Mejores trabajos de titulación en licenciatura

Entregaron el Premio Joaquín García Icazbalceta

Diana Andrea Pérez Adame, Maribel Ayala Rodríguez y Deviani Andrea Bonilla Romero, las alumnas distinguidas por la Academia Mexicana de la Lengua y la Facultad de Filosofía y Letras

La Academia Mexicana de la Lengua y la Facultad de Filosofía y Letras definieron el Premio Joaquín García Icazbalceta a los tres mejores trabajos de titulación de la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas. Las alumnas galardonadas fueron Diana Andrea Pérez Adame, Maribel Ayala Rodríguez y Deviani Andrea Bonilla Romero. En la segunda edición del certamen compitieron las tesis que el año pasado recibieron mención honorífica. Todas estuvieron sujetas a análisis y a votación, y de ahí se escogió a las ganadoras.


Desdoblar a Ricardo Piglia

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

El de Diana Andrea Pérez Adame es un análisis novedoso y original que integra la teoría y la ficción en una obra del escritor argentino Ricardo Piglia (1940-2017).

“El Premio Joaquín García Icazbalceta es un gran reconocimiento a la labor que hacemos en humanidades. Enfrentarte a hacer una tesis implica conocerse a sí mismo, con cualidades y cosas que mejorar; es un camino difícil y largo que deja muchísimas satisfacciones. Es muy grato que reconozcan la investigación y el análisis; como universitaria es un sueño que uno cumple”, señaló Diana, de 26 años.

En su trabajo recepcional Diana Andrea investigó y analizó las dos caras de Piglia, quien cultivó ensayo, cuento y novela.

“Se suele estudiar a los autores de manera aislada, por ejemplo, al cuentista, novelista o ensayista. Yo conjunté todas las facetas de Ricardo Piglia y analicé la novela La ciudad ausente desde la voz misma de Piglia. Mi eje central fue examinar las críticas y los ensayos del escritor y cómo se conjuntan en la novela, que es bastante teórica y tiene elementos de muchos géneros literarios que a él le importaban, como el policial y otros populares como ciencia ficción, fantástico e imaginario”, explicó.

Ricardo Piglia reunió varios géneros y le interesaba abordarlos desde la ficción, pero también desde la teoría. “Fue interesante estudiar la obra literaria desde la teoría y crítica del propio autor, fue como poner a conversar a Piglia con Piglia”, dijo.

Su nombre completo era Ricardo Emilio Piglia Renzi, y lo que hacía en muchas de sus novelas era desdoblarse. El creador era Ricardo Piglia, pero en su ficción era Emilio Renzi. “A modo de desdoblamiento fue lo que trabajé en mi estudio crítico de investigación, así que usé el mismo juego del escritor para hacer mi análisis”, contó.

“Fue complicado porque no es muy usual este ejercicio y no encontraba mucha bibliografía. Fue meterme en la misma ficcionalidad del autor, en ese ambiente paranoico y distinguir cuándo está hablando el Piglia verdadero y cuándo me está queriendo engañar. Esa fue mi labor ficcional”, agregó.

El plan a futuro de Diana Andrea es la maestría en Letras Latinoamericanas. “La convocatoria sale a principios de año e iniciaré mis trámites para comenzar en cuanto sea posible. Me interesa la literatura contemporánea de los siglos XX y XXI”, finalizó.


De la identidad caballeresca

Foto: Erik Hubbard.

“Los cambios de identidad caballeresca de los protagonistas de Espejo de príncipes y caballeros, de Diego Ortúñez de Calahorra” es la tesis de Maribel Ayala Rodríguez.

La galardonada explicó que analizó los cambios de identidad caballeresca de los personajes del libro referido, con el objetivo de ver cómo es que ésta explota las características propias del protagonismo en otros participantes principales para hacer un texto mucho más entretenido para el público.

Maribel Ayala, quien cursa el primer semestre de la maestría en Letras Españolas, indicó que el jurado calificó que fueran propuestas bien cuidadas en cuanto a literatura, e igualmente tomó en cuenta el promedio final al egresar de la licenciatura, el tiempo de realización de las tesis y haber concluido los créditos en los ocho semestres que ésta comprende.

“Justo acabo de ingresar a la maestría y los premios ayudan un poco a solventar las necesidades económicas cuando ingresamos al posgrado; es un buen incentivo.”

La universitaria dijo que esta distinción también significa un reconocimiento al área de las humanidades, “pues en general está muy descuidada en el país; y este premio, al que podemos aspirar los estudiantes, permite sentirnos reivindicados, es un símbolo de que no todos las han olvidado”.

Sobre la falta de valoración a las humanidades, insistió en que a veces se les considera como aquellas materias que no importan a la sociedad. “Si desde nuestra formación básica cursamos asignaturas como español, literatura y música, fue porque nos enseñan a desarrollar pensamiento crítico; pero la gente no le ve utilidad porque estas licenciaturas no les van a dejar dinero”.

Compartió que elegir la maestría en Letras Españolas comenzó desde la licenciatura. “La mayoría de los profesores son afines con mis ideas, además pertenezco al Seminario de Estudios sobre Narrativas Caballerescas y ellos tienen estudios sobre los temas que a mí me interesan. Me impulsaron a seguir, me siento muy apoyada”.

Por último, mencionó que los egresados de licenciatura que buscan titularse deben ser constantes, lo que no significa escribir 30 cuartillas por mes y terminar la tesis en seis meses. “La perseverancia es fundamental, pero lo es más no frustrarnos en el proceso; ahí están los premios y es bueno que aspiremos a ellos, pero es mucho más importante la satisfacción de haber hecho un buen trabajo”.


Armar las redes léxicas

Foto: Benjamín Chaires.

Deviani Andrea Bonilla Romero fue reconocida por “Redes léxicas durante la adultez. Asociación de palabras en dos cohortes de adultos mexicanos”.

La egresada de la FFyL explicó que hizo su tesis en el Laboratorio de Psicolingüística de la Facultad de Psicología (FP), donde desarrolló un análisis del lexicón, es decir, del “diccionario mental” o las palabras que las personas conocen. Entre otros hallazgos encontró que, a partir de la experiencia del hablante con el mundo, el lexicón se incrementa. De ese modo, “los adultos mayores tienen un vocabulario más rico que los jóvenes, porque tienen más décadas de hablar español”.

La manera en que lo indagó fue a partir de una tarea llamada “asociación de palabras”, muy sencilla de realizar. “Se trata de un experimento en el que yo digo un término y el participante responde con la primera palabra que le viene a la mente, por ejemplo, si digo ‘perro’, alguien responde ‘peludo’ o ‘mascota’. De ese modo podemos ver cómo las palabras están relacionadas entre sí dentro de la psique, en el cerebro”.

Después, como lingüista clasificó esos nexos en categorías semánticas; por ejemplo, “perro-mascota” es una conexión circunstancial. Ahí encontró que las relaciones semánticas, de significado entre palabras, permanecen muy estables y se fortalecen a lo largo de la vida.

Con base en un listado de 120 palabras para todos los que tomaron parte y el análisis de dos grupos, el de jóvenes entre 18 y 26 años, y el de adultos entre 60 y 70 años, la joven vio que en tareas vinculadas con el lenguaje hay una curva de incremento, a diferencia de otras, como las matemáticas, donde hay una declinación en las personas mayores.

La muestra del estudio, pormenorizó la actual profesora de español como segunda lengua en la Universidad de Alberta, en Edmonton, Canadá, se conformó con 60 participantes, 30 universitarios, sobre todo de la FP, y 30 adultos mayores de asilos o que asisten a la Universidad de la Tercera Edad, de Ciudad de México.

Respecto al premio, dijo estar orgullosa del trabajo que realizó. “Hace dos años que salí de la Facultad; esto me permitió ponerme en contacto con profesores y fue un proceso de remembranzas, de estimación y revaloración de lo que hice. Releí mi tesis y estoy agradecida con la FFyL que me formó, y con la FP, que me acogió. Incluso, “me dieron ganas de regresar a estudiar una maestría”.

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