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Encuentro de Leonardo Padura con estudiantes

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

La capital de Cuba sufre un proceso de deconstrucción; es una ciudad en crisis que se deteriora física, ética y humanamente, sostuvo el escritor Leonardo Padura, quien dedicó a su tierra natal su más reciente libro Ir a La Habana (Tusquets Editores 2024).

“En los últimos 30 años, ese deterioro se está reflejando en la literatura, en la novela, que ya muestra una crisis por la falta de dinero que provoca pobreza, y ésta implica que las personas tengan comportamientos muy elementales, estrategias de supervivencia donde empiezan a preocuparse por vivir el día a día y a ocuparse menos por el ambiente y por los demás”, señaló.

Invitado a una charla con estudiantes y maestros de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) reunidos en el Foro Experimental José Luis Ibáñez, el autor reconoció que su nueva obra es “un canto de amor” a La Habana, a la cual recorre en el texto desde sus días de estudiante en Mantilla hasta la época actual.

Padura consideró que los comportamientos anormales de las personas en su tierra han creado una reacción para un estado de distopía, esa representación ficticia de una sociedad futura de características negativas, contraria a la utopía.

“Estamos viviendo una distopía en un país en el que no se sabe cómo sobrevive la gente. Yo digo en el libro que el milagro cubano es que los cubanos viven de milagro”, indicó

Describió su relación actual con La Habana como un proceso de “ajenitud”, donde desconoce los sitios que recorrió desde hace casi 70 años: edificios, calles y un ambiente que se ha modificado.

Pero Padura también recorre a los grandes escritores que han tratado el tema de Cuba: Alexander von Humboldt, Alejo Carpentier, Guillermo Cabrera Infante.

“La Habana es una ciudad muy narrada, muy representada literariamente. Creo que en el recorrido que hago en este libro se va viendo cómo la imagen de la metrópoli se va deteriorando. Las urbes son los edificios, pero son también las personas que las habitan”, reflexionó.

Añadió que las ciudades son espacios donde se produce una serie de confluencias importantes en la vida de las personas.

“Las sociedades modernas son cada vez más ciudadanas, más urbanas, y esto es un proceso que se ha acelerado desde la segunda mitad del siglo XX. Si algún lugar sabe de la velocidad con la que ha ocurrido ese proceso es Ciudad de México. Las ciudades son organismos vivos”, relató.

Además de su nueva publicación, Leonardo Padura está festejando una edición conmemorativa de su libro más célebre y ambicioso, El hombre que amaba a los perros, el cual cumple 15 años. Ubicada como novela histórica, narra el asesinato del líder soviético de izquierda León Trotsky en Coyoacán, México, a manos de Ramón Mercader, en uno de los crímenes más reveladores del siglo XX, que hurga en su destierro impuesto por Stalin y en el cual el asesino rastrea a Trotsky hasta México para acabar con su vida.

“Esta novela ha tenido una enorme fortuna, un largo recorrido y me ha dado muchísimas satisfacciones. Es un libro muy doloroso por lo que cuenta, no sólo porque Mercader mató a Trotsky, la esencia de lo que cuento es cómo se pervirtió una gran utopía igualitaria, esa promesa de que íbamos a vivir en la sociedad de los iguales, donde todos íbamos a tener el máximo de libertad y de democracia. Una idea tan bella se pervirtió y tiene para mí un carácter simbólico, un punto de no retorno”, comentó.

Añadió que esa novela está escrita desde la perspectiva cubana, aunque recorre espacios históricos y geográficos que no son cubanos. “Hay un personaje que es un escritor cubano que recibe y transmite esa historia, es el personaje más real de la novela y pude haber sido yo”.

Padura reconoció que esa novela lo hizo muy conocido y leído por personajes como el presidente brasileño Luis Inacio “Lula” Da Silva, además de que la historia fue aprobada por el propio nieto de Trostky, Esteban Volkov, quien vivió en México y protegió su legado.

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