En marcha, nueva sala de supercómputo

Es un esfuerzo conjunto de los institutos de Astronomía, Ciencias Nucleares y Química

Puede crecer de manera modular para que se incorporen más entidades universitarias. Foto: Erik Hubbard.

El Instituto de Astronomía (IA), en colaboración con los institutos de Ciencias Nucleares (ICN) y de Química (IQ), puso en marcha la nueva sala de supercómputo, infraestructura de alto desempeño con la que inició operaciones el nuevo Laboratorio de Modelos y Datos Científicos (Lamod).

Es una iniciativa universitaria que conjunta recursos físicos y humanos de cómputo de alto rendimiento y datos, los cuales son administrados con un uso elástico, que sigue el siguiente esquema: utilizable si está disponible, con prioridad asignada. Esto permite lograr más por la misma inversión de cada grupo de investigación.

Dicha infraestructura se encuentra orientada al estudio de problemas de cómputo asociados a datos provenientes de experimentos, y al desarrollo de modelos computacionales para su interpretación.

Ubicado a un costado del Instituto de Astronomía, el potente equipo tecnológico de cómputo de Lamod cuenta con un sistema moderno de enfriamiento por agua de bajo consumo de energía que, a su vez, dispone de sistemas automáticos de monitoreo y apagado que se activan en caso de contingencia.

Este lugar puede crecer de manera modular para que se incorporen más entidades universitarias, ya sea con aporte de los participantes fundadores o de nuevos integrantes, lo que significaría un gran ahorro en inversión.

Además, tiene otro sitio de cómputo en el ICN, especializado en grandes bases de datos el cual, posiblemente, hospeda el repositorio de datos científicos más grande del país. Dicho lugar accede a la red mundial a 10 Gbits con apoyo de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación y, mediante un switch enlaza a los equipos de cada entidad participante y permite el uso independiente o compartido.

Con base en convenios con empresas de tecnología de cómputo como IBM, el sitio hospeda temporalmente equipos con arquitecturas modernas, mismos que son aprovechables para el cálculo, pero también de relevancia para el desarrollo de experiencia con nuevas arquitecturas y adecuación de software científico, así como para la evaluación del rendimiento de dichas tecnologías en diferentes aplicaciones científicas.

Durante la ceremonia inaugural, el director del IA, José de Jesús González, expuso que esta iniciativa tiene como finalidad complementar el cómputo centralizado de la UNAM, el más poderoso de la institución, pero que por proporcionar un servicio generalizado algunos proyectos –experimentos únicos y específicos– no pueden realizarse y en Lamod podrían ejecutarse.

En el Auditorio Paris Pishmish, del IA, indicó que la sala de supercómputo “tiene salida rápida a Internet global, además de la capacidad de hacer interconexión con los equipos internos de la UNAM, aunque se encuentren distribuidos en diversos sitios, y ofrece la posibilidad de operarlos como uno solo”.

 

Atención de necesidades

Octavio Valenzuela, Lukas Nellen y Fernando Cortés, investigadores de Astronomía, Ciencias Nucleares y Química, respectivamente, consideraron que esta colaboración contribuye a atender las necesidades de herramientas tecnológicas y científicas.

“Lamod es una iniciativa para potenciar recursos de cómputo y datos, compartiendo infraestructura física como espacio, electricidad, sistema de enfriamiento, tecnología y equipo de cálculo o almacenamiento, conectividad y recursos humanos altamente capacitados, que es la parte más valiosa”, expresó Octavio Valenzuela.

Lukas Nellen dijo que esta idea de compartir espacios, sin tener que construir uno nuevo, “nos permite continuar con nuestras actividades en diferentes niveles y, al mismo tiempo, compartir experiencias, crear un marco más formal de colaboración y buscar nuevas participaciones y proyectos con otros institutos, involucrar a otras comunidades científicas no relacionadas con las ciencias duras”.

Por su parte Fernando Cortés, mencionó que el laboratorio les permitirá desarrollar importantes proyectos que tienen en puerta, como el de determinar la huella de los vinos y mieles mexicanos. “El Instituto de Química tiene la mala fama de ocupar los primeros lugares en el uso de la supercomputadora Miztli, donde desarrollamos química teórica y computacional, mecánica estadística, simulación de materia blanda y modelado del estado sólido, entre otros”.

También podría gustarte