Según estudios de organismos internacionales en materia de vialidad, México ocupa el noveno lugar en el mundo en muertes por accidentes de tránsito, incluidos los atropellamientos a peatones.
Sólo en Ciudad de México y su zona conurbada se realizan caminando cerca de 11 millones de viajes en un día típico entre semana, de acuerdo con el Estudio Origen-Destino 2017, coordinado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en colaboración con los institutos de Ingeniería y de Investigaciones Sociales, y los gobiernos de la Ciudad y del Estado de México. Pero, en realidad, todos somos peatones en algún momento.
En este caso, el uso del celular supone, entre otros, un riesgo para la seguridad, sobre todo al cruzar las calles. Estudios hechos en ambientes virtuales han mostrado que utilizar el teléfono móvil eleva la distracción de los peatones y los pone en peligro, dificulta el cruzar las calles y hace que se camine más lentamente mientras se tiene una llamada, incluso más que cuando se escucha música.
Las distracciones causadas por usar el celular pueden ser visuales (desvían la vista del camino; por ejemplo, al ver la pantalla para leer un mensaje); cognitivas (apartan la atención de la calle y del acto de manejar o caminar; como al pensar las respuestas en una conversación); físicas (cuando se deja de usar una o ambas manos para conducir al responder una llamada o un mensaje); auditivas (desvían la atención de los sonidos del tránsito como un claxon o ambulancia; por ejemplo, durante las llamadas y al escuchar música).
Cifras
En 2016 fallecieron 128 personas en 836 accidentes de tránsito, y más de la mitad de las víctimas eran peatones. Estas estadísticas son únicamente del Inegi, por lo que la cifra real podría aumentar al menos 10 veces, afirmó Rocío Romero Hernández, subdirectora de promoción y desarrollo de proyectos de la Dirección de Movilidad de la UNAM.
Pero, advirtió, el programa Conduce sin alcohol ha disminuido la tasa de accidentes, por lo que recomendó replicarlo en otras entidades del país. En 2014 se observó un decremento en estos hechos de tránsito, al pasar de mil 17 atropellamientos en ese año, a 836 en 2016.
Los más vulnerables
Como parte del Día Mundial del Peatón, que se celebró el 17 de agosto para recordar el deceso de Bridget Driscoll, quien murió atropellada por un vehículo de motor en 1897, siendo el primer caso registrado, la urbanista universitaria subrayó que la Organización Mundial de la Salud indica que los peatones constituyen la mayor proporción de lesionados o muertos en las vialidades.
En este contexto, Romero Hernández resaltó que en estas situaciones los actores más vulnerables son las personas de la tercera edad o usuarios de la vía pública con alguna discapacidad, a quienes ni siquiera se les considera en la planeación o estructura urbana.
“¿Hacia dónde estamos dirigiendo los recursos para crear infraestructura vial y dónde queda la peatonal, prácticamente inexistente?”, concluyó la especialista.