En pleno siglo XXI, hablar de sexualidad aún es un tema tabú

Aunque 97 por ciento de las juventudes conoce al menos un método anticonceptivo, más de la mitad no lo usó en su primera relación.

Impartir educación sexual a cualquier edad, incluso a partir de etapas tempranas, es el camino para la prevención de problemas sociales como los embarazos en adolescentes, violencia sexual, así como acoso escolar y sexual a través de las redes sociales (ciberbullying), afirma la académica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina (FM), Virginia Barragán Pérez.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Población, las juventudes en México inician su vida sexual entre los 15 y 19 años de edad, en promedio. La mayoría de ellos, 97 por ciento, conoce al menos un método anticonceptivo; sin embargo, más de la mitad no utilizaron ninguno en su primera relación sexual.

Datos de la Secretaría de Salud indican que la mayor demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos corresponde a adolescentes en ese rango de edad. Asimismo, se estima que 17.4 por ciento de los nacimientos totales es de mujeres menores de 20 años, de los cuales de 60 a 80 por ciento no son planeados.

En ocasión del Día Mundial de la Salud Sexual que se conmemora el 4 de septiembre, la académica comenta que como parte de los estudios realizados en el país con respecto a la edad en la cual los jóvenes inician su vida sexual, se reportan diferencias. Por ejemplo, si bien se señala que en las poblaciones comienza cada vez a menor edad esta práctica, en las comunidades rurales –donde carecen de acceso a la educación–, incluso hay casos donde se ejerce antes de los 16 años.

La universitaria destaca que en pleno siglo XXI hablar de sexualidad continúa como un tema tabú. La mayoría de los padres desconoce cómo tratarlo con sus hijos, además de la desinformación y miedo en torno al tema.

La experta refiere que hay estudios de organismos como la Unicef, Unesco y Conapo, en los cuales se señala que la educación sexual debe ser un proceso constante y desde el nacimiento, y que a los seis años es conveniente empezar, de manera directa y específica, a tratar la sexualidad; sin embargo, “padres de familia y profesores tendríamos que estar capacitados para ello, responder las preguntas de los niños y continuar con esa educación a lo largo de la vida”.

De acuerdo con Barragán Pérez, se ha demostrado que cuando niños, adolescentes y la población en general disponen de más información sobre el tema, más tardíamente inician su vida sexual. Asimismo, a mayor conocimiento, mayores herramientas tendrán para prevenir los peligros que existen en el mundo virtual de las redes sociales, como el acoso sexual, además de los embarazos precoces y la violencia de género, entre otras situaciones.

Durante la pandemia, los embarazos en adolescentes se incrementaron 30 por ciento, y constituye un problema que va en aumento, si bien se cuenta con la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, ésta se centra en el uso de anticonceptivos y no profundiza en otras facetas en materia de salud sexual y reproductiva, afirma la especialista universitaria.

“Dado que la educación sexual es una asignatura pendiente en el país y que niños y adolescentes aprenden o están aprendiendo sobre sexualidad a través de la pornografía que se difunde en las redes sociales, es importante que los papás y las mamás estén atentos a la información a la que acceden sus hijas e hijos, pues los contenidos sexuales y pornográficos que ahí se encuentran no son reales, como tampoco lo es el ‘amor romántico’ que se percibe en películas o series”, subraya.

Además, es necesario educar a hombres y mujeres contra la violencia de género y cómo relacionarnos unos con otros desde un punto de vista de respeto, consentimiento y aceptación para poder disfrutar una vida sexual más placentera para ambos y sin violencia, afirma.

La experta destaca que en la UNAM se cuenta con el Programa de Prevención de Embarazo en Adolescentes de la Facultad de Medicina, el cual está dirigido a las y los adolescentes universitarios para resolver dudas, mitos e inquietudes sobre diversos temas de salud sexual y reproductiva (como la técnica correcta en la utilización de los métodos anticonceptivos modernos).

Desde 2010, la Asociación Mundial para la Salud Sexual estableció el 4 de septiembre como el Día Mundial de la Salud Sexual, y para Barragán Pérez esta conmemoración invita a recordar que en México tenemos serios rezagos en la materia y a aportar alternativas para mejorar la salud sexual y reproductiva de la población en general, y de los universitarios en particular.

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