Máximo reconocimiento del Conacyt
Emeritazgo nacional a Elvia Quintana
Con 52 años de labor docente y 32 como investigadora, destaca por su trayectoria de calidad e impacto en derecho mercantil
Por su trayectoria académica de largo aliento, calidad e impacto, Elvia Arcelia Quintana Adriano, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), fue distinguida como investigadora nacional emérita del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conacyt.
La profesora emérita de la UNAM, con 52 años de labor docente en esta institución, señaló que, a la luz de la legislación universitaria y del Reglamento del Sistema Nacional de Investigadores, revisó su producción académica en docencia, investigación, en la formación de recursos humanos y la difusión de la cultura jurídica, entre otros criterios a evaluar, reflejados en su curriculum vitae, y concluyó que estaba en la posibilidad de aplicar su solicitud para acceder al máximo reconocimiento que otorga dicho organismo.
Además, con “32 años de pertenecer al SNI, de los cuales 15 estuve como investigadora en el nivel III, aunado a las distinciones que he tenido nacional e internacionalmente, fue lo que sin duda influyó para que la Comisión de Eméritos del Consejo de Aprobación recomendara que se me otorgara este nombramiento”, destacó.
La jurista en el área mercantil o comercial recordó que, desde muy joven trabajó en el sector bancario-financiero, especialmente en el desarrollo rural. “Esto me dio una experiencia extraordinaria y fue lo que me inclinó a estudiar derecho. Teniendo ya la práctica, fue fácil decidir la carrera jurídica. Así como, muy útil fusionar la experiencia con el carácter científico; del mismo modo, aconteció al cursar administración pública en la Facultad de Ciencias Políticas y en la Universidad Autónoma de Chapingo al consolidar mi experiencia en administración pública”.
El 1 de mayo de 1968 ingresó como profesora a la Facultad de Derecho (FD) y en enero de 1970 obtuvo la definitividad. En la docencia vio la manera de compartir lo aprendido fusionando la parte teórica con la práctica que ya tenía. “Cuando estos dos elementos se consolidan, se madura muy bien la transmisión del conocimiento y se escriben con claridad las ideas, eso fue lo que acrisoló mi método y la teoría”, afirmó.
Luego la investigación la absorbió, impulsándola a escribir; por ello, solicitó permiso al Consejo Técnico de la FD para hacer una estancia en el IIJ, donde posteriormente la Comisión Dictaminadora propuso al Consejo Interno en 1986 su definitividad como investigadora; sin que ello significara abandonar su cátedra a nivel profesional y de posgrado. Actualmente tiene 52 años de labor docente y 32 como investigadora.
“En el ámbito externo formé, con el apoyo de la UNAM, la International Academy of Commercial and Consumer Law, siendo anfitriona la FD. En sus 33 años he sido su coordinadora académica y presidenta de 2012 a 2020. Las sedes y anfitrionas han sido universidades prestigiosas en el mundo; los trabajos se analizan y difunden en conferencias bianuales. Las últimas sedes han sido la UNAM, México, Estambul, Turquía (2014); Fukuoka, Japón (2016), y Durham, Reino Unido (2018), en julio 2021 será la primera reunión virtual por razones de pandemia.”
Su mayor satisfacción, comentó, ha sido la decisión del Consejo Universitario, en 2010, de otorgarle la máxima distinción de la UNAM, el de emérita. El Premio Universidad Nacional en el Área de Docencia en Ciencias Económico-Administrativas 2006, y en 2018 diploma y medalla al Mérito Universitario, entre otros reconocimientos nacionales e internacionales.
Disciplina, servicio y esfuerzo
Aseguró que su carrera académica siempre ha girado en torno a la disciplina para el trabajo, vocación de servicio y esfuerzo cotidiano. “Sin estas cualidades no hubiera sido posible abarcar tantos aspectos del derecho porque enseño finanzas, empresas, concursos mercantiles, operaciones de crédito; así como aspectos del campo bursátil, marítimo y de seguros”.
Por eso le gusta el derecho mercantil, porque penetra todas las ramas del derecho, desde la Constitución hasta múltiples áreas jurídicas en lo nacional e internacional. “Es una de las materias más científicas, pero al mismo tiempo da la posibilidad de creatividad, aceptar retos y resolver conflictos multidisciplinaria y transversalmente”.
Recibir el emeritazgo por parte del Conacyt, subrayó, es una satisfacción académica e intelectual “porque no es sólo que yo crea merecerlo, sino que otras comisiones han visto en mi labor que la materia mercantil es útil no sólo para el desarrollo económico sino también para lograr eso que buscamos tanto: que el nivel de los mexicanos se supere y que el país sea próspero”.
Actualmente “es deseable seguir transmitiendo mis conocimientos, porque continuaré trabajando en beneficio de esta noble y honorable institución, preparando a las futuras generaciones”, concluyó.