sustituir al personal médico, sino mejorar sus capacidades “y debido a esto hay muchas compañías que la utilizan para mejorar redes de conexión, hardware, desarrollo y diseño de nuevos dispositivos”, etcétera.
Muchas compañías la están adoptando y así se observa en el tamaño de mercado de la IA aplicada a la medicina: en 2024, fue de 14 mil 920 millones de dólares, y para 2025 se podrían alcanzar los 21 mil 660 millones. Es un crecimiento del 38.6 % anual y si esta tendencia se mantiene, para 2030 será de 110 mil millones de dólares, recalcó.
Entre los factores que impulsan el cambio en el mercado de IA en la salud se encuentra el aumento exponencial en la generación y complejidad de datos clínicos, lo cual impulsa la necesidad de herramientas avanzadas para su análisis. Sin embargo, hay una reticencia significativa para integrar herramientas de IA en la práctica clínica, derivado de la preocupación sobre su confiabilidad.
Los médicos prefieren usar herramientas ya establecidas; además, hay una escasez de profesionales capacitados en el uso de software médico con IA, lo cual limita su implementación efectiva en sistemas generalizados de salud, advirtió.
El experto recomendó utilizar la IA de manera ética y no de forma negligente. “Hay que perderle el miedo, sobre todo en aplicaciones médicas, y a su vez, hacer esfuerzos conjuntos entre academia y empresas para demostrar su utilidad y fiabilidad”.
Taller de palpación mamaria
Alimay de la Caridad Mora Castillo, de MEIK México, al ofrecer el Taller de Palpación Mamaria, destacó que la incidencia del cáncer de mama se encuentra en el segundo lugar de la lista con respecto a los demás tipos de cáncer en el mundo y en el cuarto sitio en relación con el índice de mortalidad.
En México, en 2022 se registraron 31 mil 43 casos de mujeres con cáncer de mama. En el país hay 689 mastógrafos y 352 técnicos radiólogos certificados, por lo que “no se detectará a tiempo el 85 % de los casos, y por esto cada dos horas muere una de ellas a causa del padecimiento, siendo esta la segunda causa de muerte entre mujeres de 30 a 54 años de edad”.
A pesar de que el rango de edad de tamizaje es de 20 a 64 años, sólo se realizan pruebas de detección las mayores de 40, es decir, el 18 %. Si el cáncer se detecta en las primeras fases, la probabilidad de supervivencia será mucho mayor: del estadio 0 al 1, pueden pasar dos años, pero del 1 al 4 pueden transcurrir sólo seis meses. Esa es la importancia de la detección oportuna.
La detección oportuna, concluyó Alimay de la Caridad Mora, empieza en cada quien: hay que conocer nuestro cuerpo y realizar la autoexploración mamaria cada mes, con la yema de los dedos, sin dejar de revisar ningún sector de la mama y las axilas, de siete a 10 días después del periodo menstrual.